Las ciudades Patrimonio Mundial gastan un 16% más en mantenimiento
jueves 1.feb.2018 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
No todo es fácil para una ciudad que ostenta el reconocimiento de Patrimonio Mundial. La alcaldesa de Córdoba, presidenta del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, Isabel Ambrosio, habla a "Canal Europa" de los retos futuros que supone para los responsables municipales el desarrollo económico y social de sus ciudades. "Mirar al futuro no puede ser algo que restrinja, prohiba o limite, sino todo lo contrario, esta declaración nos permite estar orgullosos, pero nos exige establecer el equilibrio entre ser ciudades atractivas para el visitante y garantizar que los vecinos de los cascos históricos, accedan a todos los servicios que tendrían, si vivieran en cualquier otro barrio".
En España, Córdoba, con más de 375.000 habitantes, es la más poblada del grupo, pero la media no tiene esas características. "Tanto si somos grandes como pequeñas, tenemos las mismas obligaciones que otra población que no ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad". "Y cuando tienes que tomar medidas como en nuestro casco histórico, que es el segundo más amplio de Europa, como la obligación de recoger la basura, iluminar sus calles, tenerlas limpias, que llegue la última tecnología a todos esos vecinos para que puedan abrirse al mundo, todo eso tiene un sobrecoste".
"Cuando hablamos de ciudades patrimonio, tenemos un debate abierto". Ambrosio deja claro que "hemos constatado que de media, gastamos un 16% más en prestar los mismos servicios que cualquier otra ciudad. Y en ese concepto de que el patrimonio es de todos, también tenemos que hacer posible que todos inviertan en mantenerlo. Desde hace algún tiempo, hemos comprobado que en el IBI (uno de los pocos tributos que tenemos los ayuntamientos para poder cobrar impuestos, generar riqueza y ofrecer servicios), muchos de nuestros bienes patrimoniales son de titularidad pública, y no recaudamos por ello. Por eso exigimos un tratamiento especial. Ese orgullo de sentirnos un país que apuesta por su patrimonio histórico y cultural, tiene que ser arrimando el hombro, ayudándonos para realizar convenientemente la prestación de esos servicios, la conservación, la puesta en valor y ofrecer una oportunidad de desarrollo económico. Por eso hemos entregado al ministerio de hacienda, una petición que esperamos no caiga en saco roto, porque es necesario reforzar los recursos con los que cuentan nuestros ayuntamientos".
El GCPHE forma parte de la Organización de Ciudades Patrimonio Mundial (OCPM), con sede en Quebec. Córdoba ostenta la secretaría del arco sur europeo y del Mediterráneo, en la que curiosamente no está un país tan importante como Italia, el segundo en ciudades patrimoniales. Si lo está Francia, Grecia y varios países africanos. La participación en otros organismos internacionales es importante para el GCPHE, porque "la suma de los recursos muchas veces multiplica los resultados. Las experiencias que surjan en otras ciudades y comprobar como han solucionado algunos desafíos es importante. Ahí podemos ver cómo se plantean mantener el equilibrio entre la conservación y las oportunidades de desarrollo, cómo mejorar la prestación de los servicios, -que son competencia de los ayuntamientos-, para facilitarle las cosas a los ciudadanos. Y cuando abres el foco, dice Isabel Ambrosio, amplías la visión y te quedas con un espacio de trabajo más amplio que tu país, aprendes mucho, y no solo eso, sino que además eres ejemplo para otras ciudades".
Obtener la declaración de Patrimonio Mundial, supone aumentar el potencial turístico de una zona o una ciudad. Preservar su riqueza patrimonial única no es fácil y es necesario educar tanto al ciudadano como al visitante. También en eso han de destinar esfuerzos y dinero las autoridades municipales. Pero, ¿que és más difícil educar al ciudadano o al visitante? Para Isabel Ambrosio no hay mucha diferencia "porque son maneras distintas de educación, y al final es educación".
