10 posts con categoría "Música"

Road Movies, (O movies on the road)

Me llaman de Casa América (@casamerica ) y me preguntan si quiero participar en una mesa redonda sobre las "Road Movies"  organizado en colaboración con la Embajada de Estados Unidos, y un pequeño ciclo compuesto por cuatro películas de ficción que he visto, alguna muchas veces, "Sucedió una noche", "Easy Rider", "Luna de papel" y "Pequeña Miss Sunshine" y un documental, que no había visto, sobre el viaje en autobús de un puñado de idealistas, luchadores por los derechos civiles, desde Washington a New Orleans, en 1961: "Freedom Riders".

   

Tardo menos de un segundo en contestar que sí, mientras siento la avalancha de recuerdos de eso que llamamos desde no sé cuando con ese término tan evocador, al menos, desde luego, para mí. Trato de evitar lo fácil, que es tirar de wikipedia, IMDB y demás shortcuts al alcance de la mano hoy día, y simplemente recordar esas sensaciones, y pensar en que puedo yo decir en base a ello. Me asaltan imágenes, momentos y sensaciones de maravillosas road movies que me acompañan desde que las vi, “The grapes of wrath”, “You only live once” o “They live by night”,  "Two lane blacktop", "Duel", “Vanishing point”, y su muy parecida historia en forma de westren que fue “Bite the bullet”, ( título también, por cierto, de una canción de Niel Young) “The Straight Story” o “Into the wild”, o tantos y tantos westerns y tantas canciones de Dylan o Springsteen que son auténticas road movies.

  

Me viene a la cabeza una y otra vez esa novela maravillosa que es "On the road", de Jack Kerouack, título seminal que de alguna forma viene a resumir todo lo que significan las road movies, y como cinéfilo irredento que soy no puedo evitar referirme a su encomiable pero no exitosa adaptación reciente por Walter Salles, con producción de Francis Coppola, y sobre todo a una película muy hermosa que aquí conocimos como "Generación perdida" y que en original se llamó "Heart Beat" que de alguna forma contaba mucho mejor todo el espíritu de aventura, de viajar y de conocer que se respiraba en la novela de Kerouak, con una fantástica fotografía de Lazslo Kovaks, que como se verá, aparecerá en más de una ocasión en esta historia de carretera.

 

 

En realidad, me gusta pensar que la vida es en sí misma una road movie, y que por eso las road movies nos llegan tanto. Al menos en mi caso. No sé si será porque hago cada día un mínimo de 100 km en coche, escuchando  mi propia banda sonora. Y pienso que mi educación sentimental en esto del cine, estuvo conformada en buena medida por películas de ese tipo. Y aunque hoy no puedo presumir de ser el lector que fui, y en eso entono mi mea culpa con la excusa del poco tiempo que tengo, creo que la evocación de esos sentimientos que el término "road movie" hace aflorar, hay que buscarlos en la esencia misma del hombre, o del ser humano, como se dice ahora,  y en Homero y en sus retratos de aquellos héroes, con Ulises a la cabeza, que vivían sus aventuras en aquellos viajes desde y hasta Itaca.

  

¿No es una road movie La odisea? ¿No es una road movie El Quijote? Yo creo que sí. El viaje y el camino como catarsis, están presentes desde que un ser humano supo que quería contar una historia y otros que querían que se las contasen.

  

Llegó el siglo XX, y con él dos inventos maravillosos que definen ese siglo como pocas otras cosas, y que estaban destinados a entenderse: el cine, y el automóvil. Por decir más, ambos inventos prodigiosos, alcanzaron un desarrollo excepcional en un país nuevo y prospero como nunca hasta entonces en la historia de la humanidad, y que estaba destinado a erigirse tras la segunda guerra mundial como la primera potencia mundial. me viene ahora a la memoria una película como "Rebelde sin causa", en la que, como casi todo el  mundo sabrá, aparecía Dennis Hopper como uno de los amigos del protagonista James Dean, el "rebelde sin causa" por excelencia. En la película, de 1955, el coche es uno más de los protagonistas, como por otro lado ha sucedido siempre en el cine norteamericano. Lo importante es que la forma de relacionarse con el automóvil por parte de aquellos jóvenes protagonistas, no tenía, evidentemente, parangón con la que pudieran tener cualquieras otros jóvenes de cualquier otros país con el automóvil. Un remedo de aquella la veíamos en una película llena de nostalgia como fue "American Graffitti". Lo que quiero decir es que el coche, ha sido siempre parte del paisaje en la sociedad norteamericana.

  

 

Hoy se nos olvida que el cine fue calificado como "el arte del siglo XX". Más allá de su condición de medio narrativo para contar historias, siguiendo la tradición y la necesidad de todos de fascinarnos con ellas, el cine hizo en el siglo XX algo que ningún otro arte había hecho hasta entonces: ser testigo de su tiempo, dejar para el futuro todo un mundo de evidencias.  El cine triunfó en todo el mundo, y en particular en Estados Unidos, porque, aun siendo mudo o silente, o precisamente por ello, podía llegar a todos aquellos inmigrantes de todo tipo, origen y condición que llegaban al nuevo mundo y aún no sabían el idioma. Parecía normal que el cine, ese nuevo arte, y el automóvil, ese nuevo y moderno medio de transporte se encontrarán y decidieran buscar juntos su destino.

  

En realidad, siempre he pensado que muchos westerns son road movies, y vice versa. Da igual que se en coche, en tren, en moto, en autobús o a caballo. El viaje es el viaje, y como decía Machado, "se hace camino al andar". Pienso en westerns como "Stagecoach", "Two rode together", "Red River", "Wagonmaster", "The Naked spur" o "Ride the high country", por poner solo unos ejemplos, y puedo imaginármelos en términos de "road movie" como tal, eso es, con un coche, moto o autobús. Porque lo que en ellas importa no es tanto como se hace ese viaje sino lo que sucede durante el mismo a los protagonistas de esas historias. El caso de "Stagecoach" es significativo, al estar basada en un relato, "diligencia para Lordsburg" que a su vez se basaba en un relato de Guy de Maupassant, "Bola de sebo". Es una forma de cerrar el círculo, pienso.

  

Del mismo modo, siempre he pensado que "Easy Rider" era todo un western lirico y salvaje, y que podía haberse llamado también "dos cabalgan juntos" (two rode together) o "vivir su vida". También he de reconocer que siendo como soy virulentamente reacio en general a los títulos traducidos, ese "Buscando mi destino" con el que la conocimos en España, no me resulta desagradable. Sin embargo, lo amplio de los significados de "Easy Rider" me parece mucho más evocador. 

  

"Easy Rider", película mítica donde las haya, "road movie" con todas las de la ley, película independiente que recaudó 100 veces su coste, y sin duda hija de su tiempo, una película de eso que llamamos, como a algunas canciones escogidas "generacional". Me confieso hijo del rock, y quiero creer que todo lo que nos llega de "Easy Rider" estaba esbozado en 3 palabras de esa hermosa canción, sin duda generacional, que es "San Francisco", de John Philips e inmortalizada por Scott Mackenzie: "people in motion", insertadas en una estrofa aún más reveladora de unos tiempos que, ya sin duda, estaban cambiando:

 

All across the nation such a strange vibration
People in motion
There's a whole generation with a new explanation
People in motion people in motion

  

