La prevención es la mejor arma para un hígado sano ¡cuídalo!
miércoles 20.abr.2016 por Equipo El Ojo Clínico 0 Comentarios
Por la Dra. Bárbara Pagán
Según la OMS, en total mueren anualmente 27.000 personas por cirrosis en los países desarrollados. En España, afecta a 4 de cada 10.000 personas, y de estas, la gran mayoría son causadas por el consumo de alcohol. Le siguen en frecuencia la cirrosis causada por virus (virus B y virus C) y de causa metabólica. Dentro de estas últimas, está tomando gran importancia como causa cada vez más frecuente de cirrosis, la esteatohepatitis no alcohólica, relacionada con la obesidad, la diabetes, la hipertensión y el aumento de colesterol en sangre.
Desde aquí queremos señalar que la cirrosis es una enfermedad silente que da la cara cuando ya es demasiado tarde. Se precisa de un daño continuo y prolongado tanto por consumo de alcohol como por infección viral, para llegar a la cirrosis. Este periodo puede oscilar entre los 10 y los 30 años, si bien es cierto que no todos las personas infectadas por virus B o virus C llegarán a desarrollar una cirrosis. No obstante, es una enfermedad parcialmente reversible, por lo que si controlamos la infección viral, o cesa el consumo de alcohol al inicio de la cirrosis, esta puede mejorar. Una vez establecida y evolucionado hacia la fase que llamamos de “cirrosis descompasada”, la probabilidad de regresión de la enfermedad es escasa. Debido a lo silente de la enfermedad hasta alcanzar la descompensación, lo más útil es la prevención.
CONSUMO DE ALCOHOL
Como hemos señalado antes, es una de las principales causas de cirrosis en los países desarrollados. No solo se asocia al consumo excesivo que todos relacionamos con el alcoholismo, sino que consumos más moderados pero continuos, también conllevan un elevado riesgo de lesión hepática que puede desembocar en una cirrosis a la larga.
Actualmente el consumo de alcohol se cuantifica según las llamadas Unidades de Bebida Estándar (U.B.E). En España y USA cada una corresponde a unos 10g de alcohol puro, a 8g en UK. La recomendación de la OMS es no sobrepasar los 20g de alcohol al día en las mujeres (2UBE) y los 30g para los varones (3 UBE). En este enlace se puede ver la equivalencia entre UBEs y gramos de alcohol.
HEPATITIS VIRALES
Alrededor de 500.000.000 personas están infectadas de forma crónica por el virus de la hepatitis B o el de la C. Aproximadamente 1.000.000 de personas mueren anualmente (2.7% del total de fallecimientos) por causas relacionadas con afecciones hepáticas, incluido el cáncer de hígado. Se estima que el 57% de los casos de cirrosis hepática y el 78% de los de cáncer hepático primario son consecuencia del virus B o del virus C.
El curso silencioso de la infección y su relativa benignidad hasta la aparición de la cirrosis descompasada hicieron que fuese difícil relacionar las infecciones vitales con la patología hepática crónica. Además, su descubrimiento es relativamente reciente, por lo que su prevención y detección ha sido un reto hasta no hace mucho. El virus B fue finalmente descubierto en 1963, pero el virus C tuvimos que esperar hasta 1989 para ser capaces de detectarlo. De ahí que hasta esa época, una de las principales vías de transmisión del mismo fuesen las transfusiones de sangre.
- VIRUS DE LA HEPATITIS B: Se transmite por sangre y otros fluidos corporales. Por ello es considerada una enfermedad de transmisión sexual. El intercambio de jeringuillas o las relaciones sexuales no protegidas son causas de contagio de este virus. También puede transmitirse de madres a hijos durante la gestación. Hoy en día disponemos de una vacuna para este virus, con una eficacia del 95% de protección. Esto significa que en caso de contacto con el virus, las defensas adquiridas por medio de la vacunación neutralizarán la infección, evitando la enfermedad inicial y la posible cronificación de la misma. Actualmente la vacuna de la hepatitis B está en el calendario vacunal. Hasta hace unos años, solo se vacunaba a la población de riesgo como personal sanitario, o aquellos que iban a viajar a zonas endémicas donde el riesgo de contagio era elevado
- VIRUS DE LA HEPATITIS C: La transmisión de este virus es fundamentalmente sanguínea, a través del intercambio de jeringuillas en los adictos a drogas por vía intravenosa, y por la transfusión de hemoderivados antes de los años 90, ya que hasta esa época no fuimos capaces de detectar al virus para poder cribar la sangre. No se considera una enfermedad de transmisión sexual. No hay vacuna para este virus, por lo que la prevención en el momento actual solo puede hacerse a través del cribado de la sangre para transfundir, y la educación para evitar contagios por jeringuillas.
Estas tres causas son responsables del 90% de los casos de cirrosis, por lo que, como hemos señalado, a través del consumo responsable de alcohol, vacunaciones, relaciones sexuales protegidas, serian evitables la mayoría de los casos.
Los recientes tratamientos altamente eficaces en los casos de las hepatitis vitales también ayudarán al control de estas enfermedades, al disminuir el número de enfermos y portadores. No obstante, y como hemos señalado en repetidas ocasiones, esto no es óbice para tomar todas las demás medidas, ya que hay un elevado porcentaje de enfermos que desconocen que lo son.
Más información:
European liver patients association