Escrito por: José María Ferrer
Buenas noches :
He pensado escribirte porque creo que eso me ayudará a desahogarme, probablemente soltaré más de una lágrima recordando como viniste, lo que me causaste, mis miedos, mis esperanzas , mis apoyos. Tantos sentimientos juntos que no se como empezar ni como acabaré.
Empezaré por el principio. Tuve la primera noticia de tu llegada un 24 de diciembre de hace 6 años, un día injusto para que alguien como tú aparezcas, aunque bien es cierto que ningún día eres bienvenido. Me levanté esa mañana y noté algo raro en mi mama, una especie de bulto, no hacía más que palparlo pensando que al intentar volver ...
Escrito por: Bárbara Pagán
Como hemos comentado en el programa de esta semana, las enfermedades raras son aquellas poco frecuentes que aparecen en una de cada 2000 personas, si bien esta definición varía en función del país. Este hecho conlleva importantes limitaciones:
1. Al ser poco frecuentes, los médicos muchas veces las desconocen o tardan en detectarlas. El retraso diagnóstico es muy frecuente, pudiendo llegar a los 10 años, con la consiguiente incertidumbre y desesperación del paciente y su familia.
2. Su poca prevalencia dificulta la investigación ya que es difícil reunir un número significativo de pacientes para hacer ensayos ...
Escrito por : José María Ferrer
Buenas noches
Aunque la carta lleva tu nombre como si fuera dirigida a ti, no te mencionaré.
No lo haré porque tú realmente no eres la protagonista, no eres más que una mala jugada , una espina dentro del cuerpo del verdadero protagonista, Carlos.
No quiero que sea esta, una carta de sufrimiento, dolor o angustia. Quiero que sea lo que es Carlos una carta de amor, superación y alegría.
Cuando Carlos entró en nuestras vidas, llegó nuestro más preciado tesoro. Empezamos a tener una vida distinta, una vida nueva y echando la vista atrás sin duda una vida mejor.
Es verdad que cuando Carlos llegó y nos d...
Escrito por: José María Ferrer
Hola Celiaquía:
Cuanto tiempo llevamos juntos, conviviendo el uno con el otro. Tú aprovechando la más mínima oportunidad para aparecer, yo sacrificándome desde muy temprana edad para que no destruyas mi intestino.
Tendría 6 ó 7 años cuando mis padres se dieron cuenta de que algo me pasaba. No crecía como los demás, pasé de ser un niño alegre a estar más tristón, más irritable. Me acuerdo que tenía dolores de tripa con relativa frecuencia y a veces pensaban que era porque no quería ir al cole. Es verdad que no quería ir pero también era verdad que me dolía la tripa. Hasta que después acudir en varias ocasion...