El mundo que habitamos
martes 15.may.2018 por Lara López 0 Comentarios
Conversamos también con los antropólogos Paco Cruces y Jorge Moreno Andrés, responsables del documental El orden que habito. Tres ciudades contadas desde el interior, Madrid, Ciudad de México y Montevideo, para recrear un universo de intimidades, fruto del trabajo de investigación del Grupo Cultura Urbana de la UNED que podrá disfrutarse en la Cineteca del Matadero de Madrid, el 16 de mayo a las 21 h. con coloquio de los autores y los días 17 y 18 a las 19h. Las entradas comienzan a repartirse en la puerta de la sala Borau, una hora antes de cada proyección.
Y La separata:
Visitar una cárcel, es una experiencia que no se olvida. Ni desde la perspectiva de un interno, de un preso, ni desde la del mero observador accidental.
La de Ocaña tiene un patio antiguo, donde pasa la vida, donde pasa el tiempo, la rutina marca el ritmo de la condena. Una visita rompe el rito diario, la condena, es algo que no está previsto en la vida de preso. Cinco personas cruzando el patio en diagonal, se convierte en una tarde distinta a la de ayer y seguro que a la de mañana.
Una cárcel para pagar con tiempo, con aislamiento el delito juzgado justamente. Penados que aceptan el veredicto del jurado, del juez. Crímenes horribles, faltas, delitos de roba gallinas. En el patio todos son iguales.
Y para el visitante se produce una sensación extraña, hablar con los internos es grato, hay amabilidad, curiosidad por ambas partes y se establece cierto grado de afectividad en poco tiempo.
Es una especie de contradicción para el visitante; considerar una buena persona a al delincuente, al homicida… Quizás eso sea el principio