La presidenta de turno de este grupo de ciudades, añade que "para que la ciudad siga siendo un atractivo no solo para el visitante sino también para el vecino, todos tenemos que contribuir. Porque una ciudad no está más limpia porque dediquemos más esfuerzos sino porque se ensucia menos, y al final los que ensucian son los vecinos y creo que hay capacidad para sensibilizarlo y hacerle partícipe de este orgullo común, que significa ser vecino de una ciudad patrimonio. En mi ciudad están respondiendo, y yo me siento satisfecha de esos trabajos de colaboración, empezando por los más pequeños, y reconociendo que los mayores han vivido estas ciudades y han hecho posible que se nos leguen. Los visitantes pasean por nuestras calles, después de destinar tiempo y dinero para preparar su viaje, y hay que concienciarlo de que su paso no puede dejar una huella consolidada, hay que mimar, cuidar, preservar y respetar el patrimonio del que están disfrutando, por eso tenemos que sensibilizarlo".
25 aniversario de las ciudades españolas patrimonio mundial
España tiene el privilegio de estar entre los países que cuentan con un mayor número de inscripciones en la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, un reconocimiento universal que se otorga a los bienes que poseen un valor excepcional y cuyo disfrute, protección y cuidado pasa, por medio de esta distinción, a ser reconocido por todos los pueblos del mundo, independientemente del territorio en el que estén localizados.
De entre los 46 bienes españoles incluidos en esta Lista, destacan las 15 Ciudades Patrimonio, que reúnen un extraordinario legado cultural, único en el mundo. Ciudades que resumen lo mejor de las distintas civilizaciones que a lo largo de los siglos han habitado la península y sus archipiélagos, impregnándolas con su historia, su arquitectura y sus costumbres.
España es el país que tiene más ciudades en la lista mundial. Fue inaugurada por Alcalá de Henares y Santiago de Compostela, a las que siguieron Ibiza, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Mérida, Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda. Ciudades geográficamente distantes y culturalmente diferentes, una muestra de la diversidad de España.
El grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad (GCPHE) va a celebrar sus 25 años de existencia con un gran abanico de actividades y promocionándose en las grandes ferias de turismo del mundo como Fránkfurt o ITB de Londres, pero sin olvidar las ferias turísticas de Utrecht, Bruselas, Hamburgo, París, Berlín, Lisboa, Singapur, Tokio y Buenos Aires. Quieren ser atractivas a mercados de origen como Milán, Ámsterdam, Moscú, Berlín, Chicago, Oporto o París.
Entre las actividades previstas para 2018, destacan la asamblea estraordinaria de Ávila, presidida por el rey, actos simultáneos, en la noche del patrimonio (15 de septiembre) y un concierto conmemorativo el 16 de junio en la Plaza de la Universidad de Alcalá, a cargo de la Orquesta Sinfónica de Escuela Reina Sofía. Además han previsto la edición de una guía sobre cultura gastronómica de las 15 ciudades, potenciar el programa pedagógico "Aula de Patrimonio", dirigido a centros educativos; un certamen audiovisual de cortos con teléfonos móviles para jóvenes y pruebas deportivas que recorrerán los espacios más emblemáticos de cada ciudad del grupo.
El grupo, que nació en 1993, recuerda que "la cooperación entre ellas no resta personalidad a ninguna de estas ciudades y reconocen que la riqueza de sus conjuntos históricos estriba en su individualidad". Ciudades monumentales pero al tiempo vivas, poseedoras de un especial e inigualable estilo de vida que las hace distintas y atractivas a los viajeros que se asoman a sus tesoros.
La celebración del vigésimo quinto aniversario coincide con la declaración del Año Europeo del Patrimonio cultural. Para la alcaldesa de Córdoba, y presidenta de turno del GCPHE, "esa coincidiencia nos permite subrayar que el patrimonio es de todos los ciudadanos, es una oportunidad para conservar, apreciar y ponerlo en valor". Isabel Ambrosio, nos explica que "esa coincidencia nos permite aprovechar algunos de los actos dentro del marco de esa celebración". Ambrosio añade que "el objetivo es el mismo, ser conscientes de que ese tesoro que tienen las ciudades, esa responsabilidad de la conservación de una herencia que nos han legado las distintas civilizaciones que han pasado por cualquiera de nuestras ciudades, está en plena vigencia y ha de mirar al futuro".
- 2018, Año europeo del patrimonio cultural
- Patrimonio histórico frente al reto turístico
- Los desafíos de las ciudades patrimonio mundial (entrevista a Denis Ricard, de la OCPM)
- Un turismo compatible con el patrimonio ("Entre Paréntesis" RNE-R5)