Soy negro
A Renée Wilson le resulta imposible ocultar que es nativa de Nueva Orleans: la humedad, el calor y la presencia del Delta —hogar natal de todas las músicas que, en mi opinión, valen la pena— le adornan la piel y el alma como un collar de cuentas con vida propia.
Wilson es una de las cantantes que actuaron este fin de semana en el Fillmore Jazz Festival, el mayor despliegue gratuito y callejero de música negra de la Costa Oeste de los EE UU y, en lo que a mí respecta, el único que rezuma autenticidad de los muchos saraos al aire libre que se celebran en San Francisco.
Ya hablé en el blog de la edición anterior del certamen y también de mi club favorito, el Rasselas, en plena calle Fillmore, un lugar donde me siento capaz de abjurar de mi desgraciada piel blanca, un accidente biológico al que me condenó la lotería genética.
En realidad, soy negro.
Esta vez las palabras van a ser pocas porque prefiero compartir el parpadeo febril de la mirada a través de las fotos que hice, llevado por la marea de la piel, en el festival.
Sólo una advertencia con carácter testamentario: si alguna vez, pasado el tiempo y agotada la vida, alguien desea rendirme el tributo que seguramente no merezco, que vaya al Rasselas y le pida a Soul Mechanics —el grupo con las dos febriles cantantes que aparecen en las imágenes de más abajo— que toquen en mi memoria Rock Steady.
kio dijo
http://www.youtube.com/watch?v=JyIW625gyFc ;)
19 jul 2013