El sábado 13 de mayo vivimos una emocionante noche gracias a Salvador Sobral. Su interpretación de Amar pelos dois emocionó y arrasó en toda Europa. Llegó a los 758 puntos, 224 más que los logrados el año pasado por Jamala.
Para conseguir esa grandiosa cifra necesitas mucho apoyo. Y Portugal lo tuvo. A nuestro vecino le dieron puntos en el televoto todos y cada uno de los países participantes, 12 de los cuales le otorgaron la máxima puntuación.
Portugal logró los 12 points tanto de jurado como de público de Países Bajos, Lituania, España, Francia, Islandia, Israel y Suiza.
Pero es que, además, para rizar el rizo, nadie le otorgó menos de 5 puntos (salvo los que ya hemos dicho que no le votaron). Eso es lo que le dieron en televoto Dinamarca e Italia y los jurados de Grecia, Irlanda e Italia. Sorprenden las puntuaciones tan bajas de Italia, siendo ambos países del sur de Europa.
Portugal encabezó siempre las votaciones en Eurovisión. Desde el principio y hasta el final. Nunca se apeó de la primera plaza, algo que muy pocos pueden decir en estos 62 años de historia y entre los que se encuentran ABBA o Alexander Rybak.
Por cierto que el ganador del Festival en 2009 con Fairytale, que apoyó a Portugal el pasado mes de abril calificando Amar pelos dois como "una canción hecha por músicos de verdad", ha publicado este domingo una versión de la misma.
Aunque nosotros preferimos la versión que Salvador Sobral interpretó en exclusiva en Spain Calling International. Parabéns Portugal!
Ahora que ya ha acabado el #Eurocasting, es tiempo de revelar en exclusiva uno de los datos más esperados: quién fue el que recabó más apoyos de los 30 primeros seleccionados y el ranking completo de votaciones, desde el primero al último.
Efectivamente. Los rumores que corrían por las redes sociales eran ciertos. El jurado profesional dejó fuera al artista favorito del público. Nito no logró ni un solo punto de los siete profesionales, quienes sí eligieron a Javián (segundo más votado), Fruela (sexto) y LeKlein (cuarta), a la postre la vencedora del proceso.
Brequette -que estuvo a punto de llegar a la final- fue la tercera más votada y Pedro Elipe, el quinto. En séptima posición quedó Romy Low y, tras ella, y por ese orden, Nieves Hidalgo, Nicky Triphook -otro de los más valorados por el jurado- y Rebeca Moss.
En realidad todo el mundo ya sabía el orden de los diez primeros. Solo había que fijarse bien en el documento de las votaciones del jurado profesional publicado por RTVE.es el pasado 20 de diciembre. Tal cual. ¿Nadie se dio cuenta?
¿Y quiénes se quedaron muy cerca de lograr entrar en el top ten? Pues Javi Soleil y Stvrkid feat.Silence of the Wolves, a los que les faltaron literalmente un puñado de votos. Y es que hay que insistir en que todo estuvo muy igualado.
El reggaetón, que ya sabemos que no gusta para Eurovisión, mejor clasificado fue el de Shannel (16ª). Y candidatos que muchos daban por hecho que pasarían, no lo hicieron. Es el caso, por ejemplo, de Dani J (13º), Carmel (18ª), Lem Baquero -el elegido por la prensa especializada- (19º), Ivet Vidal (20ª) o Padre Damián (26º).
La vida te da sorpresas y muchas veces lo que se dice o lo que se grita en las redes sociales no se corresponde con la realidad.
LeKlein se llevó el triunfo en la gala final del Eurocasting. Ganar por un 63,3% de los votos no es nada fácil y cuando alguien hace eso es que ha arrasado. Y punto. Sola en el escenario, la voz (y la personalidad) de la talaverana inundó todo el plató.
Incontestable victoria la de esta artista sobre Javián y Fruela quienes, bajo mi modesta opinión, estuvieron mejor en los ensayos que en el directo.
Quienes estuvieron maravillosas tanto en los ensayos como en la actuación fueron Azúcar Moreno. ¡Qué divas, qué energía! ¡Qué de ventilador! No podía haber más móviles por metro cuadrado grabando su actuación... No me extraña.
