UN COLUMPIO
Durante diez días su nombre ha sido arrastrado por todos los medios de comunicación. Se llegó a decir que había violado a la hija de su pareja, cuya muerte se produjo en realidad al caerse de un columpio. Todos dimos por bueno el informe médico y nadie se ocupó de dudar sobre la culpabilidad de lo que parecía -se nos dijo era- un espantoso crimen. Finalmente un informe del forense ha puesto las cosas en su sitio: como desde el principio dijo Diego la niña se cayó de un columpio. Y algo más: ha sido víctima de una negligencia médica...doble negligencia, la que lleva a la niña a la muerte y la que lleva al hombre al linchamiento. La primera vez que acudió a urgencias tras caerse no le examinaron convenientemente y la niña tenía un coágulo en la cabeza. Cuando Diego fue una segunda vez al hospital porque la cría se quejaba de dolores le detuvieron y empezó su calvario, dramáticamente multiplicado por la muerte de la criatura.
¿Dónde están las responsabilidades del linchamiento mediático posterior? ¿Qué debemos hacer los medios ante estas informaciones? ¿Falta rigor? ¿Han manipulado los médicos conscientemente la información para eludir responsabilidades? ¿Qué hacer ahora, cómo compensar el mal causado?...En días como hoy.