Un robo de 'smartphone' cada 3,5 segundos
San Francisco es un lugar seguro. Según las estadísticas oficiales del FBI está en el puesto 60º en porcentaje de delitos entre las 75 ciudades de más de 250.000 habitantes de los EE UU. En 2011, el último año computado, hubo 50 homicidios, 131 violaciones, 2.105 asaltos, 4.174 sustracciones de vehículos y 37.500 robos.
La policía de la ciudad advierte que las cosas empeoran y en lo que va de este año, aunque los delitos violentos han descendido, los robos han aumentado notablemente, un 18,5% y ya superan los 45.000. La culpa de las malas estadísticas la tiene la sustraccción de smarthphones, más de la mitad del total de los objetos robados en San Francisco.
Con el creciente grado de penetración social de los móviles inteligentes —el smartphone es el mejor amigo del 61% de los estadounidenses—, la sustracción de estos gadgets, caros y fáciles de revender en el mercado negro, tiene carácter de epidemia. A más de 1,6 millones de personas le robaron el móvil en los EE UU el año pasado —una sustracción cada 3,5 segundos—, según un informe de la empresa de análisis Lookout.
Los delitos son tan frecuentes que los transportes públicos de San Francisco han empezado a emitir por la megafonía de los vehículos mensajes en tres idiomas (inglés, español y chino) recomendando a los viajeros que mantengan los "ojos abiertos" y no se abstraigan en la contemplación hipnótica de las pantallas.
La Policía de la ciudad ha creado una unidad especial de agentes encubiertos para intentar poner coto a los robos y detener a compradores de smarthpones robados, que se ofrecen en la calle a entre 20 y 200 dólares según el modelo.
Pese a que estamos hablando de delitos sin violencia cometidos por descuideros —aunque ya ha habido casos que terminaron en tragedia, como el de un hombre de Filadelfia que recibió un tiro por forcejear con el ratero—, los agentes han comprobado que los ladrones se han profesionalizado y hacen uso de tácticas imaginativas para obtener dinero rápido y con escaso riesgo.
Anotan tres tipos de modus operandi novedosos:
El buen samaritano. El ladrón del móvil escapa pero es interceptado por una persona que logra recuperar el teléfono aunque no detener al caco. Cuando el propietario del smartphone se deshace en elogios hacia el valiente ángel guardián, éste, cómplice del ladrón, le pide una "recompensa" por su heróica intervención.
La línea defensiva. El ladrón o ladrona se hace con un móvil en un bar o restaurante y sale corriendo. La víctima intenta iniciar la persecución pero en la puerta es interceptado por dos tipos de gran envergadura que no le dejan pasar y, una vez pasados unos minutos, también se evaporan.
El Karate Kid. Táctica de choque: patada o golpe a la mano con que la víctima sostiene el móvil, el teléfono sale volando y un cómplice se lo lleva. Ambos salen pitando en direcciones opuestas.
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