Y ojo que les encantaría ir a Eurovisión 2018, veintiocho años después de su actuación en Zagreb. Bandido es, tal vez, la canción más moderna que hemos llevado al Festival. Quedó quinta en 1990, plaza que logró in extremis gracias a los 10 puntos de Finlandia, último país en votar aquél año en el que ganó Italia.
No quiero olvidarme de David Rees, genial recordando algunas de las canciones que España ha llevado al certamen. ¿Se animará algún día él con Eurovisión?
392 canciones enviadas: 30 pasaron un primer corte, 10 llegaron a la segunda fase, 3 consiguieron estar en la final y solo una, Ouch!!, venció. ¡Enhorabuena LeKlein!
Y mañana en este blog, a las 12:00 hora peninsular, cerramos el #Eurocasting publicando los resultados de la votación de los 30 candidatos.
Javián, LeKlein y Fruela estarán en la gran final del #Eurocasting el próximo día 12 de enero. Creo que los tres son buenos temas, bien producidos, que podrían defender a España en Eurovisión tranquilamente. Tres propuestas diferentes a todo lo que hemos llevado hasta ahora al Festival.
No somos héroes transmite buen rollo, es una canción que en Europa podrían asociar perfectamente con España; que tiene toques folk, que tiene ritmo y que Javián defiende de forma solvente.
Ouch!, por su parte, es un tema muy potente que LeKlein clava con esa voz tan particular que tiene. Además cuenta con un estribillo que se te queda enseguida… ¡y la imagen de Vanesa es simplemente genial!
Live it up, mientras, es un tema con un sonido muy internacional que se podría bailar en cualquier discoteca del país que sea sin desentonar. La canción, además, va creciendo conforme avanza y es muy sólida, tanto como Fruela.
Pero la sorpresa, el #eurodrama, fue que Brequette no se clasificara. O al menos eso es lo que vi mayoritariamente en las redes sociales. Bien. Sé que gustaba (a mí también), pero creo que se ha magnificado mucho.
Ha habido un jurado profesional independiente que ha votado y que ha elegido. Y no lo han tenido fácil, ha estado todo muy reñido: hay que recordar que Nicky Triphook se quedó también a las puertas, empatado en la cuarta plaza con 6 puntos. Ya está. Era algo que podía pasar.
Yo también tengo mi propio eurodrama que quiero compartir aquí. En la primera fase se cayó una de mis apuestas. Creo que la propuesta de Alicia Nurho Band era diferente. Under the light me parece un temazo que podría haber funcionado y destacado en Eurovisión precisamente porque -estoy seguro- está en las antípodas de todo lo que van a llevar el resto de países.
Una pena. Como otra pena es que Pedro Elipe -otro de mis favoritos- no haya sido elegido por el jurado. Al menos a mí me parece que Del dolor es un tema de esos que sorprende, que te llega y que yo me imaginaba en Kiev. Ya había hasta visualizado la puesta en escena y estoy seguro de que la sencillez habría llegado. Y de esto tenemos varios ejemplos en la historia del Festival. Sé que hubiera sido arriesgado, pero considero que el que no arriesga no gana.
Así que personalmente me da pena que Brequette no pueda ir a Eurovisión este año: no ha podido ser, como tampoco lo fue en 2014 por el televoto, que dio la victoria a Ruth Lorenzo. Estoy seguro de que acabará representando a España.
Cada uno tiene, o mejor dicho, tenemos a nuestro favorito y ahora toca escuchar bien los tres temas finalista, imaginar la puesta en escena en Eurovisión, ver el concierto y ¡votar!
… al menos para ir a Eurovisión, que luego ya para bailar... Tampoco las baladas en inglés, algo para mí extraño por cierto. Ni la bachata sensual, que es de aquí -creación española- y que triunfa en todo el mundo.
Las canciones que se han definido solo como electrónicas no han entrado entre #Los10eurocandidatos. La clasindependent dark fusión music, los toques gospel, las bandas, los dúos, el indie, las canciones que mezclaban inglés y español… Que no y que no.
