Oliver Stone: director, biógrafo, historiador...¿provocador?
martes 25.sep.2012 por Juan Herbera 3 Comentarios
La carrera de Oliver Stone como director cinematográfico está marcada por reiteradas apuestas con un fuerte componente histórico. En ocasiones reflejan episodios concretos que han marcado la vida personal del realizador y la de su sociedad contemporánea (Platoon, Wall Street, Nacido el 4 de julio, The Doors). Y a menudo son retratos de personajes históricos (JFK, Nixon, Comandante, W., Alejandro Magno) . Siempre con un tono crítico, sin rehuir la polémica, más bien provocando un debate entorno a su figura y su obra sin, aparentemente, importarle si ese ruido benficia o perjudica su imagen y su carrera profesional. Así ha sido durante mucho años y así parece seguirá siendo.
Junto a esas obras de componente biográfico/histórico ha habido otras con pretensiones más comerciales, grupo en el cual deberíamos incluir su próximo estreno en nuestras pantallas, Salvajes, que recupera una apuesta por el cine de acción con altas dosis de violencia que ya presidió títulos como Natural born killers o U-turn, giro al infierno.
Los éxitos de Oliver Stone, no obstante, empiezan antes de ponerse tras la cámara. Como escrtior y guionista participó en proyectos tan conocidos y dispares como El expreso de medianoche (1978), Conan, el bárbaro (1982), El precio del poder (1983) o Manhattan sur (1985). Por el primero de ellos recibió el Oscar y el Globo de Oro al mejor guión adaptado. Una habilidad así no podia quedar aparcada al decidirse a pasar a dirigir películas de forma que empezaría a compaginar uno y otro trabajos en futuros proyectos.
En 1986 inicia su carrera como realizador con dos títulos que dejaban bien a las claras sus intenciones de reflejar acontecimientos históricos próximos con su particular espíritu crítico: Salvador (sobre la guerra civil del país centroamericano) y Platoon (sobre la guerra de Vietnam de la que él es soldado veterano). No fue mala la cosecha de esta primera siembra: Platoon se llevó cuatro Oscar y tres Globos de Oro, en ambos casos incluyendo mejor dirección y mejor película. En ambas ceremonias estuvo también nominado como mejor guionista. Y en la de los Oscar, además, optaba por duplicado al recibir la nominación por Salvador.
Según los datos que constan en los archivos del ICAA, Salvador fue vista en España por casi 212.000 personas mientras que la repercusión de los grandes premios llevó a Platoon a alcanzar 2.242.000 entradas vendidas lo que sigue siendo, a día de hoy, el mejor registro en España de las películas dirigidas por Oliver Stone en lo que a asistencia se refiere.
En 1988 se estrenaba en nuestro país Wall Street, película que permitió a Michael Douglas llevarse el único Oscar y Globo de Oro como mejor actor en toda su carrera hasta la fecha (y que dio pie a una secuela estrenada hace un par de años, de nuevo reuniendo a director y actor, aunque sin tanto reconocimiento gremial). En España la vieron cerca de 800.000 personas, siempre según los datos de la época (poco fiables dada la escasa automatización existente en la venta de entradas y el consiguiente descontrol sobre la taquilla nacional).
Dos años después se iba a repetir la historia de Platoon. Otro título con la guerra de Vietnam como protagonista, Nacido el 4 de julio, esta vez con las consecuencias del regreso a casa de los soldados, iba a concentrar la atención de la Academia de Hollywood y de la prensa internacional allí acreditada. Ocho candidaturas a los Oscar, incluidas mejor película, mejor director y mejor guión (sólo ganó dos, la de mejor director para Stone y mejor edición) y cinco a los Globos de Oro, donde sí arrasó al llevarse cuatro de los premios: película (drama), dirección (Stone), guión (Stone) y actor principal para Tom Cruise. En España la vieron 1.690.000 personas.
