Prevención ITS: ¿nos protegemos suficiente?
jueves 16.ago.2018 por Arola Poch 1 Comentarios
En general, no falta información sobre cómo protegernos ante Infecciones de Transmisión Sexual (ITS) y embarazos no deseados. Todos sabemos qué son, que están ahí y que el preservativo es el método que nos protege de ambas cosas. Además es un recurso accesible. Pero informaciones recientes muestran que el contagio de ITS está en aumento. Y, aportando datos concretos, según la encuesta de salud sexual del CIS, un 57,9% de personas entrevistadas no usaron protección en la primera relación sexual y un 37,4% dijo que no siempre usó medidas de protección cuando tuvo relaciones sexuales con alguien a quién apenas conocían. Un 37,4% es un porcentaje nada despreciable cuando estamos con alguien de quién poco sabemos.
Si información no nos falta, ¿por qué que no nos protegemos lo suficiente? Pueden haber varios motivos. El primero es que el miedo ante las ITS ha disminuido. Por otro lado, tenemos una percepción baja de riesgo, ese “a mi no me va a pasar” que piensan sobre todo los más jóvenes. A ello se unen excusas, algunas de las más frecuentes son: “con el preservativo no se siente lo mismo, disminuye el placer” o “no tenía un condón a mano”. También es habitual utilizar argumentos emocionales: “¿no confías en mí?”. Empecemos por desmontar estas tres excusas:
“Con el preservativo disminuye el placer”
La percepción de placer es subjetiva y, por lo tanto, no podemos discutirle a alguien si siente más o menos placer. Ahora bien, si podemos dejar claro que al aumentar el miedo o la tensión durante el coito se disfruta menos. Si aún así, no hay preocupación y se disfruta durante el encuentro, habrá que ver qué pasa al día siguiente. Una relación satisfactoria no es solo lo que pasa durante ese momento, sino también el día después. Y si ese post-encuentro se traduce en varios días de nervios, angustia y comeduras de cabeza, el rato de gloria es posible que no compense lo suficiente.
“No tenía el preservativo a mano”
Se pueden hacer muchísimas cosas en el sexo que nos permiten disfrutar, solo una tiene riesgo de embarazo y muchas no tienen riesgo de contagio de infecciones. Podemos besar, acariciar, lamer, chupar, masajear… todo el cuerpo (no solo los genitales). Pero tenemos la idea de que eso son prácticas secundarias. Hay una norma subjetiva en sexualidad que dice que “si puedes hacer un coito, hazlo, no desaproveches la oportunidad”. Y es un gran error porque el objetivo no es el coito, sino disfrutar.
“¿No confías en mí?”
¿Qué decir ante esto? Yo confío todo lo que quieras, sí, pero usemos preservativo para el bien de los dos. Y si alguien se enfada ante este argumento, entonces sí empieza a dar motivos para desconfiar.
Hay más excusas y más situaciones. Todas ellas rebatibles, seguro. Nos tenemos que tomar en serio que los riesgos están ahí, ser conscientes de que no son solo teoría, en la práctica ocurre. Que nadie es inmune a ellos. Que protegernos no es complicado. Y que el sexo, cuando más se disfruta, es cuando es seguro.
De todo esto hablamos en mi sección de sexo en Esto me suena. Las tardes del Ciudadano García. En el siguiente podcast puedes escucharlo, a partir del minuto 32.
El Lobo dijo
¿ Cartones ?
Lenta ? Si, muy lenta.