Esta semana preguntamos: Literatura infantil, ¿la hermana pobre de la familia editorial?
Esta semana la pregunta sale de las sugerencias que ustedes, los oyentes de Ojo Crítico nos han estado enviando. Sugerencias que han sido archivadas en nuestra agenda y que irán viendo la luz a lo largo del curso. Estén atentos, porque la próxima podría ser su sugerencia. Esta es la propuesta de Javier Fonseca de Madrid: literatura infantil, ¿hermana pobre de la familia editorial?, todolo contrario: ahora que las fronteras entre lo adulto y lo juvenil se difuminan ¿está en auge la literatura infantil?, ¿cantera de lectores?...
Nos lo pueden contar aquí mismo, en el apartado para comentarios o en el contestador gratuito 900 620 620. Anímense
Javier Fonseca dijo
Amigos y amigas del Ojo Crítico. Muchas gracias por plantear mi propuesta como pregunta de la semana. Sólo me gustaría hacer una matización a cómo la lplanteáis. Cuando yo hablaba de "cantera" me refería a cantera de LECTORES, no de escritores. Plantear si la Literatura infantil y juvenil es cantera de escritores es seguir alimentando su rol de "hermana pequeña". No es una etapa dentro de la carrera de un escritor. Hay excelentes autores que no han necesitado el "salto a lo adulto" para demostrarlo. Igual que hay muy buenos escritores que han mostrado su valía escribiendo tanto para niños como para adultos
Un saludo y gracias.
09 dic 2009
Anónimo dijo
Yo creo que hay buenos escritores infantiles el problema es que los niños no leen. En la escuela no se motiva la lectura, pocos colegios tienen bibliotecas, de ahi el problema de la compresión lectora y cuando no se comprende lo que se lee se deja de leer
Saludos
10 dic 2009
María S. dijo
Un error importante que suelen cometer algunos escritores y público en general, es menospreciar la literatura infantil y juvenil, como de menor categoría.
Para escribir este tipo de literatura, en primer lugar, hay que saber entender el mundo de los niños, nada fácil por cierto. Hay que buscar las palabras adecuadas y las situaciones idóneas para que la historia sea comprensible.
En una literatura de adultos, el autor puede dejar que se sobreentienda alguna idea, pero en los niños no es así. No importa que la propuesta entre dentro del absurdo, pero debe quedar bien entramada ya que ellos, dentro de su fantasía, se dan cuenta cuando algo falla.
No es fácil, en contra de lo que pueda parecer, escribir LIJ. Es absurdo comparar entre una y otra literatura, son diferentes. A mí me recuerda el debate entre la ópera y la zarzuela y existen magníficas obras en ambos géneros.
En cuanto al asunto económico, hay editores que opinan que se vende más la literatura infantil y la juvenil que la de adultos.
En fin, con respecto a la idea de Javier Fonseca, estoy de acuerdo en que la LIJ puede ser una buena cantera para futuros lectores de literatura para adultos.
Un saludo.
10 dic 2009
gatito dijo
Es un error menospreciar la literatura infantil.
La literatura en si es un compendio de conocimientos y experiencias, que a veces se entremezclan, y pueden ser tan aptos para adultos como a jóvenes.Ejemplos.Ahora se me ocurren 2 de Ende."La historia Interminable" Y "Momo".Y no teneis más que leerlos para captar la riqueza de matices y métaforas que hallan dentro.
Sin olvidarnos de lo patrio ¿Qué sería de nuestra cultura sin la enorme "Gloria Fuertes? ¿Era petulante lo que escribía?.Saludos chicos.