De modo que lo que hacían los personajes del rebelde con causa Dennis Hopper, Billy, y Peter Fonda, "Capitán América" o Wyatt, director el primero de la película, y coguionista junto al segundo, era precisamente moverse, respirar, vivir. Aquellos eran tiempos complicados y es fácil olvidar el contexto en el que sucedían las cosas. la guerra fría, La guerra de Vietnam, los magnicidios de los hermanos Kennedy y Martin Luther King en apenas 5 años, la carrera espacial, la contracultura, el movimiento hippie, la necesidad de una parte importante de la población, en particular de los nacidos después de la segunda guerra mundial de ver y vivir el mundo de otra manera, tenían que tener reflejo en el cine. Probablemente "Easy Rider" fue la película adecuada en el momento adecuado. Su arrebatadoras canciones, que son algo más que su banda sonora, hacen inolvidables los momentos en los que suenan. ¿no es significativo que los créditos de la película se vean mientras se escucha el "Born to be wild" de Steepenwolf? (looking for adventure….) . ¿No es también significativo que "The weight" de The Band suene haciendo parecer más liviano el peso del viaje por las carreteras infinitas de los dos protagonistas? (I just need some place where I can lay my head)  

 

¿Y no es significativo que el tema de los Byrds "Wasn´t born to follow" sea también protagonista destacado en una de las cabalgadas de esos dos modernos centauros? (Run across the valley beneath the sacred mountain and Wander through the forest)

  

Podría decir ahora lo que de un tiempo a esta parte se ha convertido en una especie de lugar común: que la película no es tanto, que ha envejecido mal, que está my mal realizada. Pues no. Yo, salvo la secuencia del "trippy", que ya me pareció pesada en su día, la salvo de comienzo a fin. Me parece eso que he dicho antes, una película generacional, y eso puede decirse de muy pocas película, como también de muy pocas canciones. A m me parece que captó como pocas veces ha sucedido, el sentir de una generación. Por eso, nunca envejecerá.

 

El ciclo se completa con otras tres películas escogidas con buen sentido de entre el gran número de película de eso que conocemos como "road movies". En realidad la elección sirve para darnos cuenta de lo muy mezclado que está el género propiamente dicho, con otros.

  

Así, vemos la mezcla con la comedia romántica en esa joya que fue es y será "Sucedió una noche", del hombre que primero puso su nombre antes que el título, Frank Capra, ese hijo de inmigrantes italianos, que estudió ingeniería química en la misma universidad en la que limpiaba por las noches para poder pagar sus estudios, y que comenzó a hacer cine por casualidad. Que Capra no tenía un pelo de tonto lo sabemos desde hace mucho tiempo. Inventó la comedia clásica, dio forma a la función de los personajes secundarios, o "supporting actors", nos enseño a todos que las personas normales que saben que lo son, son, sin saberlo, mejores que las que se creen mejores que los demás; nos alertó contra el fascismo acechante en la sociedad y en los medios de comunicación; y dejo para la historia la crónica de la segunda guerra mundial que fue "Why we fight?" que es imprescindible para entender que pasó.

  

Pero, "Sucedió una noche" era "solo" una comedia romántica, un clásico "chico encuentra chica", y una road movie, con guión del gran Robert Riskin. Ellie, Una niña bien enfadada, con la clase de Claudette Colbert, Peter, un periodista en paro con el porte y las artimañas de Clark Gable, y un gran lio en el que ambos jugaban durante el viaje al gato y al ratón. Ella, niña rica, huye de su padre enfadada por una boda en cierne. El, periodista en paro, se da cuenta de quién es y decide seguirla proponiéndola un trato a cambio de una exclusiva. Alta tensión, y momentos míticos a lo largo de ese viaje en el que los dos se conocerán y cambiaran, como debe ser en toda road movie que se precie. Por cierto, la película fue la primera en ganar los 5 Oscar principales, Clark Gable fue responsable de que se pusiera de moda no llevar camiseta interior, y esa zanahoria en sus manos inspiró no poco al que sería el "único conejo ganador de un Oscar".

  

"Sucedió una noche" transcurría durante la Gran Depresión, en 1934. Luna de Papel, el tercero de los títulos del mini ciclo sobre "road movies" fue rodada, en un luminoso blanco y negro que firmaba el Gran Lazslo Kovaks (director de fotografía también de "Easy Ryder", por cierto), en 1973, aunque transcurría de forma indeterminada durante esa misma gran depresión. Peter Bogdanovich, el cineasta que más empeño parecía mostrar de entre aquella generación de cineastas, en reivindicar las esencias del clasicismo del cine norteamericano, hizo una "road movie" muy próxima en su discurrir a un género tan español como es el de la novela picaresca. Un hombre, y una niña, Ryan O´neal y su propia hija, Tatum O´neal, por entonces con 7 años, y sin duda el mejor niño, niña en este caso, que pasó por la pantalla desde que Jackie Coogan fuera "The kid" con Charlie Chaplin.

  

Como buena road movie que es, el argumento aparente, un vendedor de biblias que va recorriendo el país engañando a viudas desamparadas, acaba por ser el telón de fondo de la verdadera historia, que es la que se teje entre dos personajes tan variopintos, como son ese Moses Pray y Addie.

 

La obra de Peter Bogdanovicht es todo una recolección de anécdotas del mundo del cine. Igual que en Nikelodeon podíamos ver cosas que se dicen que pasaron de una u otra forma en el mundo del cine, también se dice que fue el mismo Orson Welles quien le dijo a Peter Bogdanovicht, quien tenía dudas sobre si mantener el título original de la novela, "Addie Pray", que Paper Moon era un excelente título, que estaba inspirado por cierto, por una canción: It's Only a Paper Moon

 

La más reciente de las "road movies" de ficción que podrá verse en este miniciclo es una joyita del moderno cine "indie", "Pequeña Miss Sunshine", el brillante debut como directores de la pareja formada por Jonathan DaytonValerie Faris: El Mcguffin, era la crónica de un viaje familiar para un concurso de misses infantiles. de nuevo, como buena "road movie" que es, el viaje en una vieja forgoneta Wolkswagen de una familia  "disfuncional" (o desestructurada) como se dice hoy día, servirá para lograr lo que las cuatro paredes de su casa no conseguían: unir a tan variopintos miembros en una empresa común, aunque esa sea, reventar un absurdo concurso de belleza infantil. En medio, una madre desbordada, Toni Colette; un padre fracasado que predica el éxito, Gregg Kinnear; un adolescente mudo por decisión propia, Paul Dano; un hermano, o cuñado, según se mire, homosexual que ha intentado suicidarse por mal de amores Steve Carrell; y para colmo, un abuelo libre como un colibrí que interpreta el siempre excelente Alan Arkin. Ah, y esa niña que no responde a los cánones de belleza dictatoriales pero que va a conseguir unir a esa familia que son los Hoover: Olive.

  

Termina el ciclo con un emocionante Documental con mayúsculas: "Freedom Riders", mucho más que una road movie o la crónica del viaje de uno grupo de idealistas, a la vez que tremendamente concienciados, ciudadanos norteamericanos, blancos y negros, que en 1961 decidieron forzar las leyes segregacionistas de los Estados del Sur yendo en autobús desde Whasington a Nueva Orleans. Los protagonistas auténticos de aquel acto heroico nos cuentan aquella historia y como cambió sus vidas y las de los demás, pero lo que vemos sobre todo en el documental es como aquella historia de carretera cambió, o empezó a cambiar si se quiere,  para siempre a un país. Es revelador ver a Robert Kennedy decir: Algún día este país tendrá como presidente a un negro.

 

"Freedom riders", El viaje, el camino, el cambio. nada es al llegar al final del camino como era al salir. Esa es la esencia del vieja, esa es la esencia de las road movies.

Gerardo Sánchez   24.mar.2014 16:09    

Federico Fellini. 20 años después.

 Hoy, 31 de Octubre, se cumplen se cumplen 20 años de la muerte de Federico Fellini. Como con tantos otros cineastas que forman parte de mi vida, no alcanzo a recordar cuando empezó a gustarme Fellini, pero lo que si recuerdo es que, sin duda, fueron sus películas de los 50 las que primero me llegaron. "La strada", "Las noches de Cabiria", "Los inútiles", "Almas sin conciencia". Debo reconocer, aquí y ahora, que cuando yo era más jóven, las películas de Felllini que estabanen boga entre eso tan poco recomendable que son los eruditos, eran películas que yo no alcanzaba a entender. Me refiero a "Fellini 8 y 1/2" o a "La dolce vita", a "Roma" o "El Satiricon"·, por ejemplo, Me daba cuenta, eso si de que eran importantes,o muyimportantes, por como hablaban algunos enteradillos de aquellas películas. Pero yo prefería sin duda "Amarcord", y sin duda "las noches de Cabiria", una de esas películas que he visto decenas de veces y que aún me pone un nudo en la garganta y hace que se me salten las lágrimas.

