1 posts de octubre 2011

Recordando a Marco

Sinc

Me pongo a escribir con la esperanza de que pasadas 48 horas, las ideas, los pensamientos fluyan con más claridad. Creo que no va a ser fácil. Hablar de alguien que ya no está, supone adquirir el compromiso de honrar su memoria con los recuerdos que se te vienen a la cabeza. Los buenos y los malos, cada uno en su momento y lugar.

En ese peregrinar de fotos e imágenes emerge con fuerza un Marco Simoncelli campeón del mundo de 250 cc en 2008. En Sepang. Camiseta blanca conmemorativa, puño en alto de celebración. Puño de rabia que siempre le acompañó en cuanto se bajaba la visera del casco. “Ahí no había compañero de equipo que valiese”, recordaba anoche en la radio Joan Olivé. Compartieron escuadra en los inicios de Marco Simoncelli en 125 cc, en 2005. Y pueden dar buena fe de ello todos aquellos que en los últimos años tuvieron al 58 como rival: Álvaro Bautista, Héctor Barberá … o más recientemente Dani Pedrosa y Jorge Lorenzo. Correoso, impulsivo, siempre aferrado a la lucha y al combate cuerpo a cuerpo del que se sabía ganador por su imponente físico aunque eso supusiese jugar con los límites del reglamento. En esa segunda vuelta, saliendo de ese viraje, también quiso echar mano de la fuerza cuando la moto empezó a deslizar. Y el destino eligió dejarlo en mitad del asfalto, indefenso.

Otra instantánea es la de Marco en cualquier paddock del Mundial, especialmente en Europa. Rodeado, asediado por niños y adultos. Su look desgarbado, desaliñado. La melena ensortijada y descuidada. El conjunto había ganado muchos adeptos en los últimos años. La amistad con Rossi también tiraba lo suyo. No costaba – no cuesta - imaginarlos entrenando juntos o compartiendo confidencias diurnas y nocturnas. Exprimiendo hasta la última gota su carácter latino.

También recuerdo al Marco Simoncelli familiar, rodeado de sus padres Paolo y Rossella, llevando arriba y abajo en scooter a su hermana Martina. Sonriente, feliz, desconectado del mundo mientras se daba una vuelta corriendo al circuito con zancada poderosa y una cinta en el pelo….

Y, de repente, el silencio del paddock de Sepang. Un silencio en el que se cruzan muchas preguntas y pocas respuestas. Las puertas de la clínica, el intercambio de muchas miradas, ninguna de optimismo. La concentración espontánea a las puertas del box del equipo Gresini, al que la fatalidad vuelve a golpear tras la tragedia de Daijiro Kato en 2003.

Termino en futuro con una imagen que me gustaría recordar. La de toda la parrilla de Moto GP despidiendo esta tarde a Marco Simoncelli en la Iglesia de Santa María de Coriano. Y toda la familia del Mundial, en el Gran Premio de la Comunidad Valenciana.

Descansa en paz, Marco.

David Figueira


Las motos se ven. Y se escuchan. A veces tanto que sin unos buenos tapones no eres nadie entre tanto decibelio. Eso sí, es recomendable quitárselos para hacer mi trabajo: hablar de motos y con gente de motos desde cualquier rincón del mundo, por inimaginable que sea. Ventaja de la radio sobre la televisión, un teléfono con cobertura es suficiente. Aquí encontraréis esos sonidos y otras historias relacionadas con este apasionante circo …
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