Quedan lejos los años en que los padres fundadores de la Unión Europea, Adenauer, Schuman y Monet, podían negociar y firmar tratados para obtener paz, a cambio de ceder soberanía sin tener que dar demasiadas explicaciones a sus electores. "Imaginan que hubiera existido twitter a penas después de la II Guerra Mundial".
Los ciudadanos tienen una cita con las urnas el 26 de mayo de 2019. Dentro de un año, habremos escogido a un nuevo Parlamento Europeo, por eso las instituciones preparan la maquinaria informativa, con un riesgo añadido a anteriores comicios: la lucha contra las fake news, las noticias falsas, que cada vez corren más rápidamente por las redes sociales. El portavoz y director general de Comunicación del Parlamento Europeo, Jaume Duch, explicaba en Madrid que ese es uno de los retos más importantes que tienen durante los próximos 12 meses.
Desde hace décadas la Unión Europea tiene un problema de imagen, quizá porque no se explica bien qué es y cómo funciona, o porque es compleja, o por que es lejana, o porque los políticos nacionales se apropian de los éxitos europeos y traspasan a las instituciones de Bruselas las decisiones impopulares o sus problemas aunque no sean competencia comunitaria.
Los responsables de comunicación de la eurocámara ya han planteado la estrategia informativa para llegar al ciudadano, ayudándoles a entender la importancia de los comicios, proporcionándonos a los periodistas una nueva narrativa y ejemplos concretos que apelen no solo a la razón, sino también a las emociones, y ayudando a los partidos a movilizar a los ciudadanos. Jaume Duch explica las líneas generales de la campaña.
Las noticias falsas son una amenaza real para las elecciones europeas. De hecho hay quien dice que el Brexit es el resultado de 30 años de fake news.
Hace unos días visitaba el Parlamento Europeo, el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg, para hablar de cómo va a controlar esta red social las cuentas falsas, desde las que se emiten muchas de las contranoticias que reciben los internautas. El problema es tan grave, que según sus propias estimaciones hay cerca de 88 millones de perfiles falsos. El movimiento Avaaz, colocó una veintena de siluetas de Zuckerberg, para exigirle que controle mejor la manipulación informativa que corre por esa red.
"Lo mas importante que podemos hacer, explicaba una de sus representantes, es presionar a los gobiernos para hacer que la democracia se mantenga más fuerte que las redes sociales y que las instituciones que hemos construido, que respetamos y valoramos, no sean socavadas por las redes sociales”.
"Esa disfunción entre democracia y desinformación, hace necesario según Alaphia Zoyab un plan estructurado sobre cuatro ejes principales:que “prohiba estas cuentas falsas, alertar al publico cada vez que alguien vea una noticia falsa, financiar las comprobaciones de datos y hacer que facebook se someta a una auditoria independiente sobre esta escalada masiva de datos y desinformación de la plataforma.”
Las noticias falsas no son el único problema al que se enfrentará la campaña electoral de las elecciones europeas. Los antieuropeístas buscan desacreditar a las instituciones, que nadie ignora que tienen sus puntos débiles, pero también estos representantes de grandes países y antiguas potencias europeas, refuerzan su discurso en la idea de que Europa no puede perder su peso en el mundo. Las perspectivas a medio y largo plazo son otras.
Aunque con muchas deficiencias, que han quedado demostradas con la crisis económica, Europa es una referencia mundial en desarrollo, justicia social, democracia, derechos humanos, calidad de vida... es un modelo a seguir y una referencia mundial, pero muchas veces parecen tenerlo más claro los que nos ven desde fuera que los propios ciudadanos europeos.