 

Tengo otro recuerdo imborrable de mi pasado con Fellini: ver en el cine Azul de la Gran Vía madrileña (que hace muchos años que ya no existe) "Y la nave va", y darme cuenta (esto pasa de vez en cuando con algunas películas muy especiales) de que el cine es realmente algo maravilloso. Recuerdo que esa misma semana vi tambien en el cine "Fanny y Alexander", de Ingmar Bergman. Y sentí con ella lo mismo. Joder, si había quien podía hacer películas como esas, ¿que era la inmensa mayoría de las películas que se proyectaban en los cines?.

 

Debo decir que con el tiempo debi hacerme más sabio, porque acabe por caer atrapado por la magia de esas otras películas de Fellini de las que hablaban aquellos eruditos de mi juventud. Se me quitó el complejo porque además, en Annie Hall, Woody Allen se reía de esos pelmas en su famosa secuencia de la cola del cine y Marshall McLuhan. Siempre he pensado que la erudicción sin pasión es más fria que un tempano y más inutil que un botijo en marte.

 

Pero, ya estoy andándome por las ramas, como aquel pobre loco de"Amarcord" que se subía al arbol para gritar "Quiero una mujer!". Fellini fue uno de los primeros en conseguir convertir convertir su apellido en un adjetivo, "felliniano", sinónimo, de exuberante, barroco, desmedido y personal.... Y si bien puede ser cierto, no lo es menos que Federico Fellini fue eso, pero tambien mucho más, porque Fellinini fue un creador original en un mundo de mediocres, y miró siempre con infinita ternura a los seres que creó. Muchos quisieron copiarle, creyendo que el exceso era un estilo, aunque en realidad fuese una muy peculiar visión del mundo, visto a través de los ojos de un hombre grande que en realidad nunca dejó del todo de ser un niño.

 

Ese niño, de nombre Federico Felini, nació y creció en Rimimi, en 1920, y ya desde muy niño manifestó estar dotado de un talento especial para observar el mundo. demodo que orientó sus pasos hacia el mundo de la caricatura y el periodismo. dedicándose a ello en la Italia de los años de la guerra. Meitras dibujaba, trababa amistades esenciales, como la de Roberto Rossellini, con quien coescribiría "Roma, Ciudad Abierta" o "Paisa". Fue Rossellini quien le hizo descubrir el potencial expresivo del cine, mientras escribía guiones para la radio, casandose con Giulietta Masina, actriz, y desde entonces, compañera inseparable hasta la muerte.

Tras escribir varios guiones para Alberto Lattuada, codirigió con el "Luces de Variedades", tras la cual pareció estar listo para dar el salto.

 

Con "El jeque blanco" una tierna mirada sobre el mundo de las fotonovelas, en la que aparece por primera vez Cabiria, la prostituta de buen corazon, comenzaba su carrera como director. Woddy Allen hacía algo más que homenajearla en su reciente "A Roma con amor", y "Los inútiles" era una mirada nostálgica, inequivocamente felliniana, sobre unos mediocres adolescentes provincianos.

 

Tras estas dos priemeras películas, Fellini rodó sucesivamente tres obras maestras. "La Strada" era la triste historia de Gelsomina, Giulieta Massina, una desvalida muchacha sometida a la voluntad de un saltimbanqui, el bruto Zampanó.

 

"Il Bidone", o sea, "Almas sin conciencia", trataba sobre un viejo ladrón que moría abandonado por sus cómplices cuando intentaba recuperar su autoestima

Y en "Las noches de Cabiria", la última de las tres, contaba la triste historia de una prostituta de buen corazón, Cabiria, a la que nos había presentado fugazmente en "El jeque Blanco". Cabiria era de nuevo Giulieta Massina,una buena y humilde mujer a la que todos engañan, pero a quienes ella nunca será capaz de odiar.

 

Con Cabiria, y su personaje tremendamente humano, casi un charlot femenino, acababa Fellini una etapa marcada por la influencia del neorrealismo. A partir de entonces, su cine se haría más complejo, reflejando un mundo urbano sin conciencia, más sofisticado, frivolo y decadente.

Se suceden "La dolce vita", retrato de una burguesía decadente, gran escándalo en su época, condenada por el Vaticano y con alguno de esos momentos irrepetibles en la historia del cine. "Boccacio 70", y Fellini 8 y medio, una película de encrucijada, compleja y personal, sobre las angustias personales y creativas de un director de cine que ha servido de inspiración a no pocos artistas, desde Bob Fosse a Woody Allen.

 

 "Giulietta de los espíritus" era a la vez un homejaje a su mujer, Giulieta Massina, y una disgresión sobre la esencial figura de la mujer, a la que sucedió "Toby Damnit", fantástica adaptación de un relado de Poe, de nuevo en una película colectiva , y "El Satiricon", recreacion ensoñada del mundo antiguo. Despues, retrató uno de sus mundos soñados, el circo, en "Los payasos" y luego, "Roma", una personal visión onírica de la ciudad eterna.

 

"Amarcord" fue una vuelta a la adolescencia soñada en su Rimimi natal. Ese mundo entre recordado e inventado en el que cabían todas las fantasías de su creador, orondas y apetecibles mujeres y adolescentes ansiosos de descubrir un mundo que aún no son capaces de comprender.

 

Luego, El "Casanova", de Fellini era una turbadora mirada sobre el mitico amante veneciano en su decadencia. Una mirada que no era diferente de aquella que nos ofrecía sobre Gelsomina o Cabiria. Al igual que aquellas, Casanova es un personaje desvalido luchando contra su propio destino, en este caso, cansado de su propio mito.

 

 A "Ensayo de orquesta", una parábola sobre el orden y el caos, y sutil homenaje a su amigo, el gran Nino Rota, le siguió "La ciudad de las mujeres", enigmática película sobre la soledad del hombre, las mujeres como fuerza, y de nuevo, las angustias del creador a través de su alter ego, Snáporaz, interpretado por Marcello Mastroiani.

 

"Y la nave va" fue, no solamente, una especie de testamento cinematográfico, sino además, una hermosísima pelicula de sabor añejo y fúnebre, sobre un hermoso mundo que se desmoronaba, y en el que las cosas parecían destinadas a ir irremisiblemente a peor. aunque aun le quedarían fuerzas para rodar un homenaje a sus dos actores fetiches. Su mujer, Giulieta Massina, y su y amigo (y alter ego), Marcello Mastroiani. "Ginger y Fred" era un entrañable homenaje a los humildes artistas olvidados y arrasados por la vulgaridad de unos tiempos en los que la televisión y la mediocridad que la rodea no perdonan.

 

Y además, quedaban "La Intervista", un falso documental sobre el mismo Fellini y su obra, en el que otra vez daba suelta a sus temores y fantasias, evocando imágenes del pasado y "La voz de la luna", su última película, que apenas si pudo estrenarse fuera de Italia, notable paradoja para quien había sido un cineasta universal y había ganado 4 Oscars.

