La mano de Mandela
jueves 11.feb.2010 por RTVE.es 4 Comentarios
Cuando estreché la mano de Nelson Mandela pensé en Gabriel García Márquez. Súbitamente, mi realidad se convirtió en una ficción. Al estrechar su mano inflada sentí una descarga de Humanidad. Suena a realismo mágico, pero no exagero. El contacto dura apenas un par de segundos, pero durante ese tiempo uno se siente mejor persona.
La mano de Nelson Mandela ha sostenido plumas; ha empuñado armas; ha amarrado picos y palas… La ha cruzado con reyes y míseros vecinos de Soweto; con obispos y asesinos arrepentidos. Ante todos ellos se ha comportado igual: con educación y respeto. Quizá por eso, salvo radicales recalcitrantes, nadie en Sudáfrica sabe hablar mal de él.
Hace años entrevisté en el Estado Libre de Orange al diputado afrikáner Peter Mulder. Mulder es líder del Frente de la Libertad, el partido creado por Constand Viljoen, un general de extrema derecha protagonista como pocos de la represión durante los ácidos años del Apartheid.
Elegí a Mulder para compensar, en el reportaje El legado de Mandela, las múltiples alabanzas que recibía el protagonista en todas las entrevistas. Creía que Mulder iba a explayarse en críticas contra el padre de la nación y que nos serviría para entender la visión de los que se sentían relegados en el nuevo sistema político…
Pero al entrar en el despacho de su casa de Potchestroom lo primero que vi fue un retrato del propio Mulder con Mandela. Le pregunté si le admiraba y se deshizo en elogios… Y reconoció que sintió algo especial cuando estrechó por primera vez la mano de Mandela.
¿Cómo es Mandela? Pues es sobre todo un hombre generoso. Un ser capaz de tender la mano al enemigo. Y no como gesto de superioridad, si no de Humanidad. Así lo sintieron los estrategas del Apartheid: P.W. Botha, Kobie Coetsee, o el propio Constand Viljoen. Y así se debieron sentir cuando, sabiéndose criminales acorralados por la Historia, entraron en el despacho del ya poderoso Mandela y éste les invitó cortésmente a sentarse y con sus propias manos les sirvió una taza de té.
Quizá por eso, esas manos desbordan Humanidad.
Indiana dijo
Exixten pocas personas que a lo largo de su vida experimenten un momento mágico como el que describes y te envidio por ello.
Existen pocos hombres en la historia de la humanidad capaces de realizar grandes hazañas y con ellas conseguir reconciliar a eternos enemigos.
Existe un hombre y una nación tan sabios que supieron hacerle frente a una historia que no les era favorable y construir un futuro lleno de buenas acciones e intenciones.
Esa nación fue Sudáfrica y ese hombre Mandela.
Espero que también existan más hombres y más naciones capaces de inspirarse en ellos y así poder avanzar en su propio futuro.
Pablo dijo
Enhorabuena por el maravilloso reportaje. Por cierto, el enlace con el guión del mismo es erróneo.
Anónimo dijo
Gracias, Pablo.
Los duendes internautas nos la han jugado... Ya está arreglado.
gatito dijo
Lo que para tantos significa no se puede traducir en una sola oración sino en miles de plegarias Un saludo José