SEMANA 3. SEXO EN RODAJE
lunes 13.mar.2017 por Ramón Salazar 0 Comentarios
Está siendo reconfortante el movimiento antes de la calma. Hasta ahora no hemos parado, hemos viajado sin descanso por las localizaciones de rodaje. Sobre guión parecía una película íntima y controlada. Pero al rodarla se ha revelado como una pequeño laberinto lleno de recovecos. Los personajes secundarios han ido y venido y terminado la película en un pestañeo: Miguel Ángel Solá, Greta Fernández, Manuel Castillo, Fred Adenis, Lucy Tillet, Mónica Van Campen, Iván Morales o Carla Linares han llegado a la historia, han arrasado como un huracán y se han marchado dejando siempre una breve sabor amargo -como de domingo por la tarde-, un anhelo de volver a verlos pronto sabiendo que ya no será en este rodaje.
Parece que hemos estado tres semanas haciendo fiestas de bienvenida y despedida para los que abandonan el campamento los primeros. Ahora, con tres semanas por delante, queda el grueso de la película y prácticamente sólo estarán Susi Sánchez y Bárbara Lennie. Se han reservado. Estas tres semanas atrás ni siquiera han coincidido mucho, ahora les queda la miga, las entrañas, cocinar la trama a fuego lento. Qué disfrute.
Hay alguien que me ha tocado el corazón. A pesar de tener menos presencia que las protagonistas, resulta un tercer vértice fundamental para conocer los estragos del pasado en la historia. Es Greta Fernández. Es rabiosamente joven y escandalosamente buena actriz. Tiene la mirada de alguien que ha transitado largo tiempo por la vida y el peso en lo que pronuncia se esparce como escupitajos del alma. Me ha dejado con ganas de más. Porque en esta breve historia de amor nuestra he podido ver todo lo que le queda por ofrecer.
Siempre me ha parecido de mal gusto utilizar los posesivos para hacer referencia a la película o a la gente que te acompaña en el proceso de construirla: MI película, MI actriz, MI equipo. Con el tiempo y los años me parece que casi nada en esta vida nos pertenece y el MIMIMI me pone nervioso.
Claro que si me toca hablar de Ricardo de Gracia, el director de fotografía de “La enfermedad del domingo”, esta película, esta máxima mía se resquebraja un poco y se vuelve frágil.
Ricardo y yo coincidimos en la misma promoción de la ECAM (Escuela de Cine y Audiovisual de Madrid) allá por el año 1997. No recuerdo compartir mucho con él aquellos años (yo andaba descubriendo la ciudad como buen recién llegado y colándome en los estrenos de cine y buscando el amor en las calles). En “Hongos”, el primer corto que hice, todo el equipo era gente de la escuela y allí apareció Ricardo como 2º operador. Sabía traducir mi voz a través del objetivo y era elegante en la composición y el movimiento de la cámara. Nos entendimos bien. Hemos trabajado juntos en todas las películas que he hecho. A partir de la segunda ya no sólo como 2º operador, sino también a cargo de la dirección de la fotografía.
En esta película nos hemos consolidado como equipo indivisible. Hemos trabajado juntos en el proyecto casi un año antes de empezar a rodar. Reuniones/veladas en las que trabajábamos el guión por localizaciones, dando evolución a cada lugar importante de la historia y decidiendo qué entidad tendría dentro de la historia. Ha siso un trabajo delicioso, pausado y con tiempo, en los que una reunión podía terminar en un debate filosófico (Ricardo ha vuelto a la universidad y la filosofía corre a raudales cada vez que te reúnes con él).
Por eso, si dijera de Ricardo que es MI director de fotografía no estaría aludiendo al matiz posesivo del adjetivo, sino al hecho de que no he hecho ninguna película sin él y que vamos de la mano en esto de hacer cine. Su pasión por hacer que lo que ocurre dentro del plano sea sublime me hace reconciliarme con todo. Saltar y abrazarnos cuando el plano sale bien me hace sentir como un niño que marca un gol frente a sus padres. Pleno, eufórico.
A estas alturas del diario habréis notado que la alusión al sexo del título no era más que una burda trampa para conseguir más lectores.
Pasado el ecuador de rodaje, entramos en la cuarta semana. Rodaremos el ataque de un insecto asesino, duchas alucinógenas, cenas indigestas y una secuencia de un vigilante espía. Yo de ustedes permanecería al tanto.
Ramón Salazar.-
P.D.- La semana que viene o la siguiente dedicaré todo el diario a hablar de las dos protagonistas. Estoy tardando para profundizar y prometo contarlo todo.