Más árboles catedrales
El árbol que mueve algunos a lágrimas de felicidad,
en la Mirada de otros no es más que un objeto Verde
que se interpone en el camino.
Algunas personas Ven la Naturaleza como algo Ridículo y Deforme,
pero para ellos no dirijo mi discurso;
y aun algunos pocos no ven en la naturaleza nada en especial.
Pero para los ojos de la persona de imaginación,
la Naturaleza es imaginación misma.
Así como un hombre es, ve.
Así como el ojo es formado, así es como sus potencias quedan establecidas.
The tree that moves some to tears of joy
Is in the Eyes of the others only a Green thing
that stands in the way.
Some See Nature all Ridicule & Deformity,
& by these I shall not regulate my proportions;
& Some Scarce see Nature al all.
But to the Eyes of the Man of Imagination,
Nature is Imagination itself.
As a man is, So he Sees.
As the Eye os formed, such are its Powers.
William Blake
(Letter to Dr. Trustler, 23 August 1799)
Puedes escuchar Los Árboles Catedrales, de El bosque habitado, en las sus dos recientes entregas dominicales, en el podcast del programa en Radio 3, pinchando el siguiente enlace: Más Árboles Catedrales
Los indios del continente americano, durante la colonización, lucharon, a muerte y a espíritu, por salvar los bisontes sagrados de las praderas... Para el sioux oglala, Alce Negro, El bisonte es el jefe de todos los animales y representa la Tierra, la totalidad de todo cuanto existe. Es el principio terrestre femenino y creador que da origen a todas las formas vivientes (Más información en El bisonte, artículo de Pilar Zamarra San Joaquín).
En El bosque habitado hemos adoptado la metáfora árbol-bisonte, a sugerencia de los amigos de Asociación A Morteira de El Bierzo, que defienden a los castaños centenarios de sus soutos como los sioux a los bisontes de sus praderas.
Y es que árbol monumental, antes de ser aceptado como tal con la ley en la mano, es un ser longevo y ancestral en peligro de extinción. A tal barbaridad contribuye la especulación humana irracional y la absoluta ignorancia de nuestros ecosistemas, de los seres vivos con los que compartimos la vida, con los que nos renovamos y a los que finalmente regresamos como materia sutil convertidos en hummus. Hablamos con Toño Nespral, de A Morteira, que nos cuenta de los bisontes-castaños de su tierra y de otros Singulares, como miembro de un colectivo integrado por hombres àrboles que no entienden su cultura (la cultura del castaño) aislados como especie independiente del mundo arbóreo...
Son gente arborescente, que incluso se han visto obligados, a falta absoluta de cualquier otro recurso oficial de protección (el castaño humanizado, cultivado, no se contempla como monumental, no tiene protección), a juntar sus ahorros y a competir contra los maderistas y demás especuladores para comprar castaños ancianos, de los cuales sólo se aprovecharía una mínima parte, para la fabricación de un salpicadero en un coche de lujo... Como se compran vidas de esclavos para devolverles la libertad... Bisontes... Esclavos... Árboles Ancianos...
Al final de la ecuación hallaremos el suicidio como especie de la humanidad...
El médico de los árboles, y especialmente de los más notables, Bernabé Moya, regresa a El bosque habitado, para enseñarnos a mirar a un árbol con la misma atención que un médico revisa a un paciente humano: en qué fase de desarrollo se encuentra, el estudio de su entorno, su estado de salud, influencias de otros organismos en su evolución, el diagnóstico de enfermedades, la planificación de ayudas como muletas, etc. desde una visión conmovedora y sensata...
Y es que parece que necesitamos sacralizar la naturaleza para asumir su importancia, la necesidad que tenemos de ella, el mutualismo que nunca debimos quebrar con todos los seres no bípedos (aunque con los bípedos también andamos escasos de mutualismo aunque esperanzados en la filosofía xhosa Ubuntu, que comienza a recorrer el planeta). Así que en este programa hablamos de otorgar a los árboles el rango de dioses, o de testigos longevos, o de guardianes de la palabra, o de templos... Catedrales para una antiquísima y novísima religión: la comunión entre árboles y hombres y mujeres...
Durante la confección de esta segunda entrega de Árboles Catedrales, y las conversaciones y lecturas que hemos ido realizando, hemos llegado a ciertas conclusiones, como que donde habita un árbol monumental, podemos descansar tranquilos porque entramos en un santuario natural, o que debemos acudir a la memoria del bosque para recuperar nuestra propia memoria humana, o que es posible que en las banderas del futuro incorporen de nuevo el icono de sus árboles como símbolo identitario de las naciones, entendido como concreción de un proceso de concienciación y progreso. (Castaño de los Cien Caballos, en el parque del Etna, en el municipio de Sant’Alfio. Foto www.fotocommunity.it)
José Manuel Sebastián, la voz de todos los árboles de El bosque habitado, se transforma en esta ocasión en el Castaño, el árbol indígena, y revela incógnitas sobre su misteriora aparición en la tierra, uno de los árboles más ubuntianos, generosos, que ha proporcionado a los hombres y mujeres de todas las épocas el pan de los pobres, porque sus frutos nos han ayudado a sobrevivir a las épocas del hambre... El Castaño hablará de uno de sus antepasados más longevos, con unos cuatro mil años estimados de edad, que habita una de las laderas del Etna. Una magnífica historia, recogida por el pintor Jean-Pierre Houël en el siglo XVIII.
El Club de la Hojarasca (twitter #ClubdelaHojarasca), que humanizó el bosque de este programa, tiene el eco de las voces de José Manuel Sebastián, Julio Valverde, Virginia Díaz y Santiago Bustamante.
Y ya lo sabes, los árboles ya están conectados a las redes sociales. Puedes comunicarte con ellos a través de su correo electrónico [email protected] , en facebook de los árboles, en twitter de los árboles y en este blog.Hasta que no aprendamos a leer en los árboles, seguiremos haciéndolo en los libros, en los blogs, en internet...
A petición de nuestro invitado Bernabé Moya, la banda sonora de este programa Más árboles catedrales, ha encontrado en la voz de Joao Afonso, el susurro de los bosques a través de las siguientes canciones:
Mar me quer (El mar me quiere), A fala do indio (La lengua del indio), Buganvilia, Morrer en Zanzibar (Morir en Zanzíbar), Paragem no deserto (Lugar en el desierto), O son dos sapatos (El sonido de los zapatos), Acridoce y 16 (Para onde levas o teu navio) (16 Hacia dónde llevas tu navío).
Por último, compartimos la reflexión del habitante del Bosque y artista polifacético Kim Bel sobre el Maestro Gaudí y su obra magna catedralicia.
"Un día le preguntaron a Gaudí cuál era el lugar donde mejor se podía relacionar Dios con el hombre y él contestó..."en el bosque".
Todo su ingenio provenía de su infancia, de sus veranos en unacasa de campo. Allí contempló cómo la naturaleza tiene su propia geometría, su propia arquitectura, su propia verdad...
Su obra magna no podía desentenderse de tanta belleza e hizo que el interior fuera...un gran bosque.
En la foto de Gaudí, podrás haber visto que el concibió su catedral como un bosque. Cada columna es un árbol que se eleva hacia una bóveda frondosa y que deja pasar los rayos de una luz bellísima entre sus hojas ¡Un bósque pétreo!"
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