Todo ha estado muy reñido, es cierto, pero no es más cierto aún que los usuarios (los que habéis votado, claro) lo tenéis cristalino: queréis un solista cantando pop. En ese sentido, riesgos los justos.
Pues ahí tenemos Eurocasting con un grado de paridad que asusta: cinco canciones en inglés y cinco en español que cantan cinco hombres y cinco mujeres.
Dos baladas, dos artistas que ya han pisado el escenario del Festival, composiciones con toques latinos y/o electrónicos… Vaya marrón el que tienen Juan Magán y compañía. Ahí les dejo que analicen y voten. Son unos valientes. Y por favor, dejémosles.
Pero creo que es justo reconocer, aplaudir y dar las gracias a este proceso por descubrirnos tanto talento. Ha sido una pena que no pudieran pasar más. Y no es un tópico, algo que se tenga que decir porque “cómo no lo vas a decir, que tú trabajas ahí”… es que es la realidad.
Algunas de mis favoritas han pasado y otras se han quedado por el camino -esto que no se entere nadie-. Así que sí, sé lo que es el sufrimiento de que se caiga alguien de esas cartelas que pudimos ver en el #SpainCalling, de ver que la canción que creías perfecta para ir a Kiev y dejar hipnotizados a moldavos, irlandeses, letones, malteses y suizos (quienes, irresistiblemente, irían al teléfono a votarnos como locos, que ya me lo imaginaba yo) no continúa en el proceso.
Seguiré a la mayoría, pero tengo a un par de artistas a los que no pienso perder la pista e intentaré ir a todo lo que hagan. Estoy seguro de que esto le estará pasando a muchos de vosotros y solo por eso todo, o casi todo, merece la pena.
Muchas son las sorpresas las que nos ha deparado el paso del #Eurocasting30 a #Los10eurocandidatos. Cantantes que muchos daban por clasificados no se han granjeado el apoyo del público (la vida te da sorpresas) y otros ahí siguen adelante.
Todavía queda conocer lo que diga el jurado el próximo día 20 de diciembre, la gala del 12 de enero. Esto es un maratón. Dosifiquemos, pero disfrutemos, los eurodramas. Esto no ha hecho más que empezar.
Ya estamos buscando representante para el Festival de Eurovisión 2017. Durante 10 días se ha podido votar y elegir una buena canción para brillar en la selección nacional y en Eurovisión, por supuesto.
En el grupo del #Eurocasting30 hay unos artistas más conocidos que otros. Algunos tienen miles de seguidores en las redes sociales -como Rebeca Moss, Nicky Triphook, Lem Baquero, Gio, Ektor Pan o Javián- y otros apenas suman unas decenas de followers en Twitter. Creo que nada de eso importa.
El #Eurocasting30 una buena selección de temas en los que hay canciones muy festivaleras, pero también estilos que España nunca ha llevado a Eurovisión.
¿Cuál es el problema en llevar una bachata sensual como la de Dani J? Puede gustar, desde luego nunca hemos visto este estilo en el ESC. ¿Y si nos plantamos en Kiev con un reggaetón? Hay varias propuestas en este sentido: Shannel, Jon Josdi y Ander & Rossi.
¿Y si resulta que la clave es romper y presentar un tema a priori nada eurovisivo como el de Alicia Nurho Band? Y ya puestos, por qué no le damos una oportunidad a Europa de emocionarse con una balada en español como la que cantan Pedro Elipe o Nieves Hidalgo.
¿Y si repetimos y volvemos a presentarnos en inglés? Tenemos un amplio repertorio: Romy Low e Ivet Vidal nos proponen temas muy movidos y Carmel, una balada.
¿Y por qué no sería buena opción el Padre Damián, un sacerdote que canta en pop inglés? ¿Y los E-Twins? O podemos elegir un tema lleno de falsetes muy apropiados como el de Íñigo. O una voz como la de Fruela. O la de LeKlein.
También es una opción recurrir a gente que ya ha pisado el escenario del Festival, como Brequette, Nito, Javi Soleil o Milena.
