Nickelodeon: el arte del siglo XX visto desde el XXI
miércoles 24.jul.2013 por Gerardo Sánchez 1 Comentarios
Hace unos meses, fruto de mi afán coleccionista, conseguí por fín una película que llevaba mucho tiempo buscando. “Nickelodeon”, de Peter Bogdanovich. O como se estrenó en España, “Así empezó Hollywood”. Ya digo que tras años buscándola, la encontré hace unos meses ¡por fin! en USA.
El problema es que estaba en una edición junto a “Last Picture Show”, película que ya he comprado varias veces. La duda me surgió por el hecho de estar en una versión restaurada y en Blanco y Negro, que es como (teóricamente) la pensó Bogdanovich (tiene sentido siendo un homenaje a los pioneros del cine) y materializó Lazslo Kovacs, el director de fotografía. Confieso que la idea de esa copia restaurada me atormentó durante días. Pero también he de confesar que estoy cansado de recomprar los mismos títulos, y aunque Last Picture Show me gusta mucho, (y la he visto en cine decenas, literalmente, de veces, ya no quiero comprarla otra vez.
En esas dudas estaba cuando me puse a rastrear los diversos amazones que en Europa hay. Y me encontré una copia editada en Alemania, por ArtHause y Studio Canal, que tiene la película (eso sí, en color, que es como yo la vi en su día) y con idioma y subtítulos en español. Y también la autoría. Estas cosas me confunden y me fastidian enormemente. ¿Cómo siendo una edición internacional no está disponible en España?. Bueno, tardé décimas de segundo en hacer “one click” y tenerla en mis manos apenas un par de días. Esto mismo, una copia internacional (con español) me pasó hace ya casi 10 años con otra película que me gusta mucho y que aún no se ha editado en España: “Mumford” esa comedia “capriana” de Lawrence Kasdan. Me hago con ella la misma pregunta, aunque yo ya la tenga y haya saciado mi sed coleccionista. Por cierto, ¿he dicho ya que me encanta esta película?
Volviendo al tema que nos ocupa hoy, “Nickelodeon”, me sirve para, tomando su historia, que sucede desde primeros del siglo XX hasta más o menos cuando el cine es refundado por Griffith, o cuando menos su lenguaje sistematizado, reflexionar sobre la condición del cine como arte y como industria, pero también como esa fábrica de sueños que fue (¿lo es aún?) y desde luego forjadora de mitos imperecederos. Básicamente la película nos cuenta de forma entrañable los duros comienzos de los pioneros, sus guerras por imponer patentes, las guerras de los grandes contra los pequeños, la creación a golpe de intuición muchas veces de un arte que en sus comienzos fue algo eminentemente popular, su lenta pero inexorable transformación en algo mucho más grande, la creación del Star System, el triunfo definitivo de un nuevo arte, mucho más sofisticado de lo que creyeran nunca aquellos que lo estaban forjando, unido de forma inexorable al fin de los “Nickelodeon”, o sea, las pequeñas salas de exhibición con entradas a 5 centavos.
Sus protagonistas: Leo Harrigan, un tipo que es abogado y acaba siendo director de películas, Ryan O´Neil. Buck Greenway, un actorzucho de barraca de feria que acabará siendo una estrella, Burt Reynolds. Además, Tatum O´Neil en aquellos tiempos que nos deslumbraba con su desparpajo, Brian Keith, un pre-magnate del cine, y la “Señora más señorona del oeste” (como la llamaba Cable Hogue en “su balada”) Stella Stevens. Es muy gracioso ver como se forjan los mitos de la pantalla. Y tan gracioso o más ver como el operador le explica a Leo Harrigan lo fácil que es dirigir: “cualquier cretino puede hacerlo”. Luego, para colmo, una muchedumbre reconocerá a los actores, pero no al director (como no puede ser de otra manera). “Yo soy Leo Harrigan, el director”, dirá el personaje que interpreta Ryan O´Neil con su orgullo (o ego) herido cuando le dice ese público entregado que su cara no la han visto en la pantalla. Una mujer dirá “el sólo las hace”. Una frase definitiva y concluyente. Luego llegó la teoría del cine de autor para poner las cosas en su sitio. Para bien, pero también para mal. Según de quien hablamos.
