Carta a las vacunas
lunes 2.may.2016 por Equipo El Ojo Clínico 1 Comentarios
Por el Doctor José María Ferrer
Queridísimas vacunas,
Esta sin duda va a ser una carta de agradecimiento por vuestra lucha y vuestros logros. Vuestra historia es una historia centenaria de beneficios y eficacia, sois una de las medidas más efectivas para reducir la incidencia de enfermedades y por tanto su mortalidad.
Vosotras, vacunas, prevenís enfermedades, discapacidades y defunciones por enfermedades prevenibles como la difteria, la hepatitis B, el sarampión, la tos ferina, la poliomielitis, la rubeola y el tétanos. Detrás de vosotras hay grandes personas que os descubrieron como Edward Jenner, el padre de la inmunología. Gracias a él se consiguió erradicar la viruela. Louis Pasteur, al que debemos vuestro nombre, pionero de la microbiología y descubridor entre otras de la vacuna contra la rabia. Jonas Salk que desarrolló la vacuna de la cruel polio.
La inmunidad que generáis es en gran parte responsable de la erradicación mundial de la viruela y la restricción de enfermedades como la poliomielitis, el sarampión y el tétanos en la mayoría de los países del mundo. Vuestras campañas evitan entre 2 y 3 millones de muertes cada año por difteria, tétanos, tosferina y sarampión. Siendo fundamental la labor que se hace en países en donde por desgracia la accesibilidad a vosotras es menor que en nuestro medio. Pero no solo sois necesarias en países pobres y lejanos en donde nos debemos esforzar todos porque lleguéis a cuantos más niños mejor, también sois vitales en cualquier lugar del mundo sea cual sea su condición económica.
Sois esenciales para conseguir alcanzar el cuarto objetivo de desarrollo del milenio según la OMS: reducir en dos terceras partes la mortalidad de niños menores de cinco años. Intentando por otro lado alcanzar la vacunación universal en todo el mundo para 2020. Cuando hablamos de nuevas enfermedades, vuestro nombre, la palabra vacuna aparece inmediatamente como la gran solución al problema, la gran esperanza. Así pasó y pasa con el VIH, el Ébola y más recientemente con el virus Zika.
Pero incluso con vosotras, vacunándonos nos podemos infectar de algunas enfermedades, no sois eficaces al 100% pero aún así tenéis sentido. Porque mediante la inmunización de la mayor cantidad de población posible, el número de personas afectadas por la enfermedad se reducirá significativamente.
Habéis recibido incluso críticas, acusaciones sobre posible toxicidad, sobre que sois antinaturales, pero año tras año demostráis que sois seguras y que salváis millones de vidas en el mundo. Acusaciones también sobre autismo, esterilidad o infertilidad que siempre han sido desmentidas por numerosos y muy rigurosos estudios científicos.
Yo, gracias a vosotras, como médico de familia no diagnostico casos de polio, sarampión, tétanos o difteria. Yo, como profesional sanitario, recomiendo la vacunación y me vacuno anualmente de gripe. Pocas medidas son tan eficaces y salvan tantas vidas. Nuestro reto es que siga siendo así y por supuesto, de forma segura.
Por todo esto, os debo dar las gracias, vacunas, por las vidas que habéis salvado, las que salváis cada día y las que salvaréis. Gracias por las enfermedades que habéis evitado, evitáis y evitaréis. Mil gracias.
(Con cariño a todos los profesionales en especial, personal de enfermería que tanto contribuye a la inmunización de toda la población. Centro de vacunaciones, y campañas de vacunación en países que no tienen tanta suerte como nosotros)
Francisco Guillen dijo
Mi hija no se a vacunado nunca, ha sufrido difteria como casi todos los niños incluido yo mismo debido a la ingesta de leche de vaca, que es la causa de muchas enfermedades, he investigado mi caso y he llegado a esta conclusión después de diferentes estudios ya que mi madre se vio obligada a retirarme la lactancia materna, a esta conclusión he llegado después de hacer muchos estudios así como mi hermana recibió leche materna durante 2 años y jamas estuvo con anginas o difteria.