Golden State, ¿sueño o pesadilla?
"Despiértate, olvídalo, aquello nunca sucedió. Todo fue una ilusión", cantaba La Oreja de Van Gogh en su canción ‘Pesadilla' de su primer, fresco y mejor disco.
No fue una pesadilla, no. LeBron James le puso un tapón monumental a Andre Iguodala a menos de dos minutos para que terminara el séptimo y definitivo partido de la Final de la NBA.
Después llegó Kyrie Irving para matar definitivamente a Curry y compañía con un triple cuando restaban 53 segundos. Adiós al segundo anillo consecutivo. Adiós a la temporada, hasta ese momento, más que redonda.
No, no fue una ilusión. Y no hay que olvidarlo. Sí. Sucedió.
Golden State vio como toda...