'Transporter': acento francés para las franquicias de acción
lunes 31.ago.2015 por Juan Herbera 0 Comentarios
Transporter fue una película de acción coproducida entre Francia y Estados Unidos y apadrinada por Luc Besson, responsable del guión y de la producción ejecutiva, que puso al frente del reparto al actor británico Jason Statham, un secundario prácticamente desconocido hasta entonces. Lo que probablemente nadie imaginaba por aquellas fechas es que se iba a convertir en una franquicia que trece años después contase con cuatro entregas. Y en esas estamos.
La primera película de la saga, distribuida por Fox, se estrenó en Estados Unidos y Francia en octubre de 2002. En el mercado norteamericano acabó recaudando $25,3 millones mientras en el resto del mundo ingresaba algo menos de $19M, un 42% de los $44 millones globales que permitían cubrir sin grandes excesos los $21 millones que costó su producción. En España arrancaba a mediados de enero de 2013 con 692.000€, promediando 3.035€ por cada una de sus 228 copias. Al final de la explotación había recaudado 2.035.000€ y la habian visto 443.000 personas.
La secuela, Transporter 2, llegó a las salas en verano de 2005. El coste de producción había ascendido hasta los $32 millones, un 52% más que la original. Besson seguía responsabilizándose de escribir y producir, Statham de protagonizar y Fox de distribuir. Si aquella había debutado desde la cuarta posición del ranking ésta logro hacerlo desde el Número Uno con $16,5 millones en su primer fin de semana. Acabó recaudando $43 millones en el mercado norteamericano (un 70% de incremento) al tiempo que internacionalmente alcanzaba los $42 millones (mejora del 126%) para una taquilla global de $85,2 millones. Se había superado la cifra de Transporter en un 94%. En España, la segunda entrega se aupaba hasta la segunda plaza con una apertura de 995.600€, dejando una media de 3.650€ con 273 copias. Acabó ingresando 2.490.000€ y vendiendo 492.000 entradas. El incremento respecto a la Transporter original era del 22% y del 11% respectivamente mientras en Francia y Alemania más que doblaba resultado.
Otros tres años pasaron hasta que se estrenó Transporter 3, esta vez a finales de noviembre. Besson dejó de escribir (no de producir), Fox de distribuir (entró en juego Lionsgate) pero Statham continuó interpretando a Frank Martin, aquel encargado de transportar paquetes sin hacer preguntas. El coste de producción se mantuvo alrededor de los $30 millones y la taquilla respondió aunque de forma muy diferente a las anteriores entregas.
La tercera parte no pasó de ser séptima en su debut norteamericano con $12 millones en el fin de semana. Cerró su paso por las salas con $31,7 millones, un descenso del 26% en relación a la taquilla final de la segunda entrega. Nada que ver con lo sucedido en lo que los americanos denominan ultramar. El resto de mercados internacionales sumaron $77,3 millones, un 71% de los $109 millones recaudados en todo el mundo. El incremento de taquilla era del 84% en el primer caso y del 28% en el segundo. Y los números finales, más negros que nunca.
En España arrancaba a finales de enero de 2009 logrando la mejor apertura de la franquicia: 1.224.800€ promediando 4.710€ con 260 copias, pero no pasaba de ser la tercera cifra del ranking. Acabó con 2.814.000€ y 474.000 espectadores. Aunque la recaudación crecía el 13% (el precio medio lo había hecho un 17%) el número de entradas vendidas descendía un 4%. La taquilla francesa aumentaba un 53% ($4,6 millones) y la alemana un 323% ($5M).
El filón, no obstante, debió agotarse. Solo así se entendería que haya habido que esperar siete años para que haya habido una cuarta entrega y que ésta llegue bajo el formato de reboot, es decir, reinventando/reiniciando la historia original (el título elegido para el mercado norteamericano es bien ilustrativo: The transporter refueled; para Europa se ha optado por Transporter legacy). Y cuando esto sucede casi todo cambia: distribuye EuropaCorp, desaparece la parte norteamericana de la producción y le sustituye China, desaparece Luc Besson (que solo participa en lo referente a los personajes) y también Jason Statham, de quien toma el relevo el también britanico Ed Skrein.
Si sale bien, vendrán más entregas. De lo contrario, nadie podrá negar que el acento francés habrá quedado bien latente en las franquicias de acción que parecían reservadas a las producciones enteramente norteamericanas. A partir del viernes empezaremos a salir de dudas.