Y es importante pensar en Europa, en las sensaciones que levantarían en un polaco, una italiana, un ruso, una danesa, un chipriota…
Más allá de todo, creo que un proceso como este merece la pena para apoyar un poco a la música, para descubrir nuevos talentos, para dar oportunidades a los compositores y cantantes que tanto nos dan con su voz y su arte.
Ahora solo queda esperar. En breve, el día 15 de diciembre, tendremos a los 10 más votados por vosotros. Kiev está un poco más cerca.
Antes de entregarnos totalmente a Eurovisión 2017, creo que está bien recordar y analizar muy brevemente la edición de este año, que da para escribir 249 entradas más en el blog, pero quedan menos de 155 días para vernos en Kiev y ¡tenemos mucha plancha!
A priori, el Festival de 2016 estaba marcado por las repeticiones: el hecho de que se volviera a celebrar en el Globe Arena de Estocolmo, de que lo presentara Petra Mede, de que siete cantantes probaran suerte de nuevo (y no contamos a coristas ni bailarines), de que casi todo el Big Five apareciera en los últimos puestos en las casas de apuestas…
Pero al final, a Eurovisión 2016 le recordaremos, entre otras muchas cosas, por las novedades y sorpresas como las que nos dieron Grecia y Bosnia-Herzegovina, que no lograron superar las semifinales y llegar a una final sin más países nórdicos que los anfitriones.
Este ha sido el año en el que por primera vez se llevó la victoria una canción que mezclaba el inglés con otro idioma, que a su vez debutaba en el show: el tártaro de Crimea.
Eurovisión 2016 nos ha recordado que segundas partes nunca fueron buenas, salvo que te llames Petra Mede (soberbia en la presentación) o Poli Genova y, en este caso, lleves a tu país a la cuarta plaza, el mejor puesto de su historia.
Respecto a España, fue una edición en la que apostamos por ir por primera vez con una canción en inglés (y quedamos peor que en 2015, pero mejor que muchos otros años, todo hay que decirlo); en la que casi nos da un infarto cuando en medio de las votaciones nos situamos terceros en las casas de apuestas y en la que volvimos a la realidad con un mazazo por donde menos lo esperábamos: el televoto nos dio solo 10 puntos procedentes de Reino Unido (4), Australia (2), Suiza (2), Suecia (1) y Francia (1). No cejamos en el intento.
Precisamente, sobre las novedades en las votaciones hay que decir que fue una gala que nos retrotrajo a la emoción que vivimos -por ejemplo- en 1988, 1998 o 2003, en la que no supimos quién ganaría hasta el último segundo; en las que el voto del jurado y del televoto se dieron por separado, lo que llevó al inevitable récord de puntuación de la triunfadora Ucrania que, pese a todo, solo ganó por 23 puntos (y eso que se ponían en juego 4.872); y en la que solo oímos los twelve points, aunque personalmente eché en falta el huit point.
También fue un espectáculo del que se debe aprender que determinados escenarios no están hechos para Eurovisión, aunque haya países que fueron capaces de sacarle provecho al mismo; en el que las propuestas visuales como el mapping o los hologramas inundaron las actuaciones; en el que, una vez más, Suecia demostró que es un anfitrión excepcional y el país que hace que el Festival evolucione; en el que brilló Justin Timberlake, que llevó la magia del Festival a Estados Unidos por primera vez; y en el que todo el mundo pudo ver un videoclip en directo cuando actuó Armenia.
Podríamos seguir hablando de decepciones, de puestas en escenas imposibles, de saltos mortales hacia adelante, de los efectos visuales, de las baladas emocionantes, de las decepciones, de las retransmisiones alternativas de RTVE.es tanto en la final como en las semifinales, de los bailes, del humo que salía de algún vestido, de los eurodramas, de El milagro de la música sueca…
Pero amigos, el mágico, nórdico, polémico y sorprendente Eurovisión 2016 ya es historia. Algún día volveremos a él. Ahora toca volcarnos con la edición de 2017 a la que le pedimos un gran espectáculo y, por supuesto, una victoria de España.
Cada año vemos en Eurovisión caras conocidas, rostros que ya son parte de la familia y la historia eurovisiva. Y este no va a ser menos. Para empezar, la primera que repite es Malmö, que ya fue sede del festival en 1992.
