MOSCAS A CAÑONAZOS
La huelga salvaje del metro de Madrid ha conseguido irritar a los ciudadanos y reventar el tráfico en la capital. Ese era el objetivo anunciado. Pero hoy puede haber más y puede ser peor. Nadie duda de la legitimidad y el derecho de los sindicatos a plantear una huelga, pero es discutible que se haga por encima de otra legitimidad y otro derecho que son los de los usuarios a unos servicios mínimos que no asfixien el tráfico en general y alteren la vida cotidiana, ya bastante complicada, de las trabajadoras y trabajadores que diariamente utilizan ese medio de transporte. Los sindicatos convocantes de la huelga, entre ellos UGT y CCOO, han pasado por encima de cualquier consideración y han arrebatado sus derechos a los usuarios. Con ello no sólo convierten su protesta en una huelga salvaje ilegal, sino que se arrebatan a sí mismos cualquier derecho a pedir solidaridad con ésta u otras causas a esos mismos trabajadores con los que no han tenido la más mínima solidaridad a la hora de desplegar esta protesta. ¿O es que la gente no está perdiendo horas, lo que supone tiempo y dinero por culpa de la huelga? ¿O es que no hay citas a las que no se llega, momentos que no se viven...hasta trabajos que no se encuentran por culpa de ese no llegar o aquel tardar demasiado? No se puede matar moscas a cañonazos, no se puede plantear una huelga contra todo y contra todos: hay normas, y todos debemos respetarlas. No se puede exigir a un gobierno que cumpla lo pactado por la vía de saltarse la ley y convertir en objetivo de artillería a toda una población que bastante tiene con sufrir la crisis como para aguantar la protesta de un colectivo que tiene, por cierto, su puesto de trabajo garantizado.
Ese es hoy el debate. Evidentemente, partiendo de esta postura que aquí planteo...discutible, desde luego, pero no se me ocurre otra mejor.
Abierta queda la discusión...aquí en el la antena. Todo vuestro