10 dic 2009
Razonador dijo
Hola queridos amigos del Ojo Crítico. Mientras la “anestesia” cae sobre nosotros y se manifiesta especialmente cuando vemos tantas terribles desgracias e inhumanos delitos por TV de forma impasible, nuestra “capacidad de soñar” se va perdiendo. Para recuperarla nada mejor que la literatura infantil. Hace unos días inesperadamente percibí cierto hastío desatinado en mí y reaccioné yendo raudo a la Biblio a por una libro infantil y por fortuna encontré uno perfecto: “Historias de la otra tierra” de Paloma Orozco Amorós, y puedo decir que leerlo resucitó la imaginación dentro de mí. Sin embargo siento que no ha sido suficiente: devolveré el libro y buscaré otro parecido, creo que merece la pena. Necesitamos ser más niños. Me gusta que los animales y las cosas cobren una vida a la que mi escepticismo aún le da la posibilidad. Antes de que sea tarde y nos extingamos. Un abrazo
14 dic 2009
Razonador dijo
Loa animales hablan: si, si y si. Las hojas hablan con los puentes y las veletas, las sombras, las flores, la espuma, los rugidos, las nubes, el eco tienen vida, sienten emociones y tienen sentimientos si, si y si. En la imaginación de un niño cabe todo ese mundo y en el mío también. La literatura infantil es fenomenal para la lectura de los adultos, especialmente si la leen los viejos hipocritas y cinicos, de los acervos amantes de la podrida política partidista, de los violentos, de los cabeza cuadrada MENOS ESTATUTOS Y MÁS "EL ESCUADRÓN DE NUBES"O "LA HUELLA DEL ELEFANTE".¡Viva el ERASE UNA VEZ y el ERASE QUE SE ERA! Un abrazo!!
14 dic 2009
La dama dijo
La LIJ no es la hermana pobre, es la hermana desconocida. La hermana gemela que nadie respeta.
Los editores (salvo honradas excepciones) se lanzan a publicar "de encargo" literatura para niños y adolescentes siguendo modas de temas y contenidos que nada aportan, salvo dinero para el mercado literario.
Hay grandes escritores que han probado acercarse al mundo infantil con poco acierto. Y hay escritores que no necesitan dar el salto a los adultos por que no lo necesitan. Son buenos y profundos y dicen lo que tienen que decir, sin distiguir quién les lee.
Hay mucha paja en esta literatura pero también auténticas obras de arte...
Y los niños leen, leen todo lo que les pongamos en las manos. Luego, en la adolescencia aparecen otros intereses y abandonan la lectura. Pero siempre queda la semilla en algunos de esos adolescentes.
Por cierto, las lecturas obligatorias en Bachillerato deberían revisarse, pues a veces lo único que consiguen es el rechazo frontal a la lectura.
Hay un libro para cada edad, es cierto, pero no tiene que ponerse en límites a las ansias de leer de los chicos. Ellos saben seleccionar lo que les gusta y lo que no. Y el boca a boca funciona entre ellos igual que entre el lector adulto. Los profesores deberíamos escuchar entre líneas y, sobre todo, leer muchos libros para poder recomendar o sugerir. Debaríamos saber qué van a leer y la calidad literaria de lo que recomendamos. La pildora con azúcar entra mejor...
14 dic 2009
Ángeles dijo
Yo hablo desde mi experiencia como madre. En las manos de mis hijas (prelectora una y "a punto-lectora", la otra), caen múltiples libros. He tenido la oportunidad de leer libros infantiles de toda clase, y la opinión que he formado al respecto es que algun@s autor@s se acercan a la literatura infantil desde un desconocimiento completo del niñ@. En estos casos la calidad deja mucho que desear y esos libros son compendios de consejos o anuncios publicitarios que no cuidan al recién estrenado lector. En cambio, por otro lado, he observado los libros de aquell@s autor@s que sí cuidan al pequeñ@. Saben quien es, saben como puede pensar y se ponen en su piel. De manera que sumergen con facilidad al niñ@ en un mundo fantástico y a la vez creible en el que disfrutan y se sienten protagonistas.
Mis hijas, a sus cortas edades y después de palpar muchos libros, hacen su propia crítica literaria, y descartan muy a menudo los primeros libros con facilidad y disfrutan intensamente de los segundos.
En este corto espacio de tiempo he visto como está creciendo el espacio infantil y la oferta se amplía y diversifica.
Gracias por el programa. Me encanta el tándem que formáis.
15 dic 2009
Juan Carlos dijo
Me duele admitirlo, pero cada vez se hace más vigente la ley de Lem: «Nadie lee nada; si lee, no comprende nada; si comprende, lo olvida enseguida», en eso tiene mucha razón el comentarista anónimo.
Los videjuegos y la programación infantil a todas horas en la televisión son unos competidores demasiado duros para los libros.
Saludos.
18 dic 2009