Ante Tomic: un buen tipo llega a la Penya
Nunca entendí la inquina que el público del Palacio tuvo a Ante Tomic. El no abondonó el Madrid. Fue el conjunto blanco el que decidió ejercer la opción que tenía de cancelar el contrato del croata un año antes de que éste acabara. Lo hizo con todo su derecho. Quizás por su carácter y falta de garra, tal vez por su salario o puede que porque Laso prefiriera pívots más rápidos y más móviles (tipo Slaughter o Ayon más tarde). Hubo diferentes variables, todas correctas. El caso es que el de Duvrovnik tuvo que elegir equipo y decidió quedarse en el mismo país, pero en distinta ciudad: fichó por el eterno rival, el Barça.
Allí jugó bien, pero ta...