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San Francisco prohibe las balas de punta hueca (pero no para la Policía)

Bala de punta hueca del calibre 38 especial una vez disparada

Ese champiñón de plomo te volatiliza. Es una bala de punta hueca, casi siempre necesariamente letal: al impactar contra el cuerpo, a unos 600 kilómetros por hora, pierde poder de penetración —tiene una hendidura cóncava en la punta— pero se expande y causa heridas internas mayores. Algunas, las llamadas dum-dum, están preparadas también para dividirse en miles de partículas de metal una vez dentro del objetivo.

El Ayuntamiento de San Francisco acaba de prohibir la venta en la ciudad de las balas de punta hueca por considerarlas munición militar. Es una medida con cierto carácter cosmético —toda bala, sea de punta redonda o hueca, puede matar o causar heridas que condicionen para siempre la vida de una persona—, pero es difícil postular su inconveniencia: no es de recibo la circulación de este tipo de munición, especialmente cruel y diseñada para que al entrar en el cuerpo del agredido se comporte como un mecanismo de destrucción total.

Quienes contravengan la ordenaza municipal pueden ser sancionados con una multa de mil dólares (765 euros más o menos) y enviados a la cárcel por un año.

La enorme contradicción —como sucede con sombría frecuencia en cuestiones de armas en los EE UU— es que de la nueva legislación local quedan exentos los militares y el cuerpo de policía de la ciudad, que podrán seguir usando a discreción y siempre que lo consideren necesario balas de punta hueca, una munición prohibida por la Convención de La Haya.

Cada año mueren en los EE UU entre 375 y 500 personas por disparos de agentes policiales —la cifra exacta se camufla y esconde por la falta de transparencia de los muchos cuerpos armados y el casi imposible cotejo de los números—. Un estudio de 2012 estableció que al menos la mitad de esos fallecidos padecían enfermedades mentales y podían haber sido reducidos mediante acciones menos drásticas que los balazos.

Es decir, los agentes, en el 50% de los casos, tenían el gatillo ligero. Imaginen que, además, cargaban balas pensadas no sólo para detener al al agresor, sino para reducirlo a papilla.

El uso de las polémicas balas de punta hueca —también empleadas por los policías de algunas zonas de Alemania y el Reino Unido y en Brasil y Argentina— es habitual entre los cuerpos armados estadounidenses. Todavía colea en el país la polémica por la compra en 2012, autorizada por el presidente Obama, de 450 millones de balas de punta hueca para rifles de francotiradores, para el opaco Department of Homeland Security, creado tras el 11-S y encargado de combatir el terrorismo interno y externo.

1 Comentarios

Lamentablemente en mi pais Chile estan prohibidas estas balas, aca el delincuente tiene muchas garantias lo contrario del ciudadano comun, debe permitirse el uso de esta municion pues si te asaltan no vacilan en matar si es necesarioi, ¿ por andar con contemplaciones con ellos?
La unica posibilidad de tener un buen tiro defensivo es con .45 la cual si no esta prohibida hay muy poca municion de este calibre.-

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Jose Ángel González


Crónicas vitales de un periodista español emigrado a la Bahía de San Francisco, en California, el estado con mayor presencia de latinos e hispanohablantes de los Estados Unidos.
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