En definitiva, el cine ha pasado a lo largo de su historia por muchas y variadas crisis. Siempre, en cada una de ellas, se le dio por muerto. El paso del mudo al sonoro, la llegada de la televisión, luego el video... y últimamente, la piratería, y un nuevo orden, o desorden si se quiere, de cosas, que han hecho que todo el entramado industrial bajo el que el cine ha funcionado con ligeras modificaciones durante casi un siglo, se tambalee mucho más que seriamente. Si además no existe realmente un industria sólida, como es el caso de España, y el IVA no ayuda, sino que es una piedra en el zapato, pues tenemos lo que tenemos.
Pero por esas cosas, aunque sea de otras formas, ya han pasado otros antes, como nos lo contaba Peter Bogdanovich en "Nickelodeon", título que tenía que ver con el precio, sin duda popular de las películas en aquellos tiempos. Eso si es diferente ahora. Además, en aquellos tiempos, el cine, mudo, permitía ser un espectáculo de masas para todas aquellas personas que llegaron a América y no conocían el idioma. Me doy cuenta que con ligeras diferencias y modificaciones, el entramado industrial gracias al cual se hacen películas, es básicamente el mismo desde hace un siglo.
En un momento dado, en la película, los personajes asisten a la premiere de "The Clansmen" que es como se llamó originalmente "El nacimiento de una nación", la película de David Wark Griffith. Eso fue en 1915, el 8 de Febrero si atiendo a los datos que ahora son tan fáciles de conseguir en internet. Durante la proyección, el incipiente director Leo Harrigan se queda sin habla. Acaba de entender lo que va a se el cine como lenguaje y espectáculo. A la salida, el personaje de Brian Keith, H. H. Cobb, que aba de atisbar lo que va a ser el cine en adelante, como espectáculo y como negocio dice 2Los Nickelodeon, los cines de 5 centavos tienen los días contados. Desde hoy, grandes películas, largas, con grandes historias y grandes salas de cine para verlas". Tenía razón, lo que pasa es que el modelo creado más o menos en aquella época, y que ha sobervivido con cambios más o menos para ir adaptándose, pero que sigue siendo básicamente el mismo, hace literalmente aguas en ese siglo XXI del que llevamos ya 13 años.
Hacen falta ya visionarios como aquellos, porque, el problema, es que el siglo XXI llegó hace tiempo con sus propias reglas. Sobre esto seguiremos reflexionando una y otra vez, las veces que haga falta. Mientras, me pregunto de nuevo porqué, Nickelodeon, que aquí en España se título "Así empezó Hollywood, en castellano y con subtítulos, no está editada en nuestro país y si, curiosamente, en Alemania en edición internacional. De forma que quien quiera puede conseguirla sin grandes dificultades y descubrir (o corroborar) dos cosas: la primera que el cine es un arte sustentado en un importante entramado industrial, entonces y ahora. Y la segunda es que es un oficio eminentemente romántico. Para los más exigentes, la copia disponible en Estados Unidos, añade la versión de la película en Blanco y Negro, tal y como la ideó su director, Peter Bogdanovich. Creo que no voy a ser capaz de resistirme.
Continuará...
@Gerardo_DDC
herrer dijo
Asi que del nombre de la moneda "Nickel" viene ese nombre, no tenia ni idea!!
Excelente articulo, muy sincero y sobre todo critico con las realidades del Cine de hoy.
En mi país las salas de cine se mudaron de locales comunes y centricos a Centros Comerciales. Con esto, no cualquiera va al cine ahora. Por esto, entiendo perfectamente el espiritu que se perdio en este nuevo siglo.