Como la vendimia
Ya se aproxima la nueva temporada. La cuarta para 'España Directo'. Cuatro años ya... Este año, como la vendimia, de la que hemos hablado hoy, se retrasa un poquito. Mientras la televisión ya ha encendido motores, la radio permanece alerta, pendiente de llegar a septiembre con pulso firme y buen tono. El moreno se escapa, pero como no nos veis, qué importa... El tono lo mantenemos en antena, cada día, intentando que este caminito hacia nuestro cuarto año se inicie con buen pie. Quizá hago hincapié en que agosto ya se precipita porque hoy ha regresado a la realización Curro y una, allá por julio, veía esta fecha muy lejana, símbolo, incluso, de chaquetas, encierros -en casa, nada que ver con arena y barreras-, vuelta a las aglomeraciones y ciertos cambios de ritmo. El nuestro no ha parado, ha intentado ser fiel al resto del año. Pero prometemos seguir renovando aires, nuevos ambientes para que la radio siga siendo para vosotros una de las mejores compañías. De eso ya se encargará Mamen, que volverá, como algunos recordáis, enseguida. Mientras, sigue sonando 'España Directo' con esa sintonía que también es la de verano. Algo nos dice que, día a día, seguiréis ahí. De parte de este mermadito equipo veraniego... ¡graciaaasss!
gatito dijo
Felicidades
23 ago 2010
Anónimo dijo
¡Buenas tardes!
Gracias a ustedes y a ese "club mediodía", tan chic que gestionan.
23 ago 2010
Samsa dijo
Aprovechando la entrada en esta cuarta temporada, voy a osar exponer un tema que, escuece en muchos casos, se ignora otras veces y se repudia desde este punto de vista que manejo.
Y es que la aparente tendencia animalista que nos invade podría llevar a un iluso a envalentonarse y lanzar teorías y deseos al ruedo de la opinión pública.
Pero, cuando se tienen las agallas reunidas para dar dos teclazos se escucha por la radio la monserga de las mascotas como simpáticos juguetitos de las que los oyentes debemos dar razón, para entretener el espacio con sus "pillerías".
Y, a este humilde extraterrestre, le da pena comprobar como la aparente sensibilidad humanista para con los animales nunca llegará a los estrados de la posesión hogareña.
Ya resulta complicadísimo erradicar el uso y manejo de animales en los circos. Porque, a pesar de que nos argumenten que los bichos son muy felices y están bien cuidados, no son más que presos al servicio de unos intereses mercantiles humanos.
¿Cómo plantear, así,-sin que me apedréen-, que la cosificación que supone una mascota está lejos de resultar un simpático acto de hermanamiento con la naturaleza y es, más bien, el rasgo de comercialización que menos ético resulta en la algarabía hiperconsumista?
Pueden hacer aparecer sus animalitos de compañía con ropitas de marca, darles de comer delicatessen del mar, enterrarlos en cementerios exclusivos, hacer revistas con las mil y una formas de tratarlos..., pero no son mas que nuestros juguetes. Nos sirven a nosotros. Y su aparente felicidad por el mantenimiento, (en los perros sobre todo), no justifica su apresamiento en un entorno humano.
Seguro que ese aparente cariño que se les profesa no llega al punto de vivir donde su morfología les hace desarrollarse dignamente. Su entorno natural. ¡Ah, es una prueba más dura que pagar trescientos euros por un cachorrito de raza pura!
Coimo verán, un insolente punto de vista, que la sociedad rechaza de plano, Hollywood jamás ampararía y que a ninguna ONG se le ocurriría manejar so pena de ser acusada de filoterrorismo por el Departamento de Estado.
23 ago 2010