Alcaldes europeos, nuevos embajadores de la lucha contra el cambio climático
martes 14.jun.2016 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Rakvere es una ciudad mediana en un país pequeño, Estonia. Entró en la Unión Europea en 2004 y en diez años le ha dado la vuelta a su sistema energético municipal. Han cambiado los modelos de calefacción remota, han rehabilitado edificios municipales, escuelas y viviendas, han cambiado las cañerías de agua y el alumbrado para convirtirse en una ciudad energéticamente sostenible. Su exalcalde Andres Jaadla explica, orgulloso, que "en estos 7 años, los ciudadanos lo han notado en el bolsillo. Antes pagaban 68,86€ por megavatio de luz y ahora pagan 56,6 y además la ciudad ha reducido sus emisiones de gases de efecto invernadero". "Estamos a 100 kilómetros de Rusia y Bruselas nos cae lejos", dice Jaadla, aunque parece que eso no ha sido ningún obstáculo para que hayan recibido 8,3 millones de euros procedentes de la Comisión Europea, a lo que hay que añadir el esfuerzo económico del ayuntamiento y del gobierno estonio.
Coulaines está más cerca de Bruselas, y también ha realizado sus propios proyectos para luchar contra el cambio climático. Su alcalde, Christophe Rouillon, no oculta su satisfacción al explicar que de las 19 acciones específicas medioambientales que se propusieron, han sacado adelante 12; lo que ha supuesto reducir un 20% las emisiones de CO2. Han reordenado urbanísticamente la ciudad, han demolido una escuela vieja "con gastos desorbitados, acordes a su edad", han ahorrado agua, y han remodelado el parque automovilístico municipal con vehículos eléctricos. Además han renunciado a los productos fitosanitarios y utilizan productos naturales, han instalado sistema de riego por goteo y con la iluminación nocturna reducida durante la noche, han disminuido el 30% del gasto energético municipal en este apartado. No solo eso, sino que esta ciudad francesa apuesta por el ecopastoreo, disminuyendo la emisión de una tonelada anual de gases contaminantes procedentes del sector ganadero.
Son unos ejemplos del compromiso de muchos alcaldes y municipios por el cambio climático. Los máximos representantes municipales, quieren tener un papel activo para que se cumplan los compromisos firmados en diciembre de 2016 en París. No contentos solo con actuar sobre su territorio, ahora quieren ser embajadores medioambientales, tanto en sus municipios, como en otros organismos locales y regionales europeos, y exportar este esfuerzo a otros países del mundo, especialmente en el norte de África.
En presencia del comisario europeo de Energía y Acción por el Clima, Miguel Arias Cañete, el Comité Europeo de las Regiones ha lanzado el grupo de embajadores por el clima. Los responsables políticos locales y regionales de toda Europa dan un paso más en el Pacto de los Alcaldes, firmado en 2008, y por el que se comprometían a cumplir los objetivos comunitarios de reducir en 2020, un 20% las emisiones de gases de efecto invernadero respecto a los niveles de 1999, alcanzar un 20% de energías renovables y aumentar un 20% la eficiencia energética. La reciente cumbre del Clima de París, les ha llevado a dar este paso. Después de ese pacto en Europa, en 2014 llegó otra iniciativa municipalista a nivel mundial, el «Mayors Adapt». Mientras que el primero centra sus esfuerzos en reducir las emisiones de gas de efecto invernadero, «Mayors Adapt» lo hace en la adaptación al cambio climático.
"En París, ha dicho el presidente del Comité Europeo de las Regiones, Markku Markkula, se reconoció abiertamente que todos los niveles de gobierno deben colaborar para adoptar medidas sobre el cambio climático". Desde entonces más de 30 miembros de 21 países se han comprometido a convertirse en embajadores y a difundir el mensaje como parte de esos esfuerzos. Markkula ha instado a todas las ciudades y regiones a asumir el reto de París. Unas 6.700 entidades locales y regionales se han adherido al pacto de alcaldes, lo que representa más de 200 millones de personas.
Desde el compromiso de 1999, muchos entes locales ya empiezan a tener algunos resultados visibles. El presidente de la comunidad autónoma de Murcia, Pedro Antonio Sánchez, ha recordado que los 45 municipios de la región están coordinados en red para conseguir un doble objetivo: consumir una energía eficiente y luchar contra el cambio climático. Sánchez, ha expuesto que muchas de las inversiones que se han realizado han llegado a través del Banco Europeo de Inversiones y que hay varios programas para concienciar y animar a los ciudadanos mediante proyectos tecnicos."Hemos de implicar directamente a los ciudadanos para hacerles participes de los proyectos", ha dicho en Bruselas, el presidente murciano.
El vicepresidente de las ciudades energéticas, Stephan Brandligt, es alcalde de Delft, una población holandesa cercana a Rotterdam y tiene varios objetivos. Uno de ellos, que "todos los ciudadanos de nuestro municipio sean neutros desde el punto de vista energético". "Nosotros vivimos junto al mayor puerto de carga de Europa, y tenemos una 'rotonda de calor', el calor residual que ofrece el puerto lo conducimos a las viviendas, consiguiendo un sistema sostenible, viable y con un coste adecuado", para hacerlo posible trabajan entidades públicas estatales y locales, en colaboración con organizaciones privadas. "Hemos de conseguir una ciudad verde, con energía limpia, aire limpio y agua limpia, utilizando todos los recursos que tenemos a nuestro alcance".
No es fácil, y económicamente tiene su gasto, pero para Pascal Mangin, ponente sobre la Unión Energética del Comité de las Regiones, hay aspectos que deben regularse. No es lógico, ha dicho, que "cuando hay sobreproducción energética, los precios del mercado mayorista bajen, pero los consumidores finales se quejan de que el precio de la energía es cada vez más caro". La responsable de políticas energéticas de la Junta de Andalucía, María José Asensio, ha sido la única que ha planteado que "las políticas contra el cambio climático deben incluir también la disminución de la pobreza energética de los ciudadanos". Y ha recordado que "no todos los municipios están en las mismas condiciones para acceder al mercado financiero, porque sus proyectos, no siempre son atractivos para las inversiones público-privadas".
Para el comisario Miguel Arias Cañete, "el Pacto de los Alcaldes demuestra el enorme potencial de que disponemos para cooperar, colaborar y alcanzar nuestro compromiso contraído en París. Pero es solo el principio del viaje. Tenemos que apoyarnos mutuamente y redoblar esfuerzos para que la transición a la energía limpia se haga realidad".
El alcalde de Santander y presidente del Consejo europeo de las ciudades, Íñigo de la Serna, ha puesto claro el punto de discusión entre las instituciones: la necesidad de facilitar el acceso a la financiación a los entes locales, "las ciudades dan buenos ejemplos, pero necesitan recursos adecuados para financiar esas acciones, eso hará que la eficiencia sea mayor". "Los desafíos globales, necesitan acciones locales", ha dicho el edil santanderino y ha pedido a la Comisión Europea que en "las políticas medioambientales, se incluya a todos los que consumen energía, aunque cada uno tenga diferentes responsabilidades".
"Ecología rima con economía y ahorro", ha dicho Rouillon. El alcalde francés también ha pedido a la Unión Europea "que tenga una política global energética y medioambiental, y no tantas políticas dispersas". Parece que los nuevos embajadores van a necesitar algo más que buena voluntad para conseguir liderar la lucha contra el cambio climático entre sus colegas y la Comisión Europea.