Enjaulados como perros
Hemos sabido que los dos marineros españoles secuestrados por piratas somalíes se encuentran enjaulados. Es lo que dicen sus compañeros del Vega 5 que han tenido la suerte de ser liberados por la Armada de La India. Una suerte no exenta de peligros, porque fueron rescatados después de que estos criminales de la mar les forzaran a participar en asaltos contra otras embarcaciones pesqueras y mercantes; es decir, que usaron el Vega 5 como buque nodriza y a los pescadores, como aliados imprescindibles para manejar la máquina y, llegado el caso, ser escudos humanos. Porque lo que no nos habían dicho hasta ahora es que en ese asalto liberador, además de 61 piratas detenidos, habrían muerto siete tripulantes mozambiqueños de este palangrero, operado por una filial de Pescanova.
José Alfonso García y Alfonso Rey llevan casi cuatro meses entre rejas, junto a tripulantes de otros buques y diferentes nacionalidades. Todos esperan ser rescatados, que sus países paguen por ellos el dinero que piden los piratas. Eso, o que al menos tengan la suerte de los que ya han sido liberados.
A las dudas que siempre hemos tenido sobre la solución al problema de la piratería se añade ahora una duda: ¿qué ocurriría si les obligan a ambos a ir en un buque nodriza, los piratas confunden un buque militar con un mercante, son asaltados, detenidos, pero en la operación mueren o son heridos los inocentes pescadores? Con siete mozambiqueños ya ha pasado, pero parece que para Occidente no es importante porque son eso, mozambiqueños. ¡Qué doble moral! Y entrento, la espiral criminal va en aumento.