 

Federico Fellini murió el 31 de Octubre de 1993. El tiempo no fue gentil con él. En sus últimos años clamaba contra la vulgaridad mercantilista de cortar las peículas con publicidad en su paso por televisión. Nos dejó su intensa mirada de un niño grande, entre asombrada y divertida. Un niño soñador que recreó el mundo de ficción de sus películas de entre sus recuerdos y fantasías, reales o inventadas, siempre con una mirada tierna hacia sus personajes. Difícil escoger alguno de entre tantos soñados por él: aquella Gelsomina, impagable Giulietta Massina, tratando de obecer al bruto Zampanó, o aquella tierna prostituta, Cabiria, imposible vendedora de un amor que daba gratis a raudales. Esa era Cabiria, engañada perpetua, amable siempre, para siempre el rostro de Giulieta Massina, su musa, su mujer, su esposa y compañera inseparable durante 50 años.

 

Giulietta no quiso sobrevir a Federico más que apenas 5 meses. Murio de pena. No quiso dejarle vagar solo, desamparado, como sus personajes, por un cielo que sin duda se parecería mucho a esos mundos de decorados en carton piedra, de mares de plástico, de barcos inmensos, de mujeres exuberantes y prostitutas de buen corazón en el que sin duda sonaría la hermosísima música de su amigo Nino Rota.

 

Continuará

@Gerardo_DDC

Gerardo Sánchez   31.oct.2013 16:48    

De Gravity a 2001 (o al revés)

Veía esta semana Gravity tras esperarla ansiosamente. A mi estas cosas del espacio siempre me han gustado. ¡Yo quería ser astronauta de pequeño!. Y aún quiero serlo. Si mañana me dijeran si me subía a una Soyuz o a un Discovery lo hacía sin dudar un solo segundo. El caso es que desde pequeño me fascinaban estas cosas, y claro, las películas tambien. En Gravity redescubro a Alfonso Cuarón un director que desde que "La princesita" unas navidades por televisión, me encanta. No he visto ninguna pelicula suya mala. Ni siquiera su aportación a Harry Potter, la única de la saga en la que no he tenido que luchar para no echar una cabezada. Es Gravity una de esas películas que tienen lo que una buena película tiene que tener, como bien sabía Kurosawa: un buen guión. Que luego pase a 600 kilómetros d ela tierra, en el espacio, y esté rodada en 3D es absolutamente secundario. La película nos cuenta una historia de supervivencia y un viaje interior ejemplar. Por resumir, esos dos que se quedan solos ahí arriba están interpretados por George Clooney, cuyo personaje está inspirado en el protagonsita de "Punto límite cero" (Vanishing point, yo como siempre, epatando con los títulos en inglés) y una estupenda Sandra Bullock, podrían vivir esa experiencia en una montaña, una selva, el mar, o el desierto. Los trajes espaciales y la tierra al fondo, la ISS o la chatarra espacial son un decorado fascinante, pero que en realidad no es lo principal en esta película.

 

Es curioso como muchas de las cosas que vemos (y escuchamos, o no) en Gravity son deudoras de 2001. Por un lado, hace tiempo que es evidente que Kubrick (y Arthur C. Clarrk) fue un tanto generoso con la humanidad al pensar que en el año 2001 ibamos a ser capaces de tener una tecnología (y tan pulcra) como la que se ve en la película. Por otro lado, ya sabemos de sobra que los espacios que el ser humano ha podido construir para habitarlos por ahi arriba son mucho menos luminosos y pulcros que que los que nos mostraba Kubrick en 2001. Por cierto, yo leí la novela de Arthur C. Clark, basada en la película para la cual había escrito el guión, un montón de veces antes de ver la película finalmente en cine en España. Recuerdo bien que cuando yo pude verla fue tras el éxito de La Guerra de las Galaxias. Y recuerdo que en el cine había un cartel (un affiche) en el que George Lucas decía que 2001 era la película que él hubiera querido hacer. Obviamente 2001 y Star Wars no tenían nada que que ver, salvo las estrellas y el hecho de haber naves espaciales. Con el tiempo vi 2001 muchas muchas veces. Y cuando digo muchas estoy hablando de 40 0 50 veces. Siempre fascinado, tras haber leído el libro tantas y tantas veces y haber leído tanto y tanto sobre la película, pero sin haberla visto (estas cosas eran normales hace tiempo). Recuerdo que una de las veces la vi en un cine de mi barrio con los rollos cambiados, y alguien delante mío que no se enteraba de nada decía: "a mi me han dicho que es una película muy rara". Otra vez, lo juro, había una rata que cruzaba por la sala cada cierto tiempo. Vi la película con los pies en alto. Pero algo estaba claro y llamaba la atenció, y era como Kubrick contaba su historia, tanto desde el punto de vista visual (no se donde acabaría, pero durante muchos años tuve un "american cinematographer", la revista de los directores de fotografía de la ASC, en la que se contaba "todo" sobr eel rodaje de 2001) como desde el punto de vista sonoro.

 

Más allá de las músicas de los dos Strauss, tras desechar el OST que compuso Alex North, Kubrick estaba muy bien asesorado sobre cosas tan evidentes (hoy día) como que en el espacio no se propaga el sonido. Fruto de esa evidencia científica, Kubrick nos ofrecía alguno momentos magníficos de silencios absolutos. Cuando he visto Gravity, me he dado cuenta de cuan aplicado es Alfonso Cuaron, y que bien ha aprendido las lecciones de un maestro como Kubrick. Ya lo dijo Bresson: el cine sonoro ha inventado el silencio.

Como decía Buzz Lightyear:

To infinite... and beyond

Continuará

@Gerardo_DDC

Gerardo Sánchez    3.oct.2013 19:55    

Un post muy pop

Hoy recordaba junto a mis amigos Antonio Moreno y Alberto Bermejo (que andan con una entrevista a cuenta del cine “pop” español, para un programa que se emitirá antes de fin de año y que será una maravilla, seguro), aquel final de aquella película de los Bravos que se llamó “Dame un poco de amoooooooor”, por la canción “Bring a Little lovin´”. Una joya, por cierto, de ese pop español que no se mereció su escasa presencia en el panorama internacional (pero esa es otra historia y no es para hoy)

 

Todo el mundo da por hecho que Richard Lester es el inventor del cine “pop” con sus películas con los Beatles. “A hard day´s night” y “Help!” Tambien está más o menos establecido como oficial que eso que conocemos como “videoclip” surgió de las secuencias musicales de esas películas. Luego, claro, hubo otros acercamientos.


El mismo Antonioni firmó una de las cumbres del cine pop, aunque dada su condición de autor, fue, claro, algo más “Blow up”, con aquella fantasmagórica aparición de los Yarbirds tocando “Stroll On”, una especie de auto-versión de “Train Kept A-Rollin'. ¡Qué buenos recuerdos me trae esa película maravillosa, llena de silencios asfixiantes y con esa secuencia antológica.

 

Pero a lo que iba. “Bring a Little Lovin´” es una de esas canciones fantásticas que grabaran Los Bravos en Londres.

 

Esa canción dio título a su segunda película. La primera, “Los chicos con las chicas”, estaba firmada por Javier Aguirre.

 

Esta segunda, también hecha a imagen y semejanza de las de los Beatles, estaba firmada por José María Forqué. La película está editada en DVD por Divisa, de modo que aconsejo a cualquiera que la vea. No solo las canciones son estupendas (la historia, no voy a engañar a nadie, es una tontería), sino que en la película hay unas secuencias animadas que son de lo mejor que el pop ha dado al cine, no solo dentro de nuestras fronteras, sino de todo el mundo. 

 

Aquellas secuencias, que hoy siguen asombrándonos, las firmó Francisco Macián, a quien también debemos aquellos dibujos con los que nos invitaban a ir a la cama la familia Telerin (Ojo, en TVE).

 

 Aquella técnica la bautizó el español que fue Francisco Macián como  Technofantasy, técnica que tras ser adoptada por el cineasta americano Ralph Bakshi para su adaptación animada de “El señor de los anillos” se conoce en el mundo entero como “Rotoscopia”.

