Es la hora del aperitivo
lunes 6.oct.2014 por El palabrero 0 Comentarios
Hoy El palabrero empieza, se abre, de una forma lúdica, como cantan estas muchachas canadienses, Christine Tassan et les Imposteures: "es la hora del aperitivo", "c'est l’heure de l’apéro". Por cierto, que no deja de tener su guasa que, después de que idiomas como el inglés hayan importado la palabra francesa apéritif, ahora en francés les dé por acortarla y decir apéro.
Aperitivo viene en última instancia del latín aperīre, es decir, ‘abrir’. De ese mismo origen tenemos esas tres palabras casi trillizas: abertura, apertura y obertura. La primera, abertura, es la más patrimonial en castellano, mientras que apertura es un cultismo, está tomada directamente del latín, y obertura nos llega a través del francés ouverture.
Otras palabra de esa misma raíz es abrigo. Curiosamente un abrigo no era originalmente algo escondido, cubierto, sino algo precisamente ‘abierto, expuesto al sol’ y, posteriormente, ‘defendido, resguardado del frío’. Y es que el significado originario de ese aperīre latino era ‘descubrir’, en el sentido de ‘abrir, destapar, quitar lo que oculta, cubre o tapa algo’.
Y la palabra tapa nos recuerda que habíamos empezado hablando del aperitivo, y resulta que nos lo habíamos dejado ahí, a medias. Se dice en ocasiones que el aperitivo se llama así porque abre el apetito antes de la comida. También un aperitivo puede abrir otras cosas, y no precisamente porque las gambas puedan estar algo pasadas, sino porque este término también se utiliza en medicina para referirse a ‘aquello que sirve para combatir las obstrucciones’. De hecho, el significado original de apéritif en francés, era ‘laxativo, algo que ayuda a una correcta evacuación’, y ya es en el siglo XVIII cuando pasa a ser la bebida y, por extensión, la pequeña porción de comida que la acompaña, que sirve para abrir el apetito.
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