Tras el fracasar comercialmente en su retrato de Jim Morrison en The Doors (1991) llegó otro de los títulos clave en la historia de Oliver Stone, su particular versión y denuncia del asesinato de Kennedy en JFK, caso abierto. Sus más de tres horas de duración no impidieron captar de nuevo la atención de Hollywood que la recompensó con ocho candidaturas a los Oscar, de nuevo incluyendo las tres más preciadas por el director: mejor realización, mejor película y mejor guión, aunque sólo se hizo con dos premios técnicos, de los mal llamados premios menores. Los Globos de Oro no habían sido tan generosos en el número de nominaciones (cuatro) pero sí en la calidad: los tres grandes ya mencionados más la candidatura de Kevin Costner como mejor actor. Sólo un premio: el de mejor director para Oliver Stone. En nuestro país 1.552.000 espectadores pasaron por taquilla en 1992.
Fue el final de un periodo de reconocimiento en la industria y de cierto idilio con la taquilla. En los años siguientes sólo Asesinos natos (1994) y Nixon (1995) volvieron a permitir escuchar el nombre de Stone como nominado en las grandes galas: como mejor director en los Globos de Oro y como mejor guionista en los Oscar respectivamente. No fue premiado con ninguno de ellos.
Tras repetir experiencia de acción con U-turn, giro al infierno (1997) y centrarse en un drama con el fútbol americano como trasfondo en Un domingo cualquiera (1999) rodó su primer documental sobre Fidel Castro, Comandante (2003), que le generó críticas en su país por la simpatía y comprensión hacia el lider cubano, que decían, transmitía la película.
Es en 2004 cuando se reencuentra con el éxito comercial gracias a una peculiar adaptación de la vida de Alejandro Magno que consiguió convencer a 2.207.000 personas en España dejando en taquilla unos nada despreciables once millones de euros. Vinieron después su homenaje a las víctimas de los atentados del 11 de septiembre de 2001 con World Trade Center (861.000 espectadores y 4,6 millones de euros), un retrato crítico con el presidente George Bush junior, W. (2008), sin estreno en cines en nuestro país y la ya mencionada secuela de aquella Wall Street, El dinero nunca duerme que congregó a 763.000 espectadores (casi los mismos que la original) y recaudó cerca de cinco millones de euros en 2010.
Salvajes se estrenó el pasado mes de julio en Norteamérica, recaudando 16 millones de dólares en sus tres primeros días de exhibición. A punto de cerrar su carrera comercial doméstica acumula algo más de 47 millones de forma que habrá multiplicado por tres veces su taquilla inicial, un promedio que podemos considerar estándar. Excepto en Mexico (868.000$ de arranque y 3 millones finales) no se ha estrenado aún en los mercados internacionales de primer nivel.
Oliver Stone acaba de cumplir 66 años. Ha dirigido más de 20 películas y ha escrtio y producido casi 30. A buen seguro vendrán más títulos. Repasando lo que nos ha dejado hasta el momento merece un voto de confianza, ¿verdad?
(8) dijo
Si. Ciertamente, ademas el chaval me parece muy muy simpatico. Al leer äkï sus declaraciones de estos dias en Donosti 60 eso de San Sebastian.
http://www.elcomercio.es/v/20120924/gente/gustaria-aznar-tribunal-haya-20120924.html
Le suscribo totalmente.
;)
(8) AUM,Cine El Septimo Arte dijo
Si, Digo que si, que es de confianza y muy simpatico. Que tiene las cosas claras.
Tiene credibilidad. Es sensato. Un gran artista.
Excelente cineasta. Gracias.
Lamotta dijo
El prestigio de Oliver Stone ha decaído mucho.Salvajes es una película que,si estuviera protagonizada por Denzel Washington,tendría el éxito asegurado,pero su cabeza de cartel son el gafe Taylor Kitsch y el casi desconocido Aaron Johnson,el protagonista de la entretenidísima,aunque ignorada Kick Ass.Estrenándose simultáneamente Blancanieves y El Artista y la Modelo,con el hype de los Óscar,y la fuerza que conserven A Roma Con Amor y Mátalos Suavemente,no la veo sacando mucho más que Contraband.