TRABAJANDO
A ver...no es una provocación. Esta instantanea, intencionada y malévolamente tomada por Araceli Palomeque en una playa del sur de Lanzarote, corresponde a un instante de reflexión en la víspera del programa que hicimos la semana pasada en los Jameos del Agua. Estoy trabajando. En concreto, creo que estaba poniendo en orden parte del final de la escaleta -el esqueleto- del programa porque teníamos algún problema de ajuste con la parte musical. Pero sucede que nadie lo cree. Por eso he decidido colgar la foto en el blog...para hacer alguna confesión que quizá abra un debate sobre el lugar del trabajo y la importancia que para nosotros tiene conectar con vosotros haciendo el programa en directo cerca de vuestra casa.
Cuando viajamos para hacer fuera del estudio EDCH disfrutamos -y puedo decirlo en plural porque es un sentimiento común en todos los "desplazados"- del encuentro cercano con los oyentes que por unas horas vemos ante nosotros, porque siempre los programas fuera de la Casa de la Radio los hacemos con público. Solemos ser además magníficamente recibidos por autoridades e instituciones dispuestas a reconocer el hecho de que RAdio Nacional de España vaya a celebrar la cálida liturgia de la radio en directo allá donde ellos viven cada día.
Pero aparte de esto -que obviamente no es poca cosa- lo demás es duro, bastante duro. Normalmente la gente del programa más que madrugar saluda el alba desde el tajo y el viaje esa misma tarde o en algunos casos noche es un esfuerzo añadido a la complicación que tiene levantar cada mañana seis horas de radio. TRas el viaje solemos acostarnos más tarde de lo habitual y luego a hacer el programa en un lugar que no conocemos y cuya conversión en estudio improvisado de radio requiere esfuerzos técnicos notables. De modo que los días de viaje queda poco para el descanso y sólo el enorme placer de la radio en directo compensa el notable esfuerzo.
Por eso los viajes valen muchísimo para nosotros. Por eso rara vez podemos disfrutar, más allá de los afectos de los oyentes, de los lugares en los que estamos...y cuando se da esa rarísima circunstancia -nos ayudó en Canarias lo de la hora menos- aprovechamos para tocar la tierra o el mar pero también repasar agenda y notas del programa.
Eso sí, en días como aquel de la foto, en tardes como esa, uno tiene la convicción de que el programa va a salir mejor porque si trabajar cerca de la calle te hace más creativo y cercano, hacerlo en la naturaleza hace imperdonable que no te acerques a la perfección.
Al día siguiente el programa nos quedó muy bonito. Gracias, amigos de Lanzarote
PD.
Anita y Pablo...gracias por lo vuestro. Por lo del blog y por lo de siempre. Os quiero