Vaya metedura de pata
Basta que lleves años haciendo algo y creas que lo dominas, para que se produzca cualquier imprevisto y te des cuenta de que eso del dominio era pura ilusión. Un baño de humildad no viene nunca mal.
Voy a contarte algo que me pasó hace dos semanas, patético. Y te lo cuento porque si yo soy de los que pregonan que hay que ser humildes, eso se hace con el ejemplo; y qué mejor ejemplo que reconocer nuestros errores para que no se repitan.
Hace unos días me invitaron a presentar una entrega de premios. Estaba lo más florido del capital de Madrid, del capital y de la capital, empresarios, banqueros, emprendedores, periodistas y un ministro. Lo c...