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La #decadenciadeMadrid

    martes 8.oct.2013    por Agustín Alonso G.    1 Comentarios

Duelo_garrotazos
Como persona de sensibilidad trascendente me gustan las casualidades porque leo en ellas mensajes divinos, signos de los tiempos, líneas de un posible guión o capítulos de una novela. Así, el viernes pasado me topé con un artículo de Borja Prieto en el que a cuenta de poner el foco sobre una serie de grupos musicales alternativos (adjetivo que a veces es sólo sinónimo de "conocidos en su casa a la hora de cenar"), aprovechaba para hacer una especie de panfleto anti-establishment, de exultación por la pujante nueva escena musical:

"Asistimos sin duda a un entramado musicado mucho más divertido, serio y organizado. Infinitamente más cercano y sincero, más abierto y menos rencoroso, más colaborativo y menos rancio, cero pelota y mucho más joven"

Y uno, que con esto de la gentrificación radiocinquera se ha empeñado en intentar seguir a esa gente joven en Twitter para ver por dónde van las nuevas corrientes, aprender, indagar; y uno, digo, no puede evitar una risa sarcástica ante eso de "menos rencoroso", porque la cantidad de rabia e insultos (no dirigidos a mí) que tengo que presenciar en el timeline resulta excesivo incluso cuando a uno le sale la vena viejuna de padre comprensivo: si es que estos chicos tienen que matar al padre, si es que tienen que construir su discurso por oposición, si es que es la edad, si es que es el cabreo generacional...

Me estoy cansando así como muy rápido de esos aprendices de Norman Mailer, etc., que para construir su discurso tienen que cagarse en todo lo cagable ya establecido. Amiguete, que para defender tus propuestas musicales no tienes que decir que Lori Meyers son sida. Para empezar, porque no es verdad. Y para terminar porque a lo mejor sus sencillas letras son mejor que tus abigarrados textos de crítica musical. Quien quiera entender, que entienda.

"¿Prescriptores? ¿Líderes de opinión? ¿Selectores? Llámenlos como quieran, para mi simplemente aliados en esto de re-descubrir sin complejos constantemente el glorioso presente que nos rodea"

Gracias a Borja Prieto me entero de que vivimos un glorioso presente musical protagonizado por esas bandas que en el artículo nos va desgranando. Y, a ver, uno, que goza con tanta creatividad, que es de paladar fácil, no puede, sin embargo, dejar de pensar que quizá Prieto está sobreactuando al enumerarnos esa lista de "grupazos" ("grupazos" y "jitazos", dos expresiones usadas con insultante facilidad por estos bardos de la nueva escena). Porque yo he escuchado, he escuchado en vivo a alguno de ellos. Y reconociéndoles la frescura de gente a la que le gusta la música y le apetece hacer el moñas, no insultaría la inteligencia de nadie diciendo que son "grupazos por los que matar". (Como tampoco lo eran Pedro Almodóvar y Fabio McNamara cantando "Suck it to Me".)

En fin, sueno destroyer. Ya lo siento. Porque estoy super,a,favor -súper- de esta nueva pujanza. Prueba de ello es este espacio. Pero no hace ningún favor a la excelencia creativa de esas nuevas voces ponernos a chuparnos las pollas a estas alturas, que diría el Sr. Lobo.

En fin, que entiendo a Borja, que escribiría ese artículo, como yo este post, después de pimplarse media botella de vino, o tras un concierto que le dio un subidón creativo. O lo que sea. Que hace falta un poco de voluntarismo para sacudir el panorama de cuando en cuando.

La pintura negra de Madrid

Las coincidencias vienen cuando, mientras digería este texto, me encuentro con una de las piezas periodísticas que más me ha indignado en los últimos 33 años que no tengo todavía.

La decadencia de Madrid.

En él, se nos construye un discurso a partir de tres anécdotas, de una nostalgia de la Movida que ya apesta (la Gran Vía de los años 80, ese Madrid infestado de heroína, no era nada decadente, no) y de unos datos reales (deuda, recortes presupuestarios de limpieza, ladrillazo, Eurovegas) que en mayor o menor medida no son exclusivos de Madrid y que no voy a negar porque son vergonzosos.

Y de repente, me dan ganas de darle la razón al artículo de Borja Prieto: "Las redes de un nuevo mundo se están tejiendo y tú no te estás enterando. El glorioso berenjenal de Bandcamps y Soundclouds, llámenme abuelo cebolleta pero me recuerda al éxtasis primigenio de Myspace donde te pasabas horas y días saltando del Top 8 de una banda a otra descubriendo hits sin parar, y sobre todo, los amplificadores, están ayudando mucho a construir una realidad paralela que ojalá se cepille al establishment bien pronto". Pero no. No caeré en la fácil tentación. Seamos de centro.

