Estudio Estadio

La huella de Pep Guardiola

¿Cómo es Pep? ¿Cuáles son los secretos de su éxito? ¿Por qué es tan bueno? ¿Qué tiene que no tuvieran otros entrenadores en el Barça antes que él?

Josep Guardiola i Sala es, para muchos, para casi todos, el gran responsable de este Barça de las 6 "Copes".

Y cuando fichó, tomó una decisión insólita: no condeder entrevistas. Sólo le oímos en ruedas de prensa.

La cercanía que se crea en una charla a solas, en un "tête a tête", no es posible si tienes delante más de 30 periodistas, de radio, tele, internet, prensa escrita...ahí no sacas respuestas más allá del partido del día siguiente, del que acaba de terminar, del rival de turno, y eso que nuestro hombre nunca suelta topicazos.

Por eso, para hablar de Pep, de toda su carrera, toda su vida, de por qué es así, o asá, y dado que no habla, lo que hemos hecho ha sido hablar con toda su gente: su familia, ex compañeros, viejos rivales, amigos, periodistas, el famoso entorno barcelonista.

Veremos y escucharemos a sus padres, Dolors y Valentí, a su hermana Francesca, a compañeros del Dream Team -Zubi, Amor-, de la Selección -Hierro, Kiko-, rivales -Raúl, Míchel- confidentes -Estiarte-, jefes y pupilos -Laporta, Xavi, Iniesta-, en definitiva, el barcelonismo de arriba a abajo.

Y nos ha salido una radiografía muy aproximada de cómo es el ya centenario entrenador del Barça... Es un repaso a su vida, contado por elllos, nosotros sólo ponemos las imágenes, y las entrevistas.

Casi todas las hecho alguien que se conoce el Entorno casi tan bien como Pep, nuestra compañera en Sant Cugat Maria José Malia, con la inestimable ayuda de Paco Lloret en la realización. Y es curioso, la gente no ha puesto ninguna pega, al revés, se les veía disfrutando al hablar de él.

En el reportaje hay varias frases que no me quito de la cabeza. Por ejemplo, sus padres cuando dicen que sufren mucho viendo cuánto ha envejecido...o Raúl cuando da con la clave: "Pep ama el Fútbol", a Xavi sonriente comentando lo pesado y tozudo que es... o Santi Segurola asegurando que siempre tuvo claro que estábamos ante alguien predestinado, y dos comentarios que dicen casi todos, y que explican en parte el porqué de su éxito: que controla el mítico Entorno como nadie, y que el tío curra como el que más, que es un enfermo del fútbol...

Lo dicho, Pep contado por la gente de Pep. Ah, ¿y cuándo? Este sábado, 27 de febrero, a las 20:30h, en La 2. Y después, podréis verlo cuantas veces queráis aquí, en RTVE.es.

Cuestión de grandeza

Ha bastado una derrota, inesperada y no definitiva, para que se hayan destapado negros nubarrones sobre el futuro del Real Madrid en la Champions. El 1-0 de Lyon no era lo previsto, más bien se esperaba que el equipo de los Cristiano y compañía hubiera resuelto la eliminatoria en Gerland. Un estadio donde, por cierto, el Madrid ha perdido las tres veces que ha jugado y aún no ha marcado ni un solo gol.

Es cierto que el club blanco no jugó bien en Francia. Ni brillaron las estrellas, ni lo hizo la infantería. Y tampoco acertó su entrenador. Es la segunda vez que Manuel Pellegrini no acierta con sus decisiones. La primera fue en la eliminatoria de Copa ante el Alcorcón. Siempre he pensado que Pellegrini no valoró en su justa medida el 4-0 de la ida, ni la necesidad de la remontada en el Bernabéu. Los 80.000 espectadores que llenaron el estadio madridista ese día iban por un lado y su entrenador por otro muy distinto.

Tanto en aquella ocasión como en ida de Lyon a Pellegrini le han delatado sus explicaciones. Un tanto absurdas e impropias de un entrenador del Madrid. En la vuelta frente al Alcorcón dejó a Lass –que tampoco es una eminencia- fuera del equipo porque tres días después tenía un partido muy importante con la selección francesa. Y en Lyon comentó que Lass había dejado su sitio al otro Diarrá, porque éste es más alto y podía combatir mejor el juego aéreo francés.

Error puntual del preparador chileno, pero no por eso se puede tirar su trabajo por tierra. Por más que le interese a éste o a aquel grupo de comunicación. Y tampoco es de recibo el estado de nervios con el que se ha recibido la derrota en la ida de los octavos de la Champions. No se corresponde con un club de la altura del Real Madrid. Que ha de responder en bloque en las victorias, y hacerlo como un club con un proyecto estable y “bunkerizado” en las derrotas. Otra cosa es dar paso al “sálvese el que pueda” que es la mejor autopista al fracaso total.

Ciertas declaraciones tras el partido, como las del director general, Jorge Valdano, recogidas por nuestra compañera Lourdes García Campos y reproducidas al día siguiente en las portadas de la mayoría de periódicos, no conducen a ningún sitio. Tengo un gran respeto por la figura de Valdano, por su inteligencia y conocimiento. Pero su análisis a bote pronto tras el partido, su titular “hemos dado una mala impresión, nos llevamos un mal resultado” sus ataques al juego en el centro del campo suenan como un mensaje directo al corazón del entrenador. El mismo que el recomendó.

Es muy difícil para la gente que trabaja en el Madrid “controlar” el ruido mediático que genera un club de este nivel, sin parangón en el mundo. Pero no debería el club alimentar el nerviosismo. Ni en las peores circunstancias. Mucho menos cuando hay tiempo y un partido para enmendar el error y lograr la clasificación para los cuartos de final. Cuestión de grandeza.

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