 

No quiero dejar de hablar en esta “popentrada”, que no “postentrada”, de la joya del cine pop español: “1, 2, 3 al escondite inglés”, de Iván Zulueta. Este si que era “pop” de verdad, a diferencia de Javier Aguirre y José María Forqué. Y esa película queda como el brillante retrato musical de una época que incluso en España fue irrepetible.

 

 

 

¿Sabéis cual es la diferencia entre España y otros países “de nuestro entorno”?. Pues además de que el ejercicio de la dimisión y la transparencia en la política no se nos da igual de bien, en cualquier otro país, USA, Reino Unido, Francia… esta película sería conocida masivamente, habría conocido una edición en DVD y Blu Ray como se merece.  Pero España... ha sido y es diferente. Ya me lo estoy imaginando. Un jugoso digipack, lleno de fotografías y diseños de Iván Zulueta, con una copia restaurada en un color maravilloso, y por supuesto con la fabulosa Banda Sonora de la película, que es, si me permitís decirlo (como diría Sam Goldwin) en dos palabras: Impres- Cindible.

Aún confío en que España algún dìa será como  creemos que debería ser. Como decía otro, “Puedes pensar que soy un soñador, pero no soy el único”.

 

Continuará…

@Gerardo_DDC

Categorías: Cine , Directores , Música

Gerardo Sánchez   17.jul.2013 10:12    

Como gusteis.

Como gusteis, "as you like it" era el título de una comedia de Shakespeare que me viene al pelo para el post de hoy

El otro día me mandaban los chicos de Avalon, Cecilia y Manuel una nota de prensa, entusiasmados, sabiendo que iba a recibirla yo con mi propio entusiasmo.  Y no es sólo que sepan que soy fan incondicional de “Searching for sugar man”, que era el origen de la nota de prensa que podeis ver aquí:

http://www.avalon.me/noticias/hemeroteca/sugar-man-en-cines-vod-y-home-video

La cuestión es, por resumirla brevemente, que “Searching for sugar man” sigue exhibiéndose en 17 salas de toda España, y que sus espectadores AUMENTAN cada semana.

 

 

Una buena noticia acompañada de otra mejor: desde hace un mes, la película está disponible en DVD y Blu Ray, en alquiler o en venta.  Y se está vendiendo y alquilando muy bien.

Y como no hay dos sin tres, desde hace unas semanas, la película está también en VOD, o sea, “Video on demand” y es, en uno de los portales más importantes como es Filmin, la película más vista.

http://www.filmin.es/

Todo esto ¿Qué significa?  ¿Por qué estaban seguros Manuel y Cecilia (de Avalon) que me iba a interesar tanto. De hecho, me interesó tanto que comaprtí su nota de prensa con datos mucho más concretros en twitter, y de hecho hicimos una pieza para el programa de esta semana. Lamentablemente, el amigo Gandolfini se ha llevado por delante esa pieza, y 3 más (algunas las recuperaremos  la semana que viene). Como diría Rodriguez:  I Wonder...

 

Hemos dedicado (y dedicaremos a estos problemas) varios reportajes en Días de Cine. Estamos ahora preparando otro. Este, (sin "embeber", disculpad), es del pasado año, con la subida del IVA reciente, y el tema de "Carmina o revienta" sobre la mesa:

http://www.rtve.es/alacarta/videos/dias-de-cine/dias-cine-crisis-del-cine-espanol/1411082/

Yo soy de los que piensan (y además puedo comprobarlo cada semana) que en España se produce una paradoja. Cada semana hablamos en Días de Cine de películas (también en otros medios, no seamos egocéntricos) de títulos que no van a poder verse en muchos sitios de España, en donde por el contrario si puede verse el programa o pueden comprarse revistas de cine. ¿Recordais "Carmina o revienta" y la enorme controversia causada en el sector por el empeño de su director en estrenarla de forma simultáneaen diversas plataforamas? (aquí podeis ver el reportaje de DDC, sin "embeber")

http://www.rtve.es/alacarta/videos/dias-de-cine/dias-cine-carmina-revienta/1456223/

La cuestión, en pocas palabras (y sobre esto hay mucho de qué hablar) es que existe una demanda objetiva de contenidos cinematográficos (en adelante. Películas) y un déficit por parte de la industria en como satisfacer esa demanda (sobre esto, también, hay mucho que hablar).

Yo soy de los que creen, y los resultados de “Searching for sugar man” me lo corroboran, así como otras experiencias similares, que hoy día es absurdo dividir la oferta cinematográfica en ventanas (más o menos) excluyentes. Creo que hay público para todas las formas de ver una película. Hay quien quiere ir a una sala (si en su localidad hay una sala). Hay quien le gusta comprar películas (yo soy uno de esos, y también voy al cine) Hay quien no quiere comprar y si alquilar. Y hay quien no quiere ni de lejos ningún soporte y prefiere el “streaming”.  Por el contrario, me consta que las salas no quieren ni oir hablar de que a la vez se puedan ver películas en otro sitio que no sea el cine tradicional. Que los videoclubs no quieren ni oír hablar de comprar una película (o verla “on demand”) al mismo tiempo que puede alquilarse… en fín, la historia de siempre. Pero…

No conviene olvidar una cosa que es mucho más que una realidad: si no se ofrece una alternativa legal y “a tiempo” de ver una película, hoy, en 2013, cualquiera que quiera verla lo va a poder hacer de forma pirata.  O sea que en mi opinión, ese podría ser el camino. Para saberlo, no hay más que andarlo. Sin miedo. El mundo, la gente, los espectadores potenciales, están pidiendo a gritos ver películas "as they like it". Pero el mundo no es el de hace 30 años. ¿Quién dijo miedo? No hagais caso de Alice Cooper.

 

To be continued...

@Gerardo_DDC

 

Categorías: Actualidad , Cine , Estrenos , Música

Gerardo Sánchez   21.jun.2013 13:24    

Woke up this morning..

 

Así empezaba la sintonía de Los Soprano, con esa canción de Alabanma 3 y viendo a un tipo conduciendo resuelto un coche y fumando un puro mientras de fondo vemos el sueño américano.  

Esa canción es lo primero que me ha venido a la cabeza esta mañana cuando me he enterado, al levantarme y echar el primer vistazo del día al mundo a través de esa ventana que es ya el Smartphone, que Tony Soprano, bueno, mejor dicho, James Gandolfini, había fallecido.

Mientras me ponía como loco a buscar material en casa para poder hacer en Días de Cine hoy la pertinente reseña, (así es como podemos responder en el programa, por nuestros fondos documentales y nuestra disposición, “at any time”) recordaba, en aluvión, imágenes e imágenes de Gandolfini.

Debo decir que yo era de esos que consideraba la ficción televisiva como algo menor. Una especie de divertimento para gente “menos inquieta” que yo. Pero como también soy muy inquieto, decidí dar en su día una oportunidad a esa serie de la que todo el  mundo hablaba. Carlos Boyero, incluso, decía que en su lista de las 10 mejores películas de la historia del cine, figuraba Los Soprano.

Y la vi. Y por supuesto, cambié de opinión. Y ya nada volvió a ser lo mismo. Me encanta el cine, faltaría más. He visto miles de películas. Pero reconozco que eso que tienen las grandes series, como “Los Soprano”, no parece estar al alcance de la mayor parte del cine que vemos últimamente. Pero esa es otra historia, (sobre la que otro día hablaremos). y al César, lo que es del César.

