Oktoberfest, una fiesta internacionalizada
domingo 18.sep.2016 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Las jarras de cerveza resuenan un año más en el Prado de Teresa, en Munich.... y en muchas ciudades del mundo. Este año, antes de entrar al recinto hay que pasar estrictos controles de seguridad. Para que nadie se los pueda saltar, los servicios de seguridad han colocado unas vallas altas que cierran el lugar. Los ataques simultáneos de finales de julio, en los que murieron más de 10 personas, han provocado cierta inquietud y los responsables de la fiesta quieren evitar sorpresas.
Seguridad al margen, millones de personas se uniran estos días con los muniqueses para compartir, es un decir, la bebida más típica de la capital bávara: la cerveza. La lluvia del primer día no ha conseguido empañar una fiesta que durará hasta el 3 de octubre.
Ni siquiera que Thomas Mann satanizara la fiesta en "Doctor Fausto" y su hija Erika, añadiera que "nadie piensa esos días en trabajar" o que Thomas Wolfe definiera el momento como de embobamiento animal", ha restado un ápice de popularidad a la Oktoberfest. El escritor alemán Eugen Roth, mostraba su admiración, asegurando que el lugar destinado a las carpas, donde miles de personas se reúnen cada día, es "uno de los paraísos más bellos de Múnich". Un buen lugar para verlo desde las alturas es la noria gigante de Willenborg, que eleva a los turistas hasta casi 50 metros del suelo, ofreciendo una impresionante panorámica.
Las cervezas que se sirven son "denominación de origen" bávara, y tienen 6 grados de alcohol, por lo que lo mejor es comer. La gastronomía típica de este festival es pollo asado, el tradicional codillo con chucrut y puré de patata; y una amplia variedad de salchichas como Bockwurst, Bradtwurst o Nurnberger. Además, los tradicionales panes alemanes bretzel y tartas como el Apflestrudel o la tarta de chocolate. Si vas en grupo es mejor reservar medio año antes un sitio. Esta actividad lúdica reporta unos grandes beneficios económicos a la ciudad. Se calcula que durante las dos semanas que dura, trabajan unas 13.000 personas que consumen casi 7 millones de litros de cerveza.... bebidos en jarras de litro, que cada año es un poco más cara. El año pasado se pagaba a 10,40€. A todo ese negocio hay que añadir el dinero que se "invierte" en desfiles y vestidos tradicionales y el merchandising. La Oktoberfest solo se suspendió en diez ocasiones, casi todas coincidiendo con conflictos bélicos, especialmente durante la II Guerra Mundial y se recuperó como "Fiesta de Otoño".
La fiesta cervecera más internacional del mundo tiene más de 180 años. Se inició coincidiendo con la boda del príncipe Luis de Baviera y Teresa de Sajonia-Hilburghausen, en octubre de 1810, pero se avanzó a septiembre para aprovechar el mejor tiempo. Al grito de "O'zapft is" (está abierto) el alcalde de la ciudad, el socialdemócrata Dieter Reiter, abrió a mazazos el grifo de la cerveza que "correrá" durante 16 días sin parar.
Este año coincide con el 500 aniversario de la proclamación de ley de pureza, que estipula que la cerveza no puede contener ingredientes adicionales a los cuatro básicos: agua, malta, levadura y lúpulo y que, para su uso en Oktoberfest, tiene que tener un mínimo del 6% de alcohol y estar elaborada dentro de los límites de la ciudad de Múnich. En 1516 el duque Guillermo IV promulgó la legislación sobre la cerveza (Reinheitsgebot), que autorizaba, para su elaboración, el uso de cebada, lúpulo y agua. En 1857 incluirían un nuevo elemento: la levadura. Desde entonces los germanos se han afanado en mejorar o diversificar este producto. Actualmente hay unas 5.000 variedades de esta bebida que elaboran en unas 1.300 fábricas, más de la mitad están en Baviera.
Desde 2010 está prohibido fumar en el recinto. Algunas de las anécdotas de este macrocertamen las encontramos en la oficina de objetos perdidos, donde se amontonan unos 4.000 objetos. Alguien se dejó olvidada la silla de ruedas, y nadie sabe como regresó a su casa, pero también se han perdido audífonos y zapatos, a lo que hay que añadir relojes, carnets, monederos o llaves. Muchos expropietarios nunca pasan a recogerlos.
Las otras Oktoberfest de Europa
Hay una palabra que internacionaliza todavía más esta celebración: Prost!, que quiere decir salud en alemán. Tras más de dos siglos celebrándolo a nivel local, hace unas década comenzaron a invitar a celebridades alemanas y del extranjero, que internacionalizaron la fiesta hasta que decidieron exportarla a otros países europeos y Brasil, donde vive una importante colonia alemana. Allí es famosa la fiesta que se celebra en Blumenau.
Más del 20 por ciento de los visitantes son foráneos, y los que tienen difícil desplazarse hasta Múnich, tienen varias posibilidades de no perderse esta curiosa fiesta en otras partes de Europa. La Oktoberfest es una fiesta ya internacionalizada que se celebra en muchos países del mundo. Los más de 130.000 alemanes que viven en España también organizan o participan en actividades similares, aunque de menores dimensiones que en otros países. A Madrid, donde viven unos 8.000 germanos, llegó hace dos y en la tercera edición, organizada por Barclaycard Center se esperan unos 25.000 visitantes, que superaran los 95.000 litros de cerveza y las 40.000 salchichas que degustaron los participantes de la segunda edición. Como novedad este año no será necesario hacer grupos de cuatro personas para poder realizar una reserva, sino que podrá hacerse de forma individual... aunque ya se sabe que beber solo es muy aburrido, y que "todo lo que pasa dentro de la Oktoberfest, queda dentro de la Oktoberfest". Barcelona acogerá, del 12 al 23 de octubre, su quinta edición en la Plaza Universo de la Fira Barcelona Montjuïc. Son 17.000 m2 en la que se incluye una gran carpa de más de 4.500 m2 y en la que se distribuirán 50 grifos de cerveza, se podrá degustar la gastronomía bávara y la música folclórica y actual.
Son muchas las capitales europeas que organizan su propia Oktoberfest. En Berlín, donde se inició el 11 de septiembre en la Zentral Festplatz, acabará el 17 de octubre, mientras que en Londres, ha tenido tanto éxito que lo celebran en dos lugares: en Killburn Grange Park durante septiembre y en Millwall Park, los dos primeros fines de semana de octubre. París ha sido una de las últimas capitales en añadirse a la moda y este año organizaránen el Event Center la segunda edición del 6 al 16 de octubre.
A orillas del Duero, en Oporto La Festa da Cerveja, acabará con fuegos artificiales. En Viena, otro país con gran tradición cervecera, la fiesta empezará el 22 de septiembre para acabar el 9 de octubre y en Amsterdam lo celebran el fin de semana del 30 de octubre donde degustan 50 tipos de una de las bebidas más europeas que existen: la cerveza. Iniciada en 1978, recibe 11.000 visitantes cada año.