'Los juegos del hambre': lo que fue y lo que debió ser
viernes 15.nov.2013 por Juan Herbera 0 Comentarios
El fin de semana del 23 de marzo del año pasado se estrenaba en salas de todo el mundo Los juegos del hambre. Tras el descomunal éxito conseguido por las cuatro películas estrenadas hasta entonces de la Saga Crepúsculo (la quinta y última llegaría a las pantallas ocho meses después) existía un cierto consenso en identificar a esta nueva adaptación de una serie de novelas para adolescentes como la heredera más fiable desde el punto de vista de la comercialidad. Se esperaba una apertura muy potente en Norteamérica pero casi nadie se atrevió a imaginar algo como lo que realmente acabó sucediendo: 152 millones de dólares en el primer fin de semana, más recaudación de inicio que cualquiera de las cuatro de la Saga Crepúsculo, tercera mejor apertura de todos los tiempos y mejor arranque de 2012 en aquel momento.
La película acabó con $408M en Norteamérica, un 36% por encima de lo logrado por Eclipse, la mejor taquilla final de la Saga Crepúsculo. Había que ver si ese extraordinario resultado doméstico tenía su réplica a nivel internacional.
El resto del mundo generó una taquilla de $283M, un 41% de los $691M que lleva acumulados. Era evidente que la proporción no se correspondía con el peso que venía representando lo que los norteamericanos denominan overseas (ultramar, o sea, todo lo que no es su mercado local), que superaba cómodamente el 60% de los ingresos totales. Con Crepúsculo (2008) Internacional representó el 50%; con Luna Nueva (2009) el 58%; con Eclipse (2010) el 57% y con Amanecer Parte 1 (2011) el 60% (con el último episodio, estrenado a finales de 2012, sería cerca del 65%).
Parecía razonable pensar que se habían producido algunas circunstancias que habían potenciado la expectativa de consumo en el mercado norteamericano. Entre ellas, muy probablemente, una larga, cuidada, estudiada y trabajadísima campaña iniciada muchos meses antes del estreno a través de las redes sociales que fue creando un universo fan cada vez más amplio y fiel. Acabó siendo una campaña elogiada por los medios y admirada por los competidores, por su originalidad, su creatividad, su efecto final y, además, por su coste, inferior al que tradicionalmente se hubiese invertido para un lanzamiento de esas dimensiones. Ese tipo de trabajo no se debió exportar. Y por ahí, seguro, se escaparon potenciales espectadores en mucho países. Entre ellos España.
En nuestro país Los juegos del hambre se estrenó el viernes 20 de abril, un mes más tarde de la fecha de salida mundial, cuando los ecos del fabuloso arranque norteamericano circulaban a toda velocidad por todos los medios, digitales y tradicionales. Recaudó €2,98M en el fin de semana, lo que ya indicaba una fuerza muy inferior a la inicialmente prevista y/o deseada (algunos se escudan en el buen tiempo y en un Barça-Real Madrid aquel sábado por la tarde para justificar esas cifras). Quedaba por ver si el mantenimiento permitía recuparar algo del terreno perdido de salida.
Los juegos del hambre acabó ingresando 8.580.000€ tras su paso por las salas españolas, menos de tres veces su recaudación de apertura. Visto lo escaso de cifra absoluta y coeficiente hacía falta comprobar si era esa una realidad común en los demás mercados próximos de referencia o si en España se había quedado más corta incluso teniendo en cuenta que la fuerza en países fuera de Estados Unidos era notablemente inferior.
España había representado un 3.8% de la recaudación mundial agrupada de las cuatro películas de la Saga Crepúsculo (4.1%; 4%; 3.5% y 3.7% era la serie que completó Amanecer Parte 2 posteriormente siendo un 3.8%); un 6.7% de Internacional (donde la pérdida de peso es continuada por el incremento lógico de los nuevos mercados emergentes como Rusia y China, que han despuntado en los últimos años) y un 8.9% respecto a la taquilla norteamericana (la serie en este caso fue de 8.3%, 9.6%, 8.3% y 9.3%, siendo el máximo el que se lograría con el último capítulo hace prácticamente un año, el 10.7%). Con Los juegos del hambre, España fue un 1.5% de la recaudación mundial (un 60% por debajo de lo que representó con las cuatro películas de la Saga Crepúsculo), un 3.7% de la cifra generada por Ultramar (un 45% menos que con la franquicia de lobos y vampiros) y un 2.6% de la taquilla norteamericana (un 71% inferior a lo que fue con las cuatro de la Saga Crepúsculo).
Podríamos pensar que lo mismo que sucedió en España sucedió, proorcionalmente, en Reino Unido, Francia, Alemania e Italia. Una rápida puntualización para quienes crean que todo es achacable a la situación económica del país: recordar que Amanecer Parte 2, estrenada en España en noviembre pasado, ya con el nuevo IVA y en un momento muy agudo de la crisis, batió el récord de apertura en nuestro mercado y acabó recaudando más que ninguna otra película de la franquicia.
Los cuatro grandes mercados de Europa Occidental habían representado un 19% de la recaudación mundial de la Saga Crepúsculo (cuatro títulos hasta entonces), un 33.5% de Internacional y un 45% respecto a la cifra de Estados Unidos. España había supuesto un 20% del acumulado de esos cuatro países. Con Los juegos del hambre, ese Top-4 europeo supuso un 11% de la cifra global (un 42% por debajo de lo que habían supuesto con las cuatro películas de la Saga; España había caído un 60%); un 27% de Internacional (un 19% menos de peso que con los Crepúsculos; España había perdido un 43% en este ámbito) y un 19% de la taquilla norteamericana (un 58% por debajo de lo que había sucedido con la franquicia de lobos y vampiros; en España, ese decenso comparativo fue del 71%). La recaudación final de España fue un 14% del Top-4 europeo: había perdido un 30% de peso respecto a lo que había sido con las cuatro películas de la Saga Crepúsculo (para quienes puedan tener la tentación de pensar que algo parecido podría haber sucedido posteriormente con Amanecer Parte 2, España volvió a representar un 19.5% de la cifra generada por el Top-4 europeo).
Como véis, en este último apartado, estamos hablando de porcentajes más que de recaudaciones. Es esto importante para poder estimar la taquilla que España se dejó por el camino. Podríamos utilizar diversas variables de las aquí expresadas para proyectar la hipotética recaudación que hubiese cabido esperar de nuestro mercado. Puesto que el crecimiento de otros países afecta muy directamente al peso en Internacional, parece más honesto y sensato referirse al Top-4 europeo.
Si España hubiese supuesto un 19% de la cifra obtenida por Reino Unido, Francia, Alemania e Italia (había sido un 20% con la Saga Crepúsculo y fue un 14% en el caso que nos ocupa), Los juegos del hambre debería haber recaudado entorno a 3.200.000€ más de los €8,58M realmente obtenidos. La recaudación final habría crecido un 37% y España habría supuesto un 5% de Internacional. Faltaron, por tanto, un mínimo de 500.000 espectadores. Y digo mínimo porque este es el escenario más conservador a partir del cual hacer la proyección.
Toca ahora imaginar cual debería ser la recaudación de Los juegos del hambre: en llamas. Y eso queda para el artículo que colgaré el lunes por la mañana. Buen fin de semana y, por lo que a la secuela se refiere, a calentar motores, que no queda nada.