Noruega, el país europeo más implicado en la paz de Colombia
sábado 1.oct.2016 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
No es colombiano, pero para los negociadores del acuerdo de La Habana la figura del noruego Dag Nylander es familiar. Durante cuatro años ha estado presente en todos los momentos claves. Cree que lo más importante de este tiempo es que "ha sido un trabajo arduo, largo y difícil, pero sólido y bueno" y reconoce que hubo momentos en que parecía que todo el proceso podía venirse abajo, principalmente por factores externos.
Este abogado de 46 años, ha realizado su labor diplomática en el ministerio de exteriores de Noruega y en Naciones Unidas. Durante seis años ha dirigido a su equipo formado por seis noruegos, aunque ya antes había participado en los procesos de paz de Caguán y entre 2005 y 2007 con la guerrilla del ELN.
Noruega es un país con larga experiencia en varios procesos de paz como Filipinas o Sri Lanka y facilitó los Acuerdos de Oslo de 1993 entre Palestina e Israel, firmada por Isaac Rabin y Yasir Arafat, que aunque acabaron en papel mojado si han permitido el reconocimiento internacional de la Autoridad Nacional Palestina, ANP y sigue siendo referencia de ambas partes. Johan Galtung, ya fundó en 1959 el Instituto Internacional por la Investigación para la Paz y en su afán por ayudar a poner fin a conflictos internos de otras naciones, el gobierno tiene un departamento específico incluido en el Ministerio de Exteriores y no descarta participar en un diálogo en Oriente Medio o Afganistán.
Nylander, que durante el proceso de paz de Colombia, siempre ha estado en un segundo plano, reconoce que "ha sido un esfuerzo muy grande que han hecho las dos partes y que ha contado con el apoyo de la sociedad civil y de las organizaciones civiles del país". "Es un acuerdo sólido", ha reconocido en varias entrevistas, "y va a resistir eventuales crisis, no tengo ninguna duda". El mediador noruego reconoce que "uno de los grandes desafíos que tiene el país es unir a los colombianos para que den su apoyo a este proceso y sin el apoyo de los ciudadanos va a ser difícil llevarlo adelante". Si gana el No, "en mi opinión es poco realista pensar que se puede volver a la mesa de negociaciones, porque cada elemento del acuerdo final está ligado al anterior y es dependiente del resto de puntos".
El papel de Noruego ha sido apoyar con infraestructura, logística y transporte para trasladar a las delegaciones hasta La Habana o los lugares de discusión. "Hemos sido testigo, junto con Cuba, de lo que se ha debatido en la mesa de negociaciones, dando un nivel de estabilidad", explica Nylander, y añade que también han ayudado a resolver diferencias, aportado expertos de diferentes temas, principalmente en justícia transiccional y han organizado conferencias y foros con las víctimas a La Habana, "siempre con el propósito de ayudar a las partes y respetando que el liderazgo y la iniciativa era de ambas partes".
Otros países garantes del proceso, no ha habido mediadores, han sido Cuba, Chile y Venezuela. El papel de este país ha sido fundamental. Reconocido por el gobierno colombiano, las buenas relaciones del fallecido presidente venezolano, Hugo Chávez, con la guerrilla facilitó el acercamiento entre ambas partes. Cuba, ha sido junto con Noruega los más implicados en el proceso y sede de la Mesa de conversaciones. El país, un referente histórico para los movimientos de izquierda en América Latina ha aportado su experiencia. Chile ha añadido su amplia experiencia en comisiones de Verdad y reconciliación, por lo que el presidente Juan Manuel Santos pidió la colaboración del expresidente chileno, Sebastián Piñera, y su sucesora, Michelle Bachelet.