"La poesía me está dando alas aquí dentro entre rejas".

 

Entramos en la cárcel Sevilla 1 con la ONG Solidarios para el Desarrollo que desde hace ya veinte años lleva la cultura a este centro penitenciario para que los internos disfruten del arte, de la palabra, de los libros o de la música y se sientan libres durante un rato. Es un soplo de aire fresco para ellos. Porque no se puede privar de la cultura absolutamente a nadie. 

Cuando llegamos al módulo de preventivos  y tras pasar algunos controles de seguridad, caminamos por varios pasillos incomunicados los unos con los otros con cancelas. Nos esperan en el módulo de respeto dónde los internos se gestionan ellos mismos. Y poco antes de llegar al aula ya nos encontramos con internos que saludan a Marisa de Solidarios y a los voluntarios que cada viernes acuden a esta actividad. Algunos están jugando al ping pong, otros llegan del patio. Juntos entramos en la sala y nos vamos sentando en las sillas que dibujan un círculo. Hay quien ha traído una libreta con sus escritos pero todos están deseando conocer al invitado de hoy, el escritor Carlos Torrero que se estrena en el Aula de Cultura y viene con muchas ganas de vivir esta experiencia. Ha traído algunos de sus libros y alguno de ellos lo donará a la biblioteca del centro. 

Los internos, hombres de todas las edades, condición y procedencia están atentos a la presentación que hace Carlos de sí mismo y de sus obras a modo de charla informal y muy abierta a la participación. De hecho, los internos enseguida entran al trapo haciéndole preguntas o dando sus opiniones. Lo mejor viene cuando se lanzan a recitar poemas de cosecha propia, frases suyas o ,incluso, a cantar un rap. También escuchamos a un paquistaní recitar en su idioma los versos de un poeta revolucionario de su tierra o el relato poético de un interno que ha encontrado en la poesia una manera de evadirse de este lugar porque "la poesía me está dando alas aquí dentro entre rejas", comenta. Escuchándoles se ponen los pelos de punta. Transmiten la fuerza y el valor que cobran las palabras en la cárcel. Porque aquí no hay internet y se comunican con cartas escritas de su puño y letra con el exterior. De pronto, la palabra escrita, sea en la forma que sea, se crece cuando las personas está privadas de libertad. La soledad de la celda busca en la palabra la manera de liberarse, de volar, de soñar y de enfrentarse también a la realidad que vive cada uno.

Los  jueves en Radio 5 a partir de las 00.30 h, tras el informativo, y hasta la 1h  lo podéis escuchar en directo

pero si te lo has perdido también lo puedes escuchar siempre que quieras en el  podcast del programa.

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