Félibrée: la cultura occitana reivindica su papel histórico
jueves 11.jul.2019 por Ángela Gonzalo del Moral 0 Comentarios
Occitania es una de las regiones históricas del suroeste de Europa, que vivió sus mejores momentos entre los siglos X y XIII, cuando llegó a extenderse por territorios de la actual Francia, norte de España, Principado de Mónaco y 13 municipios del Piamonte italiano, junto a Turín. Las ciudades más importantes fueron Tolosa, Burdeos, Bayona, Vielha o Marsella.
El occitano no es uniforme y tiene varios dialectos, como el limosín, el gascón, el langedociano y el provenzal. La región francesa atlántica de Nueva Aquitania habla el occitano, mientras que en la mediterránea Provenza-Alpes-Costa Azul, se denomina provenzal.
En el valle del río Dordoña, los nobles de la Edad Media construyeron castillos para defenderse de los ataques ingleses, que entonces dominaban la zona cercana a Burdeos. En el departamento de Périgord, hay más de mil fortificaciones, 365 de ellas en las orillas del Dordoña. Sus propietarios, se enriquecían con el comercio y los impuestos que debían pagar los comerciantes y el pueblo. Un ejemplo de ello es el castillo de Beynac, situado en un estratégico meandro del río.
Como nos explica Thierry Boyer, hacia el siglo X, un periodo de paz entre franceses e ingleses permitió que los cortesanos se dedicaran a disfrutar de los recitales de poetas y músicos: los trovadores. Muchos de ellos pertenecían a la nobleza. "Lo más habitual en aquella época era que los señores no trabajaran y se dedicarán a la caza, pero cuando regresaban al castillo les gustaba reunirse con sus amigos y escuchar los versos de los trovadores, mientras sus palabras eran acompañadas por la música".
Occitania, fue uno de los centros más importantes de la cultura de la Edad Media. La lengua de Oc, uno de los primeros idiomas que sustituyó al latín en documentos, piezas teatrales y gramáticas. Considerada una cultura refinada, dio lugar a la literatura trovadoresca que se extendió por Europa Occidental.
Sus grandes propagadores fueron los trovadores y los juglares. Uno de los más importantes, fue curiosamente, Ricardo Corazón de León. Jean Bonnefon, presidente del Centro de Escrituras y de canciones occitanas, dice que Era el rey de Inglaterra, murió en Occitania, asesinado por una flecha, y escribía y cantaba en occitano. "Era el rey de Inglaterra, pero no vivió en Londres, sino en Burdeos. Murió en el Périgord asesinado por una flecha, y fue un poeta occitano que escribía y cantaba en nuestra lengua. ¿Es algo curioso, ¿no?".
También destacaron otros nobles, como Guillermo de Poitiers, duque de Aquitania, considerado el primer trovador en lengua provenzal. Sus poemas tratan sobre las relaciones con las mujeres, de burlas sentimentales y de proezas sexuales, siendo uno de los precursores del amor cortés y del estilo trovadoresco. Otro noble que estableció las reglas que siguieron estos poetas y músicos fue Jaufré Rudel de Blaye. Escribió sobre el amor imposible, sin esperanza, que tanto ha influido en literatos posteriores y que ha marcado parte de nuestro acervo sentimental europeo. Una de las normas de estos trovadores medievales era que no debían mencionar el nombre de la dama. El compositor Claude Sicre, los define como las estrellas del rock de la Edad Media. Les rinde homenaje en Les Troubadours, una de sus última composiciones, que interpretará Francis Cabrel.
En la literatura aparece la figura de Arnaut Daniel, que recita sus poemas en uno de los cantos del Purgatorio de La Divina Comedia.
Tan m'abellis vostre cortes deman,
qu'ieu no me puesc ni voill a vos cobrire.
Ieu sui Arnaut, que plor e vau cantan;
consiros vei la passada folor,
e vei jausen lo joi qu'esper, denan.
Ara vos prec, per aquella valor
que vos guida al som de l'escalina,
sovenha vos a temps de ma dolor!
