George Bellows, violencia sobre lienzo
miércoles 6.feb.2013 por Agustín Alonso G. 8 Comentarios
Es bien sabido que Nueva York atesora en sus múltiples museos tanto arte que lo mejor es renunciar de antemano a conocerlos todos (los museos, por supuesto; el arte, por descontado). La enorme calidad y cantidad de las obras que hay en museos como el Met, el MoMA o la Frick Collection, por hablar solo de tres de las más importantes pinacotecas, es todo un descubrimiento para los europeítos que nos pensamos que ya lo hemos visto todo en Madrid, París, Roma o Londres...
La primera vez que estuve en Estados Unidos, descubrí en los museos de Nueva York y Boston que había muchos y grandes pintores estadounidenses de los siglos XIX y XX que no conocía. En esta ocasión, la sorpresa se llama George Bellows, a cuya exposición en el Met llego a través de un artículo de Muñoz Molina.
Bellows creó su obra en el primer tercio del siglo XX, pero su temprana muerte , a los 42 años, mutiló una carrera en pleno desarrollo creativo que bebía de Manet o Velázquez (véase a "Paddy Flannagan", el retrato de la izquierda, que tanto recuerda a los dignos bufones y borrachuzos que pintó el sevillano). Lo que nos ha dejado, sin embargo, es suficiente para hacerse un hueco en la historia de la pintura. Fue discípulo de Robert Henri, como también lo fue Edward Hopper, del que el verano pasado hemos disfrutado en el Museo Thyssen de Madrid una exposición.
Hopper y Bellows nacieron en 1882, con unas semanas de diferencia, y aquel sobreviviría a este otros 40 años. Ambos se fijaron en la realidad urbana de su Nueva York contemporáneo, ambos fueron influidos por los grandes maestros europeos, e incluso ambos pasaron temporadas en contacto directo con la naturaleza de Maine, a la que retrataron, en estancias promovidas por su maestro, Henri.
La costa de Maine según George Bellows (izquierda) y Edward Hopper (derecha)
Por eso resulta especialmente enriquecedor compararlos. Donde en Hopper hay líneas rectas y contemplación, en Bellows hay trazos retorcidos y acción. Si el personaje de Hopper es solitario y espiritual, el de Bellows comparte su espacio y es sobre todo violencia y carnalidad. En ambos casos, hay muchas miradas perdidas en el infinito, pero los retratados de Bellows pierden casi siempre su vista por encima o por debajo del hombro del espectador; las de Hopper son miradas que se pierden en la propia inmensidad del cuadro, fuera de campo.
La luz de los cuadros de Hopper se desparrama por las ventanas y sobre los campos, la de Bellows sobre parques y riberas nevadas de Nueva York, cuando no agoniza en la noche apenas aliviada por las lámparas del gimnasio o la fogata de la obra.
Edward Hopper es verano. George Bellows, invierno. Todd Haynes frente a Martin Scorsese. Courbet y Manet contra Goya y Velázquez.
"[George Bellows] pintó y dibujó a los niños de los barrios de emigrantes, los niños que juegan o pelean en la calle o se bañan desnudos en las aguas sucias de los muelles del East River, con una atención respetuosa que parece anticipar las fotografías de Helen Levitt. Vivió en un tiempo en el que el dibujo tenía aún una presencia relevante en la prensa y en el que la pintura no había renunciado a su capacidad documental. Pintó a grupos de trabajadores ateridos que aguardan en una mañana nevada de invierno a que empiece la descarga de un transatlántico recién atracado. Pintó el trabajo en los astilleros y la diversión plebeya y populosa en la playa de Coney Island, la confusión del tráfico a la hora punta en Times Square, las sombras azuladas sobre la nieve en Riverside Park" ("Inesperado George Bellows", Antonio Muñoz Molina, 26 de enero de 2013, EL PAÍS)
La exposición de George Bellows en el Metropolitan Museum de Nueva York se prolongará hasta el 18 de febrero
Bonus track - Tip gastronómico
Rayuela: sofisticado (y no barato) restaurante en el Lower East Side que ofrece comida latinoamericana y española. Se recomienda reserva previa. Riquísimo el Arroz negro con Marisco, que yo acompañé con caipirinha. Impresionantes también las Vieras con Chirivía Trufada y la Gallinita prohibida, de los que probé un bocado. Éxito asegurado. [No puedo dejar de mencionar que llegué a este encantador sitio gracias a la inestimable guía de María y Quique, dos españoles en el mundo muy bien documentados sobre Nueva York y sus encantos]
Valentin dijo
Me parece increíble que una potencia sin herencia cultural , no viene de ninguna cuna, ni de ningún movimiento de arte como el renacentista...europeo claro...ahora sea cuna del arte con espacios como el Moma.
No tienen fuente cultural como la europea, y lo que han adquirido es a través de Europa...lo que se ve en el Thyssen estos días Cezanne, Monet, Van Gogh, y un largo etcétera.
http://www.museothyssen.org/microsites/exposiciones/2013/airelibre/
Valentin dijo
A ellos les va mejor en otros campos en ....el freudiano para circunscribir Van Gaghhh...pero de todo se aprende.:)Saludos.
Valentin dijo
Cómo el Brooklin Bridge Park aquí retratados http://www.youtube.com/watch?v=2hdrEPyzIY8 con la música de George Gershwin.
Agustín Alonso G. dijo
Valentin, EEUU es heredero de Europa como Europa lo es de Grecia. Pero precisamente lo que me sorprendió aquí es que hay mucho y bueno netamente americano en los siglos XIX y XX. Se han dado prisa para empezar su propia tradición. Estos tipos saben lo que se hacen a veces.
Valentin dijo
Evidentemente Agustín.:)
Valentin dijo
Digamos que por eso están ciertos espacios como el Moma :)
Déjà vu dijo
Europa heredera de Grecia? como los EE UU de Europa... Lo ultimo de acuerdo, fueron europeos los que llevaron la ilustración... Grecia es parte de Europa, hasta hoy. Herencia y heredero a un tiempo?
Agustín Alonso G. dijo
Grecia es parte de Europa, pero me refiero a Europa como noción cultural y a Grecia como noción cultural, no como país. Europa en concreto es un cóctel de Grecia y la cultura judía donde el Imperio Romano es la coctelera, por simplificar. Porque Roma es más que la coctelera, sin duda. A eso me refiero cuando Europa es heredera de Grecia. La Grecia actual no es la Grecia a la que yo me refiero al decir eso. No sé si me he medio explicado.