"Los EE UU son una cárcel de oro"
José Rosales
Nacido en México D.F.
Comisario de la Galería icTus y cocinero, 24 años
Vino a dar el callo, a ser, como él dice, "parte de la masa trabajadora" de los EE UU, "una cárcel de oro" donde hay dinero pero es necesario sudar mucho y a todas horas para alcanzarlo. "Aquí no existe el piel con piel. Todo es puro trabajo".
Entró en el país hace seis años. Por la frontera y con su pasaporte mexicano. Se quedó como ilegal para buscarse la vida. Estuvo en Fresno (Nevada) y San José (California), trabajando con nombre falso para que la Migra no siguiera su rastro.
Lo detuvo la Policía porque lo pillaron conduciendo sin licencia, "como tantos otros". No lo trataron demasiado bien, pero tampoco lo deportaron. "Comprobaron que no tenía criminal record, que no era un terrorista, y me pusieron una multa".
Ahora tiene permiso de residencia. Esta casado con una coreana-estadounidense y entre los dos llevan la galería icTus, en el número 1769 de la calle 15, entre Valencia y Guerrero, en el barrio de la Misión de San Francisco.
José se encarga de coordinar la programación musical del local, que ahora está de reformas para preparar la nueva exposición, Inmaterial, una instalación de Mary Conrad.
"Esto es mi necesidad. Sin la música no sé vivir", afirma tajante. En México tocaba la guitarra en un grupo punk ("era un rebelde, puro relajo"), pero se embriagó del son jarocho del estado de Veracruz y de las infinitas noche de fandango, con danza zapateada y poesía cantada hasta que sale el sol. "Me enamoré. Me conquistó la convivencia comunitaria de los fandangos: no dejar de tocar en toda la noche. Estás cantando, tocando, tomando... Me encanta ese ritual".
En la programación musical de icTus, José intenta no caer en ningún extremismo. En la galería actuan músicos jóvenes, sobre todo latinos, que tocan bossa, hip-hop, flamenco y, sobre todo, que fusionan géneros. Para las próximas semanas están anunciados el brasileño Joseh Garcia y el cantautor Alejandro Chávez. El calendario completo puede consultarse en el grupo de Facebook de la galería.
icTus no da para vivir, es un "proyecto a largo plazo" que quiere encontrar apoyo de las autoridades municipales. "Es posible que nos den un grant [subvención] de la ciudad, porque trabajamos con la comunidad y organizamos clases y talleres gratuitos a niños del barrio con los artistas que programamos, pero se necesita veteranía y trayectoria".
Mientras tanto, José se gana la vida trabajando como cocinero, paga 1.400 dólares de alquiler por el apartamento de una habitación donde vive y su idea de los EE UU ha cambiado. "Cuando vivía en México odiaba este país. Lo veía como un lugar para ir de vacaciones y prefería conocer México mejor antes que venirme aquí".
Siente que su destino está dentro de esta "cárcel de oro" donde los horarios son de 24 horas. "Mi plan cuando entré era llegar, trabajar y regresar, pero ahora no regreso. Este país no tiene cultura y somos los que venimos quienes la hacemos".
Ecléctica dijo
Analizando sus declaraciones se contradice, si "Los EE UU son una cárcel de oro" en un país sin cultura, donde los horarios son como las farmacias 24h, tiene que realizar un segundo trabajo para complementar la verdadera vocación, el ARTE, supongo és por su afán de éxito, en el país del mismo,siendo joven es natural sus aspiraciones, la realidad relatada dista años luz de su sueño.
Sobre las costumbres en su país de origen, "el relajo" y el ritual de cante y cantina, a pesar de ser de tierra de vinos, soy abstemia y no sigo los rituales del vino.
De las cárceles reales, no creo que sean de oro, son de pena de muerte.
30 sep 2011
Lucía Nepomuceno dijo
Ecléctica, no me queda clara tu idea, trata de mejorar tu redacción y así reflexionamos juntas. Felicidades a José quien orgullosamente es mi hermano menor y con quien he podido compartir aventuras. Ser migrante es un asunto difícil de sobrellevar, sobre todo por la cuestión de la identidad cultural, es por eso que me lleno de orgullo que sostenga un proyecto que de alguna manera intente construir una atmósfera de armonía en la ciudad de San Francisco, independientemente del impacto (grande o pequeño) que se logre, lo importante es que no desistan en la lucha por la cultura.
Gracias a la redacción por difundir este tipo de espacios y por darle un toque de personalidad al entrevistar a las personas directamente y hablar de sus historias de vida.
01 dic 2011