El sueño perdido
No es el olímpico, no... pero,
¿Quién ha podido dormir esta noche?
Paco llega obsesionado con lo que le ha quitado el sueño: ¡apunte, señor secretario! ¡otra moto, y van ocho esta noche! ¡nos estamos quedando vacíos!... Consecuencias de vivir en el centro de Madrid en plenas fiestas de San Cayetano.
Sergio confiesa que dormir, ha dormido bien... pero poco. Las noches de verano le arrastran a irse de cañas (más bien lo hacen sus amigos y, con el calor, es irrechazable la propuesta).
Y yo reconozco que ayer mi siesta tardía me quitó el sueño nocturno...
Y así andamos. A primera hora de la mañana, un café sobre la mesa, carpetas, periódicos, auriculares, una botella de agua... y la pantalla en blanco. ¿Comenzamos?
Hoy escuchamos a Zaragoza y sus sonidos del mundo, a Vitoria y el cántico del Celedón, a Sevilla y su apuesta para que los sin techo sufran menos el calor... y hasta haremos sonar un órgano histórico en plena restauración.
Acompáñanos... y que tengas un buen día.
Manuel Márquez dijo
Lo de dormir mal en verano parece una constante. Y tampoco es extraño, al menos en estas tierras del sur (Córdoba): el rigor con el que aprietan los calores permite pocas alegrías...
Un saludo.
06 ago 2008