De sede de la milicia a mega plató de porno extremo
El devenir de este enorme edificio de espantoso estilo neomorisco podría servir como parábola histórica del recorrido moral del último siglo: de la represión al porno duro, pasando antes por la divertida banalidad de la Guerra de las Galaxias.
En 1912, cuando empezó la construcción —terminada en 1914—, el edificio tenía el objetivo de ser armería y acuartelamiento de la Guardia Nacional, el cuerpo represivo por excelencia de los EE UU (ahora tiene casi 500.000 reservistas y voluntarios), utilizado por los gobernadores estatales para hacerse cargo del orden público cuando las cosas se les ponen feas a los policías locales. Más tarde se convirtió en escenario de veladas de boxeo —llegó a ser bautizado como el Madison Square Garden del Oeste— y luego fue set de cine para algunas de las escenas de batallas espaciales de la primera parte de la Guerra de las Galaxias. Desde 2010 es la sede de producción de películas pornográficas para Internet más grande del mundo.
La Armería, que tiene 61.000 metros cuadrados de superficie útil en cuatro pisos y varios sótanos, está ubicada en la esquina de la calle Missión y la Avenida 14ª. Es el cuartel general de Kink.com [este enlace conduce a una web con contenido duro y destinado a adultos], una empresa dedicada al negocio de la pornografía online, con canales sobre sexualidad extrema: desde fetichismo, hasta dominación y sumisión, bondage, sexo con máquinas y peleas de gatas.
El cerebro y director ejecutivo de Kink es Peter Acworth, un inglés de 41 años, hijo de un jesuita, aficionado desde joven al encordamiento sexual y empresario emprendedor saludado desde las páginas de The Wall Street Journal como un vecino modélico implicado en los asuntos del barrio en donde produce varios centenares de películas porno cada año.
Cuando compró la Armería en 2006 por 14,5 millones de dólares (unos 10,5 millones de euros) hubo bastante oposición a la llegada del imperio del porno e incluso desde la Alcaldía de la ciudad se comentó que no se trataba precisamente de un orgullo que la empresa se instalase cerca de varios centros escolares, pero Acworth se ha encargado de acallar las opiniones negativas aprovechando el ambiente friendly fetish (amigable con el fetichismo) de la ciudad y, sobre todo, con la ayuda de algo que al empresario le sobra: dinero.
El rey del porno online, que cuando se estableció en San Francisco en 1996 grababa las películas en un apartamento de alquiler, ha remozado la Armería —bastante destrozada después de tres décadas de abandono—; contribuido a vender adecuadamente la recuperación de un edificio patrimonial; apoyado a organizaciones vecinales —financiando, por ejemplo, el Armory Comunity Center—; publicitado dádivas, como la donación a la ONG de la puerta de al lado de Kink, Arriba Juntos, de 5.000 (3.800 euros) dólares, limosna mínima dada la facturación del imperio: según los últimos datos que he encontrado, 17 millones de dólares en 1997 (casi 13 millones de euros).
Kink, una de cuyas acepciones en inglés es vicio, oculta con celo a las miradas externas las grabaciones y shows porno en tiempo real del interior del castillo. Para completar la estrategia de construcción-devuelta-a-la-ciudad, organizan visitas guiadas por zonas no delicadas del edificio: sótanos, algunos salones, un riachuelo subterráneo... Hace unos días el grupo Guerra Contra la Pornografía Ilegal reclamó un boicot contra estos tours al entender que en las instalaciones se rodaban filmes que "humillaban" a las mujeres.
De vez en cuando, Kink.com recibe a periodistas incrustados que admitan el tutelaje de la empresa [un ejemplo: este reportaje, amplísimo y complaciente]. Pedí al departemento de relaciones públicas del emporio que me dejasen entrar en las instlaciones para hacer un reportaje fotográfico y escrito. Las dos líneas de respuesta decían: "Desafortunadamente, no podemos adaptarnos a su petición de una mirada a los entresijos de kink.com. Quizá podamos colaborar en algo en el futuro".
El miercóles sangriento (5 de julio de 1934) es uno de los episodios más negros de la historia de San Francisco: dos estibadores del puerto fueron asesinados por disparos de los feroces reservistas de la Guardia Nacional llamados para reprimir una huelga portuaria que las autoridades consideraban que estaba manejada por "comunistas".
Las milicias de la Guardia Nacional —traidas de otras poblaciones para evitar la empatía con los huelguistas— estaban alojadas y atrincheradas en la Armería, desde cuyos torreones lanzaban gases lacrimógenos a cuanta persona se acercase.
Ahora hay dos banderas en los mismos torreones: una arcoiris gay y otra de los Estados Unidos. En el interior, es admisible suponer que una muchacha atada —"ninguna modelo es obligada a actuar contra su voluntad", aseguran en las webs de Kink.com— hace gimnasia sexual violenta, afiebrada, aparentando placer y dolor, con varios hombres y una máquina. La última idea de Acworth es organizar una representación real, para público capaz de pagar, de la novela de dominación y sumisión Historia de O.
Una de las acepciones de San Francisco también es vicio.
H dijo
Escalofriantes vibraciones...
28 abr 2012
Häxan dijo
Escaiofrios...El magnate del porno monta la industria en la ciudad de nombre divino, -San Francisco- que a su vez, también se la conoce por vicio, incoherencias "humanas". Vive a todo tren, con tiempo para aburrirse y mata el tedio, llevando al extremo el suculento negocio. No entiendo el sexo de esa forma, (dominador/dominado)juego peligroso, desigual rol. No me interesa en absoluto este mundo, entiendo la vida sexual de un adulto, desdé la igualdad, complicidad, confianza,respeto. Presentar el espectáculo visual de dominio,sumisión, golpes, correas, cuerdas, boca y ojos tapados, "vestuario" sexy, y todo lo que inventen, no lo hace vanguardia, ni el ultimo grito evolutivo sexual humano, si quitamos toda la parafernalia, és el mismo comportamiento de los monos en los arboles, macho dominante, con preferencia sobre las hembras de la manada. Me parece de lo más primario.
Cuanta educación en respuesta, a la solicitud de acceso al "templo del placer" y sacar fotos. "No podemos adaptarnos a su (supongo, han cogido la función del látex)petición, tal vez en un futuro podamos colaborar? falsas expectativas, habría que ver el sentido de la colaboración,cutréz, envuelta en seda.
29 abr 2012