El discurso sesgado y pijoprogre que infecta todo el artículo de Rafael Méndez y Álvaro de Cózar merece una respuesta contundente. Que no, que yo también odio el concepto Eurovegas, la deuda, el asfixia de los horarios de la marcha nocturna y la suciedad. Pero sacándome a pasear esos elementos no me vas a poner de tu parte como sí se ha puesto el establishment de izquierdas en Twitter, por ejemplo, con pasmosa facilidad. Eso sí me parece decadencia del espíritu crítico, por ejemplo.

El manipulador artículo no dice que no hay tiempo ni dinero para ir a todos los conciertos de este otoño en Madrid, aunque Prince no pase por aquí. No habla de Matadero (y a esta gente que le pone palotorro lo que dice el NYT: hale), no habla de Tabakalera, no habla de La Casa Encendida. Habla de los negocios establecidos, grandes teatros, los garitos que te cobran cuatro euros por cerveza. Y oculta la realidad de una escena teatral pujante que se sobrepone al ahogo via IVA y recorte de subvenciones de este Gobierno (y de la que el mismo medio habló hace poco: bien por Rocío García), mezquino en lo que se refiere a políticas culturales.

Muerte a La Sureña, vivan las copas a 12 euros

Cuando el artículo demoniza Los 100 Montaditos, que buen cobijo da a los universitarios con sus precios populares, comprendo definitivamente que los firmantes del artículo son unos burguesotes de cuidado, unos esnob puestos al servicio de un Madrid de celofán y postal

"Sobre el artículo de El país planea el problema de la falta de un relato reconocible y de una postal vendible de la ciudad. En varias ocasiones aparece este “problema”. Sin embargo ¿quién narices quiere un Madrid de postal? Se entiende que los que lo quieren empaquetar para vender, pero no los que quieren vivir la ciudad. Una de las características más acusadas del Madrid que muchos disfrutamos es precisamente la de ser muchos Madrid"

Lo dice este agudo artículo respuesta de Madrid me mata

Mierda_eduardo_laporteEn fin. Madrid está en decadencia, sin duda. Como lo está España. Como lo está toda Europa. Como lo están los grandes medios, incluyendo aquel en el que se publicó ese artículo (lean el bochornoso artículo que quizá podría titularse "La decadencia", así, sin aditamentos, publicado un día después en sus mismas páginas) y el medio en el que esto se publica, la RTVE de todos los contribuyentes.

Pero construir un discurso mentiroso, una realidad paralela de un Madrid del que no se tiene ni idea porque no se pisa o porque uno está plagado de prejuicios -o porque tiene intenciones políticas aviesas- no ayuda a mejorar la ciudad ni la cultura del país. Confundir Madrid con la superficie de los gobernantes y los empresarios del ladrillo es una simpleza que insulta la inteligencia.

Bendita casualidad la de toparme con ambos artículos. Unos que nos dicen que la escena es más brillante que nunca. Otros que cualquier Movida pasada fue mejor, con el champán corriendo en la sala Sol. Y a mí que me da la impresión que ni tanto ni tan calvo. Que hay mucha mediocridad en el pueblo, mucha asfixia por parte de las autoridades, pero también ilusión y ganas de hacer cosas. Y a este discurso ilusionante me apunto yo, qué quieres que te diga, porque creo que en la vida sólo se consigue lo que se espera.

Me dirás que he contestado a panfletos con otro panfleto. Lo sé. Es lo que busco. Una guerra. Un debate cruento. Una agitación sentimental. Porque, en el fondo, en todo esto leo un mensaje divino. Que estamos en el final de un ciclo y algo hay que hacer para construir el próximo. Aunque sea a goyescos garrotazos. O qué.

(Foto de la mierda: Eduardo Laporte)

Interesante también esta reflexión de Agenda Magenta.

Categorías: Actualidad , Cultura

Agustín Alonso G.    8.oct.2013 04:20    

1 Comentarios

MU INTERESANTE


TIENES KANZER

viernes 25 oct 2013, 00:09

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Agus Alonso G.

Bio El Gentrificador

Aspirante inconsciente a perfecto burguemio, a estándar del coolismo wannabe. Siempre queriendo estar a la última y siempre llegando tarde. Cuando aparezco, los modernos huyen. Soy el umbral en el que lo alternativo pasa a mainstream, el momento más oscuro de la noche indie antes del amanecer de lo masivo. Señora, el gentrificador ha llegado a su barrio y los precios de los pisos se van a disparar. Este blog es junto al microespacio del mismo nombre en Radio 5, un espacio para nuevas voces, ideas y cultura emergentes. Mándanos tus propuestas a [email protected]
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