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A solas en el Met Museum

    miércoles 27.feb.2013    por Agustín Alonso G.    2 Comentarios

Puedes pasar el cursor por encima de algunas imágenes para saber más de los cuadros que aparecen y pulsar para verlas más grandes

La primera -y única vez hasta ahora- que visité el MoMA tuve que sobreponerme al impacto desagradable que me produjo la insensata acumulación de almas en aquel edificio, la mayor parte de ellas con su correspondiente pantalla que les permitiese inmortalizar "que yo estuve allí".

[Señores responsables del MoMA: que permitan tomar fotos es un error. Soy muy fan de los seguratas o vigilantes que pasan horas de pie en los museos haciendo la corte a las varices y cuya única misión diaria será tantas veces acercarse al menganito o la zutanita de turno para decirle que no está permitido hacer fotos. Yo mismo he sido llamado el orden más de una vez por hacer de fotógrafo indiscreto.]

No es que uno no quiera escuchar la misma música que su asistenta o descrea de la democratización de la cultura cuando llama insensatas a estas masas. Me pasa lo mismo en la iglesia, no aguanto que esté muy llena y me obliguen a apretarme en el banco. Quiero espacio, intimidad. Porque la contemplación requiere recogimiento. Bueno, y también me molesta esa fotorrea porque me cuesta soportar que la gente vea cuadros porque hay que verlos, y se hagan una foto junto al cuadro como si aquello fuese, yo qué sé, un lugar más que una obra. La noche estrellada de Van Gogh no es una celebritie, carajo. Aquí estuvo fulanito, les falta poner en la puerta del baño de aquel museo o de aquel otro.

No sé. Me repugna, amigos, no puedo evitarlo. Mejor ser ignorante de algo y saberlo que creerse muy listo por ir a ver una obra solo para vivir un espejismo de cultura, para sentirse que uno forma parte de la tribu. Que no os engañen, en la historia de la cultura no hay obras imprescindibles, no hay must, no hay nada necesario. Porro unum... y ya me está esto saliendo muy místico. Solo me falta sacar las correas y desalojar a los mercaderes del templo de la cultura. 

"Todo el mundo hablaba de Freud cuando vivía en Nueva Orleans, pero no lo he leído nunca. Tampoco lo hizo Shakespeare. No sé si Melville lo leyó, estoy seguro de que para Moby Dick no", respondió con sublime sorna Faulkner cuando en un 1956 le preguntaban si había leído a Freud en una entrevista para The Paris Review. Pues eso.

El caso es que, y aquí me recojo yo a mí mismo de este momentáneo y furibundo desparramamiento, menos mal que monsieur Cezanne me interpeló casi a voces desde su autorretrato en aquella visita al MoMA. Me puse los cascos y me dejé llevar por la maravilla.

Viene esto al caso porque el lunes tuve la fortuna de pasear por las salas vacías del Met, gracias a Gema. Sí, suena esto a farfollada. Al "aquí esta esta para quien la quiera" de John Cobra. A chincha rabiña que tengo una piña que tiene piñones y tú no los comes. Pero no. El bien es difusivo de sí mismo, y aquí ya me pongo hasta escolástico, y me dieron tanta alegría esas apenas dos horitas viendo a los impresionistas, Velázquez, El Greco, algo de los asirios y los chinos, que tengo que contaroslo. Y os traigo unas fotos para compartir ese momento que todos deberíamos tener la oportunidad de vivir. A solas en un gran museo.

Degas_met_vacio

Uno, que es de entrada poco fan de las pinacotecas -me dan pereza, me parecen de entrada algo tan anticuado como la Enciclopedia, no siendo la novedad un bien en sí mismo...- acaba arrodillándose mentalmente cuando visita estos grandes lugares que acogen algunas de las mayores obras de arte de la Historia. Llega uno de la calle, sobradito, y unos nenúfares, o un retrato de apenas 30 centímetros de ancho le colocan en su sitio.

Me percibo pequeñito, pero a la vez eso no me oprime. Siento que esos genios, o no tanto, hicieron aquello para compartirlo conmigo, contigo, en ese momento de soledad ante el cuadro. Y no; como me decía Gema, no es lo mismo verlo en internet que enfrentarte a un cuadro a unos centímetros, hasta casi oler su aliento. Y quiere creer uno que las obras son en parte suyas, como el aficionado de un equipo de fútbol se identifica con los jugadores y con la camiseta, y por eso ese gol y esa victoria son también suyos. Toma ese Monet, toma esos relieves de las puertas de Babilonia, toma ese pedrusco incomprensible por el que gotea el agua... Nada más y nada menos que un hat-trick artístico. Humanidad 3-Resto del Cosmos 0.

[La intervención sobre las fotos no tiene un afán iconoclasta o/y artístico. Se trata simplemente de burlar la prohibición de publicar fotografias de obras íntegras del museo]

Categorías: Cultura , Nueva York

Agustín Alonso G.   27.feb.2013 06:44    

2 Comentarios

Guay.

Por otra parte, divertida la intervención artística forzada: ¿ojos tapados en retratos de Velázquez y un "ola ke ase" en un Van Gogh? Jaja!!

jueves 28 feb 2013, 12:40

Jeje. Mirah cuadroh o ke ase.

jueves 28 feb 2013, 18:10

Los comentarios de esta entrada están cerrados.

Agus Alonso G.

Bio El Gentrificador

Aspirante inconsciente a perfecto burguemio, a estándar del coolismo wannabe. Siempre queriendo estar a la última y siempre llegando tarde. Cuando aparezco, los modernos huyen. Soy el umbral en el que lo alternativo pasa a mainstream, el momento más oscuro de la noche indie antes del amanecer de lo masivo. Señora, el gentrificador ha llegado a su barrio y los precios de los pisos se van a disparar. Este blog es junto al microespacio del mismo nombre en Radio 5, un espacio para nuevas voces, ideas y cultura emergentes. Mándanos tus propuestas a [email protected]
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