Azores, la frontera occidental de Europa
martes 11.oct.2016 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
La isla de Flores, en las Azores es el auténtico Finisterre de Europa, el punto más occidental de la Unión Europea. Situado a más de 1.000 kilómetros de Portugal, el archipiélago ha sido a lo largo de la historia un lugar estratégico en medio del Atlántico. Durante gran parte del siglo XX, cuando los aviones debían repostar para poder realizar vuelos interocéanicos, la isla de Santa Marta, se convirtió en la pista de salida hacia América.
Esta región autónoma portuguesa, forma parte, junto con Canarias, Madeira, Martinica o la Guayana francesa, de las denominadas Regiones ultraperiféricas europeas. Todas ellas reciben una especial atención de Bruselas debido a su aislamiento geográfico y a las dificultades que tienen en su desarrollo económico.
Terceira, es una de las nueve islas que componen las Azores, un nombre que siempre tiene para nosotros una connotación de buen tiempo. Quién no ha escuchado en las previsiones meteorológicas, el famoso "anticiclón de las Azores". Al contrario que Canarias o Madeira, han empezado desde hace pocas décadas a desarrollar un turismo sostenible. Los vuelos directos semanales que realiza la compañía azoreña SATA, desde Madrid o Barcelona, o con escala en Lisboa si se utiliza la portuguesa TAP, han llevado ya a miles de turistas españoles hacia Terceira, una isla que hasta ahora vivía principalmente de la ganadería (hay una vaca por cada 3 habitantes) y de la pesca. Durante siglos sus pescadores se lanzaban en frágiles barcas, a la caza de las ballenas, que emigran aprovechando las corrientes atlánticas. El autor de "Moby Dick", Herman Melville, relataba en el libro la valentía de estos cazadores de ballenas, que ayudaban a las tripulaciones de barcos estadounidenses utilizando métodos artesanales. Vigías en tierra escudriñaban el océano para encontrar los cachalotes y avisaban con una campana a los marineros, guiándoles hasta el animal. Hoy en día han sustituido este trabajo por el avistamiento de unas 23 especies de cetáceos. Esta considerado uno de los top ten de esta especialidad turística en el mundo y el mejor sitio de Europa para desarrollar esta actividad científica y turística.
Angra do Heroísmo, la capital, fue un lugar estratégico en las rutas comerciales de América y la India hacia Europa. Los barcos cargados con oro, especias, telas y productos agrarios tenían una parada obligatoria antes de llegar al continente, y tras varias semanas o meses de travesía sin avistar tierra. Pero su última participación en la historia, fue en la cumbre de las Azores de 2003, que supuso el inicio de la guerra de Irak. Participaron George Bush, presidente de Estados Unidos, y los jefes de gobierno del Reino Unido, Toni Blair, Portugal, Jose Manuel Durao Barroso y de España, José María Aznar. Esta base militar de Estados Unidos, donde se encuentra el aeropuerto internacional Das Lajes, llegó a aportar el 10% del Producto Interior Bruto de la isla.
Portugal, España y Francia se disputaron históricamente el control del denominado obligo del Atlántico norte. Una de las ciudades más importantes, de estas islas azules, es Angra do Heroísmo, que llegó a ser capital de Portugal durante las guerras civiles entre liberales y absolutistas. Su centro histórico, en el que destacan la fortaleza hispana de San Felipe o São Sebatião, la Sé Catedral, sus ricas casonas y palacios barrocos, quedó destrozado por un terremoto en 1980, y fue reconstruido rápidamente, un esfuerzo reconocido por la Unesco, que la incluyó en su lista del Patrimonio de la Humanidad.
Este archipiélago, que como las Canarias y Madeira, surgieron por erupciones volcánicas, forman parte de la Red Europea y Global de Geoparques, una asociación que promueve el turismo sostenible de estas áreas, como vehículo para el desarrollo económico y la creación de puestos de trabajo. En el centro de la isla todavía se puede descender al interior de un volcán. Algar do Carvão, de noventa metros de profundidad. No está activo, por supuesto, pero en las islas son constantes los movimientos sísmicos, superando en algunos casos una intensidad 5. En la isla de Faial la última erupción fue en 1995.
La pesca, la agricultura y el turismo, son las fuentes de ingreso más importantes y se están instalando centros de producción de energía eólica y geotérmica, para mantener un desarrollo sostenible y evitar así que los jóvenes tengan que emigrar al Portugal continental, a Canadá o Brasil, destinos tradicionales de los habitantes de las islas. Es una tierra de gran belleza natural terrestre y marítima, con sus ciudades tranquilas, ordenadas y limpias, las grandes hortensias que bordean las carreteras, sus costas agrestes y los verdes prados. Pero que no siempre ha podido alimentar a sus ciudadanos.
No vamos a dejar Terceira sin hablar de su personalidad festiva. Durante todo el año hay actividades lúdicas muy variadas como las famosas touradas, donde en 10 días, a lo largo de 4 meses, se sueltan 5 novillos, que con sus cuernos protegidos embisten a los vecinos que se ponen ante sus astas. Hay una decena de ganaderías especializadas en la cría de este ganado, las tradicionales fiestas del Espíritu Santo, que se celebran a lo largo de ocho semanas, con funciones y comidas comunitarias y las famosas cantoiras ao desafío, que mediante versos y música introducen un sentido irónico a la vida cotidiana de sus habitantes. Todo eso aporta no solo importantes ingresos económicos sino que permite que esta isla de la fiesta no pierda la envidiable tranquilidad de sus ciudades y pueblos.
