Anónimos y mirones. Hasta que pedimos ayuda.
De lunes y por delante una semana de . No está en blanco, ni mucho menos. El anonimato es algo con lo que cuenta el oyente, vosotros y el internauta, vosotros. Un escudo del que te desnudas si lo que quieres es que te escuchen, quizás es que a los demás os da igual que os ecuchen. Bueno, tengo en las manos primero un papel y después ya una vida. Cierto es que en España Directo en Radio Nacional somos receptores de muchas de vuestras vidas y vamos con pies de plomo para poder hacer algo en positivo con ellas cuando así nos lo pedís. A veces no se puede y os lo digo con total empirismo y otras la historia en sí merece que la escuchemos sacándola del anonimato. María es es el prototipo de persona que en los últimos meses está siendo protagonista en medios de comunicación, es decir, está acorralada por la actual situación económica. Tiene dos hijos, su marido está enfermo y la empresa en la que trabajaba no le paga cuanto debe ni cuando toca y el sueldo que tiene ella no da ni para pipas. Ella nos ha escrito como el que pide el perdón, para compartir, cuando sabe que no hay nada que hacer, excepto esperar que la lotería le toque. No sabemos si juega, no creo que pueda, no tiene ese euro. Hemos estado en su casa. Habla muy bien, demasiado claro...
Y buscando aliento para seguir, en ese momento para la motivación entro en el apartado de mirar al cielo, este año volveremos a estar en Tenerife, con el Festival Internacional del Aire. En una playa, dejando que las olas se lleven la crisis para siempre.
Para aquellos que no nos podéis escuchar en tiempo real: hoy estaremos con una compañía de danza cuyos bailarines tienen síndrome de down; con el escritor Francisco Ayala que cumple 103 años; con el defensor del menor de la Comunidad de Madrid al que le vamos a dejar que escuche ese momento que presenciamos en un hospital de Madrid, cuando la madre segundos después de dar a luz daba en adopción a su hijo, sin verlo... Es de esos momentos que jamás se olvidan. Tampoco olvidará Eva la comida de la que disfrutó la semana pasada en un seminario de Madrid, con los 125 seminaristas que allí viven. Hoy también podremos escuchar estos testimonios.
Moraleja: hace más el que quiere que el que puede.