Michelines y futbolines
martes 1.jul.2014 por El palabrero 0 Comentarios
Hablábamos en un Palabrero anterior de la palabra wifi, palabra aceptada en castellano y derivada de una marca comercial, de una marca registrada. También citábamos otras voces con ese mismo origen en marcas registradas, como celofán, aspirina o vaselina. Y hay muchas otras más: clínex, delco, velcro, rímel, licra, nailon... muchas ya aceptadas también en el diccionario de la Real Academia.
Incluso algunas de tales palabras han adquirido nuevos significados, como cuando hablamos de michelines para referirnos a esos indeseados pliegues de la barriga. El hecho de llamarlos michelines tiene que ver con la marca francesa de neumáticos Michelin, concretamente de su mascota, esa figura humana formada por neumáticos apilados, cuyo nombre es, en realidad, Bibendum. Curioso nombre el del muñequito, por cierto, dado que es una palabra latina, el gerundio del verbo bibĕre, es decir, ‘beber’.
Esto, que parece un poco rocambolesco, tiene su explicación. El muñeco de Michelin había sido concebido previamente para una cervecería de Múnich por su diseñador, conocido como O’Galop, y aparecía con el lema “Nunc est bibendum” (“ahora es el momento de beber”). Ese diseño no fue aceptado y, en su lugar, la marca Michelin lo hizo suyo, consiguiendo que a partir de los inicios del siglo XX, Bibendum, el hombre Michelin, se haya convertido en un icono mundial.
Algunas palabras proceden de marcas y no nos lo solemos imaginar. Es el caso de las tiritas en España y las curitas en algunos otros países. Si usted coge una caja de titiras, verá que el nombre del producto que aparece en el envoltorio es otro: apósito adhesivo o algo similar. A no ser, claro, que hayan sido comercializadas por los mismos propietarios de la marca Tiritas.
Otro nombre bien habitual proveniente de una marca registrada es el del futbolín. Ya saben, ese juego de mesa que remeda un partido de fútbol y que recibe esta denominación en España y algunos otros países de Latinoamérica, pero que también es conocido con otros nombres: metegol en Argentina, futbolito en Uruguay o México (aunque en este país también se emplea la forma futbolín y otras como fuchito o fuchín), taca-taca en Chile, las canchitas en Bolivia, etcétera.
[La música es la del encuentro de Maurice el Médioni con Roberto Rodríguez y de Os Diplomáticos de Montealto con su Oda ao futbolín dedicada a su inventor, Alexandre de Fisterra]