Peo volvamos al principio. A James Gandolfini, el  actor. La primera vez que le ví fue en un papel secundario en una película que me encanta. “True Romance”, o “amor a quemarropa” entre nosotros. Lo de mi empeño en poner siempre los títulos originales (que es algo que me pregunta mucha gente) es por una especie de manía. Simplemente me gustan más (la inmensa mayoría de las veces). En “true romance”  hacía de un matón que daba una paliza inmensa a Patricia Arquette. Y ya entonces mostraba maneras únicas. Un tipo con poco pelo, más bien gordo (no tanto como llegó a estar) pero con algo que atraía nuestra mirada. La voz, la forma de hablar, de moverse. El desparpajo para argumentar su condición de matón…

 En el cine siempre se recluyó en unos papeles que eran más secundarios que principales, pero siempre los marcó a fuego con su presencia. No recuerdo una mala interpretación suya en ninguna de sus películas. Ya fuera totalmente fugaz, ya con más papel. Le vimos en “Perdita Durango”, donde le dirigió Alex de la Iglesia, y también en papeles de mayor o menor entidad, en “All the president´s men” “A civil action”, “Fallen”, “lonely Hearts”,  y más recientemente en “In the loop” y “Zero dark Thirty” o “Killing them softly”-. Recuerdo que en esta última, una película que me encantó el pasado año, le veía ya inmensamente gordo, haciendo el  papel de asesino a sueldo, y bebiendo como un cosaco y pensaba que me parecía enormemente real su actuación. Me preguntaba si no sería así en la vida real y si no sería esa gordura inmensa algo que pudiera darle un disgusto.

Tengo pendiente de ver una de las últimas películas donde apareció: “Not fade away”, dirigida por el creador de Los Soprano, David Chase, para HBO. Me interesa mucho por tener como tema la evolución de un conjunto de New Jersey en los años 60 que tiene a los Beatles y a Los Rolling Stones como inspiración. James Gandolfini es el padre de uno de los chicos. Siendo como soy Beatlemano irredento, Stoniano vocacional, y un rockero fustrado (en realidad, lo que soy es una estrella del rock and roll no reconocida) ¿Qué más se puede pedir?

 

Los Soprano, y HBO, redefinieron, creo, lo que era contar una historia. Como bien le dice el psiquiatra de la psiquiatra, esto es el personaje de Peter Bogdanovich a la Doctora Melfi, Tony Soprano es un sociópata. Un gánster de New Jersey al que vemos, y eso es lo sorprendente, en su vida cotidiana. No es solo que tenga ataques de pánico por ansiedad. Es que además. Le vemos enfadarse con sus hijos por no cumplir en el colegio. Si tras una bronca por faltar a clase hay que cargarse a alguien, pues va Tony Soprano y se lo carga.  

Vemos en los Soprano a un tipo amoral hasta extremos insospechados, y que a la vez es el único capaz de decir a un fulano en un restaurante que no es educado comer con la gorra puesta. O sea, lo que todos querríamos poder haber hecho alguna vez. Un tipo (casi) leal con sus amigos, y con esa doctora Melfi, Lorraine Bracco, a la que confía su alma llena de vericuetos de maldad, y aunque para ello la hable a través de metáforas que reflejan su vida cotidiana. Sus amantes, sus asesinatos, sus trapicheos, sus trapos sucios. Será Tony Soprano, el único capaz de hacer justicia cuando la doctora sea violada salvajemente. Y será ella quien decidirá no dejarse contaminar por esa justicia deseada, pero sin duda imposible de asumir.

Tony Soprano no eligió ser un gánster. Heredó el cargo de su padre, Johnny, igual que otros heredan una notaría, una ferretería, una panadería o una empresa de pompas fúnebres. Y en eso es como Vito Corleone,o mejor, como Michael. Mucha es la gente que depende de él. Y no puede uno apartarse del camino. Como los héroes clásicos, no hay otra, y es lo que es.  A fin de cuentas, no hay que ser demasiado inteligente para darse cuenta que las batallas de su clan contra el de Johnny Saks u otros mafiosos, no difieren mucho de las actuaciones de otras instituciones de mejor nombre, supuestamente hablando. Lo que me recuerda a Michael Corleone diciéndole en El Padrino a su chica, Kay Adams  “¿quién es la ingenua?”.

Larga vida a James Gandolfini, un gordo genial. Sus compañeros de fatigas en Los Soprano, Chris Moltisanti (a pesar de todo), Pauli, Silvio Dante (El gran Steven Van Zandt), Carmela, su hija Medow, tan idealista como pragmática, y su tarambana hijo, Anthony Junior, tendrán un pensamiento para él.

Yo me iría a tomarme una copa a su salud al Bada Bing, a impregnarme de ese olor a juego sucio. También al Crazy Horse, ese local que puso la novia de Chris a mayor gloria de mi admirado Neil Young.

Cuando Little Stevie dejo la E Street Band (banda de New Jersey, of course) Bruce Springsteen le despidió poniendo en el disco “Born in the USA” una frase que voy a robar vilmente para despedirme de James Gandolfini:

 Buon viaggio mio fratello

Aquí, y ahora, el reportaje de anoche de Días de Cine.

 

 

@Gerardo_DDC

Categorías: Actores , Actualidad , Cine , Estrenos , Música

Gerardo Sánchez   20.jun.2013 10:58    

10 años sin Gregory Peck

Veo en la web de TVE, con un vídeo de Días de Cine, que hoy se cumplen 10 años de la muerte del gran Gregory Peck.

 

 Lo pongo en nuestro facebook,  e inmediatamente un seguidor pone “Horizontes de Grandeza”. Yo recuerdo con nitidez el día que por primera vez vi "Horizontes de Grandeza". The Big Country en original (tengo una enfermiza manía por los títulos originales).

 

Fue en la Filmoteca Nacional, un verano (¿del 80?) en el que tocaba un ciclo sobre el Western (otro verano fue el cine negro y otro el musical americano), y cada día veía 3 o 4 de esas maravillosas películas. Había días especiales, claro, si tocaban peliculones como este. El scope que le venía como un guante, la música de Jerome Moross que se te queda grabada para siempre, esos actorazos, Gregory Peck, Charlton Heston, Jean Simmons, Carrol Baker, Burl Ives o Charles Bickford. Y además estaba una realización asombrosa de William Wyler, un director fabuloso a quien debo una de mis películas favoritas (tengo muchas) de siempre como es “The best years of our lives”.

 

Wyler ha sido con frecuencia infravalorado, por nada más que confundirle con otro grande como fue Billy Wilder.

Todo esto viene a cuento porque creo que fue la primera vez que yo veía en una sala de cine llena a reventar, aplaudir a rabiar al final durante un buen rato. Los buenos ganaban, y el plano final con aquella música te dejaba sin aliento.

Sólo puedo decir que no recuerdo una mala película de Gregory Peck. Y que su Aticus Finch y “To kill a mockingbird” es otra de esas películas que tengo metidas en lo más profundo de mis recuerdos.

Continaurá

@Gerardo_DDC

Categorías: Actores , Cine , Directores , Música

Gerardo Sánchez   12.jun.2013 19:23    

Esther Williams: La sirena del Technicolor

Los jueves: Milagro. Bueno, en lo que toca a Días de Cine el milagro es acabar el programa a una hora razonablemente pronto. Pero está escrito que Días de Cine no descansa nunca, porque hoy, que terminábamos sorprendentemente pronto, tras haber disfrutado en el volcado del programa a una hora razonable del Universo de Busby Berkeley.

 

 

Puede ser casualidad, o  quizás no, pero es el caso que hoy, cuando dábamos por terminado el programa, sorprendentemente pronto para los usos y costumbres de Días de Cine, y tras haber disfrutado enormemente con el universo de Busby Berkeley, nos enteramos del fallecimiento de Esther Williams, sirena y algo más en algunos de  aquellos musicales de la Metro en technicolor que ayudaron en los años 40 a que las vidas de los espectadores de las salas de cine fueran más luminosas. Lo más curioso es que cuando la veíamos en el reportaje nos hemos hecho la pregunta que para bien o para mal nos hacemos ocasionalmente en Días de Cine: ¿está viva?

 

 

Siguiendo la estela de Johnny Weismuller, fue nadadora antes que actriz, mujer de belleza atlética y estilizada, a la que pudimos ver en multitud de títulos tan escapistas e intrascendentes como encantadores. Hoy, el destino, ha querido unir en Días de Cine a dos mitos del Hollywood más dorado y alegre, Busby Berkley y Esther Williams. Hoy trabajamos ya contrarreloj por poder incorporar al programa una nota de despedida para esta sirena Metrocolor.

