Lo pongo en mayúsculas porque esto, señores, sí que está siendo una aventura. Realmente este blog hasta en su arranque está en construcción. Son las 4.30 de la madrugada hora española del viernes al sábado, las 5.30 en Estambul, las 8 de la mañana en Afganistán. Y en este batiburrillo de uso horario van tres despegues y dos aterrizajes. Madrid-Santiago de Compostela-Estambul. El tercer aterrizaje debería haberse producido hace hora y media, cuando según agenda deberíamos haber llegado al aeropuerto afgano de Herat, destino de este viaje.

Pero una densa niebla, con nubes de nata, ha impedido que tomáramos tierra. Resulta que dicho aeropuerto no dispone de radares, por lo tanto hay que tocar tierra cual pájaro, a vista de pájaro. Y visibilidad había poca. Así que vamos de nuevo hacia la ciudad de los mil minaretes, partida en dos por el Bósforo, medio en Asia, medio en Europa. Esto es, Estambul.

Es éste un blog con imágenes llenas de fondo “árido pixelado” (así describen el uniforme que usan en base). En el avión más de 130 pasajeros-militares.

Son soldados que van a pasar 40 días, 6 meses, en las áridas tierras afganas. En invierno muy frías, en verano puro fuego. Algunos han estado aquí en varias ocasiones. Para otros ésta es su primera vez. Como nosotros. Pertenecen al Ejército del Aire y al Ejército de Tierra. Todos hemos dormido muy poco. Algunos ya se han despedido de sus familias para pasar las Navidades lejos de casa. Mientras, escriben, ven películas, intentan dormir, juegan al parchís…

Se les ve dispuestos, acostumbrados, muy concienciados. Los hay españoles de nacimiento, también sudamericanos. Muy pocas mujeres, pero alguna. Ha salido un sol radiante en plena madrugada. El día promete. De momento ya no hay paella en la base ni tampoco esa visita al Role 2, es decir al hospital militar. Mañana será. Hospital en el que atienden a niños afganos como el que íbamos a conocer a esta misma hora si hubiéramos podido aterrizar. (Resultó gravemente herido en las dos piernas por culpa de un suicida, que se inmoló).

Desde arriba el paisaje es muy abrupto, montañoso, todo marrón. Está visto que quien marca los pasos es el destino, por mucha hoja de ruta que lleve uno. Buen sábado desde este limbo internacional de horas, aeropuertos, culturas y circunstancias. Llevamos desde la tres de la tarde delviernes intentando llegar a Afganistán. Échale cuentas.
PD. Ya hemos llegado después de 24 horas de vuelos y espera. Es domingo y hemos estado con el equipo de cirujanos que ha operado al niño. También con el coronel José de Andrés Cuadra, responsable de todo lo que aquí hay y se hace. Entre otras unidades, hemos conocido las calles de esta base y los búnqueres en los que tenemos que refugiarnos en caso de alarma. También a los ciudadanos afganos que trabajan en ella. Nos han dado el casco y el chaleco. Todo esto y lo de la barbacoa ya lo dejo para cuando vuelva a tener conexión a Internet. Mejor dicho, para el programa que mañana lunes emitiremos en directo desde la FSB Herat, es decir, desde la base Campamento Arena, que es como se llama de verdad.