Movimiento cultural en defensa del occitano
Foto: angelaGonzaloM
Aquitania fue uno de los territorios más importantes de la cultura occitana, pero fue perdiendo fuerza a lo largo de los siglos, a favor del francés. El guía profesional, Thierry Boyer, recuerda que en el siglo XIII "el rey Luis IX de Francia organizó una cruzada contra el sur y Luis XIII fundó la Academia francesa, que prohibía hablar una lengua diferente a la del monarca. Luego la revolución francesa, lo confirmó, y en el siglo XIX, se creó la escuela laica que prohibió hablar las lenguas autóctona".
A pesar de esas dificultades históricas, actualmente continúa presente en muchos lugares del suroeste francés. Varias asociaciones velan por su supervivencia. Desde 1903, el primer fin de semana de julio, en el departamento de Dordoña-Perigord se celebra la Felibrée o Felibrejada. "Es un movimiento cultural que nace a finales del siglo XIX en la Provenza, potenciada por escritores, poetas e intelectuales". Martine Noverraz, directora de comunicación de Périgeaux, nos recuerda que "al frente de todos ellos estaba el Nobel de literatura, Frédéric Mistral, que defendía una lengua que es nuestro patrimonio y que no tiene un reconocimiento oficial. Ellos defendían el valor de la cultura y las tradiciones occitanas". Con una población de 400.000 personas, en Périgord actualmente hablan el idioma un 30% de los ciudadanos de este departamento y un 50% lo entiende. En Francia se calcula que unos 8 millones de personas lo utilizan con cierta asiduidad.
En 2019, la Felibrée ha celebrado cien ediciones, (solo dejó de organizarse durante las dos guerras mundiales y en los años de posguerra). La música, las guirnaldas y los bailes llenaron el primer fin de semana de julio, la ciudad de Perigeux, para reivindicar una cultura que une a muchos pueblos del sur de Europa, con una doble raíz lingüística, el latín y la lengua de oc.
Eric Sudrat, director de la Calandreta, un sistema escolar inmersivo en occitano, se queja de que en París, "hay un cierto interés, pero la dificultad es que no tiene el apoyo del estado francés, que no nos permite desarrollar esta educación", mientras Bonnefon añade que "Francia es el único país que no reconoce las lenguas locales, incumpliendo la ley europea de las lenguas minoritarias". Este escritor y músico occitano recuerda que "cada vez más pueblos europeos quieren reivindicar su cultura. Lo vemos en Irlanda, Escocia, Cataluña, el País Vasco, los italianos, los corsos, los bretones o los occitanos.... Hay grupos reivindicativos en cada lengua".
En 2013, el realizador Patrick Lavaud, filmó un documental en occitano, titulado Lenga d'amor financiado por el Consejo General de Dordoña. El director recoge los recuerdos de un niño en la granja familiar al norte de Périgord e invita al espectador, con gran sensibilidad, a descubrir sus encuentros con diversos personajes cercanos al menor y que le transmiten su amor por el idioma occitano, guiándolo por los caminos de la tradición oral, la cultura popular, la toponimia y la señalización bilingüe. Lavaud convierte una experiencia personal en memoria colectiva cuando el lenguaje occitano revela su universalidad. En el reportaje participan algunos de los intelectuales occitanos actuales como Madeleine Lavaud, Michel Chadeuil, Jean-Pierre Reydi, Jean Ganiayre, Odette Marcillaud, Nicolas Peuch, Yves Lavalade, Eric Sudrat y los niños de la escuela Calandreta de Périgueux.
Para Bonnefon una de las palabras más bonitas en francés es "amor", "una palabra que fue propagada por los trovadores occitanos medievales, unos cantores que trasladaban sus canciones por toda Europa en el siglo XII y XIII".
Casi nueve siglos después de aquel momento de esplendor, la Félibrée recuerda cada año que Occitania fue durante la Edad Media una unidad cultural y lingüística, aunque nunca llegó a ser una unidad política.
Si buscáis más información para visitar la zona este es el link al departamento de turismo de Dordoña-Périgord
Otras noticias relacionadas
- Périgeux celebra el centenario de la Félibrée
- Occitania reivindica su histórica cultura (podcast)
- Dordoña y los castillos medievales del Périgord negro
@angelaGonzaloM
@Viaje_Itaca_
Instagram: @Audioguíasturísticas