 

 

Yo recuerdo nítidamente lo bien que lo pasé en el cine viendo, muchas veces, "Escuela de Sirenas", con un tan bobalicón como entrañable Red Skelton. Hasta tengo la banda sonora., Siempre me ha encantado ese tipo de cine tan imposible como entusiasta. Son esas sensaciones de extraña e inexplicable felicidad las que hacen del cine algo especial. Gracias a gente como Busby Berkeley o Esther Williams.

Continuará...

@Gerardo_DDC

Categorías: Actores , Actualidad , Cine , Directores , Música

Gerardo Sánchez    6.jun.2013 20:33    

Highway 72 Revisited. Happy Birthday Mr. Dylan.

En Días de Cine somos como la canción "Like a Rolling Stone". Por muhas cosas, pero una canción que tiene un verso tan hermoso como "When you ain't got nothing, you got nothing to lose" (cuando no tienes nada no tienes nada que perder) se merece convertirse en un tu guía espiritual. No es necesario sentirse un martir ni ser un maldito.

 

Los viernes son el día más raro de la semana en la redacción de Días de Cine. Ha acabado el programa de la semana, y se empieza el de la siguiente, pero sólo intelectualmente. Se atienden correos, se archiva el minutado, se miran las audiencias, se hace el minutado de la semana siguiente más afinado (se afinará más el lunes, y más aún elmartes, y más aún el miercoles) ... Nos ratificamos en que, de ir a mejor hora de emisión, haríamos má audiencia, seguro. Y leemos correos, atendemos el facebook, el twitter. Hoy, en particular, hemos atendido las demandas de entradas de nuestros espectadores para el preestreno (apadrinado por el programa) la semana que viene de "Turistas" (como siempre, mejor en original "sightseers"), película divertida, negra, y muy british de Ben Wheatley, quien por cierto, presentará la película a esos asistentes el próximo miercoles en los Cines Verdi. Sólamente para eso he contestado como 60 correos, confirmándo que tienen una invitación y agradeciendo su participación a nuestros espectadores, y sobre todo, agradeciéndoles por ver el programa, contra viento y marea, a la 1 de la madrugada cada jueves. Ese perfil de espectador debería tener un valor en los medidores de audiencia multiplicado por 4, por lo menos. Digo yo. Y en estas, leo que Dylan cumple hoy 72 años, y me viene a la memoria este momento histórico de la música y la cultura pop, el comienzo de "Don´t look back" de Do A. Pennebaker. (Tendrá que ver lo que he visto de la nueva película de los Hermanos Coen?)

 

Pues eso, que hoy cumple 72 años Bob Dylan. Solamente con decir eso ya os podeis imaginar que siento una produnda admiracion por él. pero como yo soy hijo de la cultura pop, mi admiración no es engolada (creo). Admiro a ese tipo que ha escrito esas canciones, que en una ocasión hizo una entrevista en una televisión de Los Angeles sin contestar ni una sola pregunta al entrevistador.  O ese tipo que no fue a recoger el  Premio Pirncipe de Asturias (no es por presumir, pero yo SABÍA que no iba a ir a recogerlo) O ese tipo que lleva en gira permanente desde hace años, o que hizo un pequeño papel en "Pat Garrett & Billy the Kid" con el nombre de Alias, y que además compuso su maravillosa banda sonora:

  

¿No es este un momento elegíaco?. Por cierto, el tiempo parece haberse etenido, pero desde luego no tiene nada que ver con el hieratismo y la eternidad de los segundos de Sergio Leone:

 

La figura de Bob Dylan es tan esquiva, que ni el cine se ha atrevido con un biopic al uso. Un personaje de tantas aristas tenía que ser retratrado de una forma heterodoxa. Por eso a mi me encanta "I´m not there" el "polibiopic" que hizo Todd Haynes. Ademá, y entre otras cosas, no voy a mentir, el hecho que salga Cate Blanchett haciendo del Dylan del 65 ya me gana de antemano y me hace rendirmea sus pies. (de la película, y de Cate, claro, por si alguien duaba).

 

Y como suele suceder, todo esto que he contado antes es para llevaros a donde quería llevaros. Para felicitar a Bob Dylan desde Dïas de Cine, no se me ocurre nada mejor que poneros ese fantástico reportaje que hicimos a propósito de "I´m not there" y que titulamos, tratando de emular el verbo del ju´dío de Minnesota, "Deconstructing Dylan". Espero que os guste (no puedo "embeber" el vídeo, de modo que queda como enlace. Por cierto, iban los dos juntos en emisión. La primera parte por Viginia García, la segunda, una "Join venture" entre ella y yo:

I´m not there

Deconstructing Dylan

Y como solemos decir por aquí...

Continuará...

@Gerardo_DDC

 

 

Categorías: Actualidad , Cine , Música

Gerardo Sánchez   24.may.2013 15:54    

THE BEATLES, A 24 FOTOGRMAS POR SEGUNDO

    The-beatles-love-me-do

    Se cumple este año medio siglo de esa aventura irrepetible que fueron The Beatles, por quienes, no puedo ocultarlo, siento verdadera admiración desde donde alcanzan mis recuerdos. Seguramente fue una conjunción también irrepetible algo único en un momento único.  Podría contar mil y una cosas sobre The Beatles, pero como este es el blog de Días de Cine, nos centraremos en lo que nos toca, es decir, el cine, donde tanto de forma directa como indirecta, también causaron estragos.

    Apenas acababan de iniciar su reinado en el mundo del pop cuando surgió la idea de hacer un film con aquellos melenudos. No era nada novedoso, el referente inmediato eran las insulsas películas al estilo de las de Elvis, que, todo hay que decirlo, fue rechazado por los mismos Beatles.

   

          Reyes de la modernidad, en aquel lejano 1964, el escritor Alun Owen fue el encargado de escribir un guión en el que cada Beatle quedara fielmente reflejado, y en el que se reflejaba, también fielmente, el loco mundo de aquello que se llamó beatlemanía.

 http://www.youtube.com/watch?v=cIdLALcIc14&feature=relmfu

             Richard Lester, norteamericano residente en Gran Bretaña, fue el encargado de dirigir aquella película de bajísimo presupuesto que corría prisa en estrena porque, la verdad, incluso en medio de un éxito sin precedentes, nadie daba un penique por que los Beatles durasen más que unos meses.

             El resultado de aquella aventura fue un falso documental, que hacía un uso exahustivo de los recursos formales de la nouvelle vague y el free cinema, además de constituir el punto de partida para toda la industria de lo que hoy conocemos como videoclip

 http://www.youtube.com/watch?v=Lkk-tspdZl8

¡Qué noche la de aquel día! presentaba un supuesto día típico de los Beatles por aquellos tiempos, y entre locura y locura, asistíamos con la ligereza aparente de las grandes obras, a una irónica, lúcida y mordaz crítica al mundo del espectáculo, a las fans, a los agentes artísticos, al ya por entonces absurdo y frívolo mundo de la televisión, ah, y también a los eternos valores británicos. Todo ello con una curiosa mezcla de slapstick, hermanos Marx y las vanguardias cinematográficas de la época.

 http://www.youtube.com/watch?v=LGrmxlZsxvo

             ¡Que noche la de aquel día! Resultó ser un gran éxito, y por supuesto, ahora lo sabemos, los Beatles sobrevivieron a aquel año del 64, de modo firmaron un acuerdo con United Artists por dos films más.

