Rumbo a Alcañiz
A esta hora Chema García Langa está ya rumbo a Alcañiz en moto para vivir como un verdadero motero el Gran Premio de Aragón de este domingo. Él va de paquete de Javier Hernández, compañero de Radio Nacional. Llevan por un lado el kit del motorista (botas, pantalón y chaqueta de cuero, mono impermeable para la lluvia, guantes y casco) y por otro el kit del reportero (teléfono, ordenador, grabadora y micrófono). Son nuestra avanzadilla porque esta tarde salimos el resto del equipo hacia el circuito de Motorland para contar mañana cómo se está preparando Aragón para acoger "el premio de los premios" de las motos. ¿Nos vemos allí?
Chema totalmente enfundado.
Chema, Emma y yo con el equipaje (a Chema se lo llevamos nosotros).
A punto de salir de Prado del Rey.
Chema dice adiós. ¡Nos vemos en Alcañiz!
Y tenemos la actualización de hace unos minutos. Esta es la segunda parte de este blog en ruta:
Os saluda el “paquete” de la Suzuki, o lo que es lo mismo, Chema recién llegado a Zaragoza previo paso por Alcañiz (Teruel). Lo de hoy ha sido algo así como una menestra de sensaciones. Y no sólo por el recorrido, por la lluvia o por la omnipresente tensión del “directo”, sino principalmente, porque uno es nuevo en esto de las dos ruedas. Creo que no es la manera más ortodoxa de describirlo, pero lo voy a hacer recreando lo que ha experimentado el sentido que más tengo desarrollado: el olfato. No en vano los olores te acompañan nada más subirte a una moto. El cuero de la cazadora, el material plástico del que están hechos los guantes, el olor a nuevo de un casco (me he tenido que comprar uno nuevo en Guadalajara porque el que llevaba me hacía bastante daño) y, por supuesto, esa sensación tan placentera que uno experimenta intensamente cuando va en moto y el tiempo no acompaña: el olor a tierra mojada. Cierto es que la lluvia nos ha incomodado en algunos tramos del trayecto, pero no es menos cierto que ha llenado el viaje de matices visuales y olorosos. Desde los campos de cereal cosechados y yermos de Guadalajara hasta los melocotoneros cargados de frutos en las cercanías de Zaragoza. Todo eso conforma una riqueza de emociones a la que hay que sumar el encanto de la velocidad, los gestos cómplices con el compañero (muchas gracias Javier por haberme traído tan fabulosamente) y ese instante mágico en el que, a fuerza de kilómetros, tu cuerpo se fusiona con la moto para ser uno solo. Es ahí cuando te olvidas de todo, te dejas llevar y sientes algo que hoy en día se cotiza caro: la libertad.
Las pruebas de "delito"... Con dos cascos y la cabeza un tanto a punto de estallar.
JESS dijo
como molaaaaaa.. Chema me das una vueltitka en tu moto? y te llebo una cervezita alemana en mi ekipaje :DD
saben llegue tarde a casita y solo escuche la mitad del programa desde ke las habitaciones cuestan 40 EU pa lante y otra cosa os digo..se me a kemado el agua ...digo la Olla ke habia puesto a cocinar maiz , una ollita menos :((
besitos
16 sep 2010
El grillo del hogar dijo
Por supuesto, me apunto al viaje "metafísico-auditivo".... ¡Qué marcha llevan ustedes!
Me encanta esta radio tan visual.
¡Mucha suerte y precaución por esas carreteras!
16 sep 2010
Anónimo dijo
¡Que suerte, mi saludo a aquellos que se encaminan a Alcañiz.! Por favor, al resto de vehículos: "Que guarden las distancias de seguridad como con cualquier otro vehículo, tanto cuando vamos delante como cuando vamos por un carril".
Chema. De paquete no es lo mismo. Anímate y la próxima ve tu de conductor. Te lo digo por experiencia.
En todo caso.
Disfrutad.
Besos
Mercedes Mazo
17 sep 2010