             El primero de ellos, Help, quiso ser diferente de su rompedor predecesor. Para esta ocasión se eligió parodiar las películas Bond, de las que ya se llevaban algunas entregas, y ya por entonces exitosas y exóticas. Rodada en color, y dirigida de nuevo por Richard Lester, Help era una alocada comedia a la que hoy se puede calificar justamente de pop, aunque en su día pareciese menos redonda que su predecesora.

 http://www.youtube.com/watch?v=stYEr1HrkiI

             En Help asistíamos a una absurda trama en la que una secta india trata, incansablemente,  de hacerse con el anillo de Ringo, que necesitan para consumar un ritual de sacrificio humano. El pobre Ringo, y los Beatles detrás, recorrían el mundo huyendo de aquellos fanáticos tan tremendamente torpes como divertidos. Entre escenario y escenario se iban desgranando las canciones compuestas para la banda sonora, y cuya puesta en escena, constituía ya un auténtico manual de estilo para el 90 por ciento de los videoclips.

 http://www.youtube.com/watch?v=FwHrerz-lLk

             El color reflejaba el espíritu de la época, y daba el brillo necesario a un film en el que se ridiculizaba sin compasión al glorioso Imperio Británico. Las canciones sonaban gozosas y además, había muchas carcajadas. Help fue un gran éxito de público, aunque la crítica no quiso sustraerse al resplandor de ¡Qué noche la de aquel día!

 http://www.youtube.com/watch?v=X8xzAy1jqMQ

                      En otro terreno, ya en 1965, un documental dio fe del primer concierto de rock en la historia ofrecido en un estadio:

 http://www.youtube.com/watch?v=clN2m_NJdlg

 En lo que a cine de ficción se refiere, Los Beatles decidieron, ingenuamente, que ellos mismos serían los responsables de su siguiente film. Con "Magical Mistery Tour", rodado en tan solo 8 días, los Beatles denostaron que todo lo que sabían de hacer buenas canciones lo desconocían del cine.

 Una trama infantil y psicodélica, y un rodaje en 16 milímetros dieron como resultado un mediometraje destinado a la televisión que fue blanco de las más duras críticas.

 http://www.youtube.com/watch?v=tVd7FnoYaSg

 Por una vez, los críticos tuvieron razón, porque la película era un despropósito formal y de fondo, aunque hoy, 45 años después, tiene el valor documental de cualquier imagen de los Beatles, ya sea vestidos de brujos o de frac blanco, además de la puesta en escena de temas fundamentales en la discografía de los Beatles como I´m de walrus.

 http://www.youtube.com/watch?v=RG73Pk1yUj8

             Tras el varapalo de Magical Mistery Tour, Yellow Submarine supuso una revelación. Originalidad, frescura y vanguardia inundaban aquellos dibujos que recorrían en sus muchos recovecos buena parte del universo de la cultura popular del siglo XX.

 http://www.youtube.com/watch?v=T1XZd6HEHNw

http://www.youtube.com/watch?v=Ll3KSiPjT4A&feature=related

http://www.youtube.com/watch?v=h3rQ3lOEm9M&feature=fvwrel

             El punto de partida para Yellow Submarine fue, aparte de la canción del mismo título, los 39 capítulos de la serie para televisión de dibujos animados que Al Brodax dirigió en el año 65 para la ABC.

 http://www.youtube.com/watch?v=wRnAcVLBIyY

             A diferencia de sus otros films, Los Beatles se mantuvieron relativamente al margen de la producción. Al Brodax  escribió el guión junto con Eric Segal, confiando la dirección a George Dunning. De la dirección artística se ocupó el diseñador aleman, Heinz Edelmann. Un reducido equipo de animadores dio forma a aquel mundo mágico, Pepperland, y todos los increíbles sucesos que por aquel escenario sucedían. Siendo como eran aquellos días de amor universal y pacifismo, Yellow Submarine aparece como el perfecto espejo de un mundo ya desaparecido.

http://www.youtube.com/watch?v=A7F2X3rSSCU

             Se acababa la década, y con ella, aun sin saberlo,  Los Beatles, quienes en un último esfuerzo, decidieron rodar un documental, de nuevo germen de toda una forma de contar en el futuro la crónica de un grupo de rock.

 http://www.youtube.com/watch?v=j0HfT_a3bIw

 Aquella aventura, la del intento de The Beatles por recuperar la frescura perdida en los estudios, y el placer de tocar en directo se iba a llamar Get back, aunque acabó siendo Let it be.

 http://www.youtube.com/watch?v=uCha0-324sM

 De sabor amargo para los fans, por las evidentes desavenencias en pantalla entre los mismos Beatles, pero también con la magia irrepetible de aquel improvisado concierto en la azotea de Apple que tuvo lugar el 31 de Enero de 1969, mil veces imitado después.

 http://www.youtube.com/watch?v=oWzs3YbtehI

 Después, ya se sabe, The Beatles se separaron, esa, sin duda, es otra historia. Muy recordada, y muy poco vista es aquella aproximación que un joven Robert  Zemekis hizo a aquel momento clave para la historia de la música en Estados Unidos que fue la primera actuación de Los Beatles en el Show de Ed Sullivan. Aquí se llamó “locos por ellos”, su título original “I wanna hold your hand”, que evocaba a la canción con la que The Beatles conquistaron América. Como curiosidad, años después reconoció Bob Dylan que en su momento, 1964, no podía quitarse esa canción de la cabeza, pero que le costaba mucho reconocerlo, porque, se suponía, Los Beatles eran un conunto para “teenagers”.

 http://www.youtube.com/watch?v=MgibMoI-SQs

 Se han hecho documentales sobre John Lennon y sobre George Harrison, incluso un biopic sobre la juventud rebelde de John Lennon, la muy estimable Nowhere Boy. También una película sobre un supuesto y mítico encuentro en 1974 en Nueva York entre John Lennon y Paul McCartney, de título, “Two of Us”.

 http://www.youtube.com/watch?v=8Fxaz8N3soo

http://www.youtube.com/watch?v=AGMMXK-661M

http://www.youtube.com/watch?v=vyS2EYJngt0

http://www.youtube.com/watch?v=JbA1_8c8LWM

 Tras el mastodóntico documental para la televisión “Anthology” de 13 hoiras, poco quedaba por decir ya. Sus canciones forman parte del imaginario colectivo de medio mundo, y han ilustrado muchos momentos cinematográficos, aunque todo hay que decirlo, las canciones Beatles se cotizan las más caras del mercado. El uso en un capítulo de la quinta temporada de Mad Men de “tomorrow never knows” batió recientemente todos los records de pago de derechos: 300.000 dólares.

http://www.youtube.com/watch?v=jv2QnMNUE3Q

 Es por ello comprensible que haya sido más habitual el uso de versiones de aquellas canciones eternas para dar forma a la banda sonora de algunas películas, desde aquella lejana “todo esto y la segunda guerra mundial” o aquel despropósito que fue “Sgt Peppers Lonely Heart´s club band”.  Mucho mejor el resultado en “Yo soy Sam”, a “Across the universe”, musical moderno que cuenta la historia de Jude y Lucy, sus protagonistas, y todos aquellos que les rodean, a través de las canciones (magníficamente versionadas) de Los Beatles.

 http://www.youtube.com/watch?v=F1TeFKeraiA

http://www.youtube.com/watch?v=43aLbo-Y_W0

 Nos despedimos, y no encuentro nada mejor y más vitalista que aquel final de “Yellow submarine”. Hoy más que nunca, “all together now”

 http://www.youtube.com/watch?v=ZAWYGUBPGNI

@Gerardo_DDC

Categorías: Actualidad , Cine , Música

Gerardo Sánchez    6.sep.2012 16:42    

Dias de Cine

Bio Días de Cine

Días de Cine comienza su temporada 22. A partir del 6 de Octubre, entraremos en el año 23 DDC. Esto se debe a que el programa comenzó su emisión un 6 de Octubre de 1991. Como decía una película: "Hace mucho tiempo, enuna galaxia lejana, muy lejana".
Ver perfil »

Síguenos en...

Últimos comentarios