Por supuesto, repiten algunos cantantes. Bulgaria es uno de ellos. Manda a los únicos que han logrado que su país esté en la final desde que debutara en 2005. Elitsa Todorova y Stoyan Yankulov lograron la proeza en 2007 y quedaron en un gran quinto puesto. En 2013 nos vuelven a traer su inconfundible estilo.
Eurovisión 2013 - Elitsa Todorova y Stoyan Yankulov representan a Bulgaria en Eurovisión 2013 con la canción "Samo Shampioni"
Y en la final, mientras votamos como locos después de ver las actuaciones y antes de maldecir en las puntuaciones, saldrá al escenario la megaestrella Carola, que ya ha representado a Suecia en tres ocasiones y que ganó una vez, en 1991, el año de Sergio Dalma.
También repiten miembros de coros, que pasan a ser solistas. Es el caso por ejemplo de Aliona Moon, que ahora representa a Moldavia con una canción escrita Pasha Parfeny, precisamente.
Eurovisión 2013 - Aliona Moon representa a Moldavia en Eurovisión 2013 con la canción "O Mie"
Si hablamos de compositores, vuelven el de la canción de Chipre de 2013 (hizo la de 1996) y el de Rumanía, cuya anterior canción llevó al país al tercer puesto en 2005, su mejor clasificación hasta la fecha (solo igualada en 2010).
Eurovisión 2013 - Cezar representa a Rumanía en Eurovisión 2013 con la canción "It's my life"
y dos ganadores del festival: Thomas G:son, autor de “Euphoria”, que firma la canción de Georgia; y Saša Milošević Mare, autor de “Molitva”, que repite por Serbia.
Eurovisión 2013 - Moje 3 representa a Serbia en Eurovisión 2013 con la canción "Ljubav Je Svuda"
Y los hay conocidos por los muy, muy seguidores de Eurovisión por haber intentado participar durante varios años en el festival, como la bielorrusa Alyona Lanskaya, que lo ha logrado a la tercera.
Eurovisión 2013 - Alyona Lanskaya representa a Bielorrusia en Eurovisión 2013 con la canción "Solayoh"
Tantos rostros familiares... ¡Y los que habrá dando los puntos! Atentos entonces porque veremos a ganadores de Eurovisión y cantantes de otras ediciones. Ahí lo dejamos, que no vamos a contarlo todo, todo y todo...
Este año tres países que tradicionalmente han participado en el Festival no estarán en Malmö: Bosnia y Herzegovina, Portugal y Turquía han decidido no ir.
No son las únicas ausencias. Tampoco va Eslovaquia, que llevaba cuatro años seguidos acudiendo a la cita; nuestra vecina Andorra; Luxemburgo, que ha ganado cinco veces el festival; República Checa; Mónaco, que arrebató la victoria a Karina en 1971; Polonia; o Marruecos, que llegó a participar un año, en 1980.
Pero los casos de Bosnia y Herzegovina, Portugal y Turquía son especialmente importantes para Eurovisión porque llevaban acudiendo a la cita con regularidad. Este año se lo pierden: los dos primeros caen por la crisis económica. Lo de Turquía es diferente.
Turquía considera injusto que haya un jurado profesional para decidir la mitad de las puntuaciones (prefiere solo el televoto) y tampoco ve bien que haya un Big Five que pase directamente a la final, sobre todo teniendo en cuenta que desde 2004 ha habido años en los que los miembros de este 'club', entre los que se encuentra España, no han logrado buenos puestos, por decirlo de una forma suave (acordémonos de los años 2005 y 2007, por ejemplo).
Es una pena que Turquía no esté. El país, que pasó de cenicienta a uno de los grandes de Eurovisión con la victoria de Sertab Erener en 2003, no quiere que el jurado decida parte de los votos.
Si lo de Turquía da pena, lo de Portugal es más que triste para España. Quién nos va a dar ahora los 12 puntos (algo que no siempre ha ocurrido, por cierto). Bueno, esperaremos al sábado. Pero recordemos que en 2011 los recibimos de Francia y en 2007 vinieron de Albania...
Tampoco Ucrania, Rumanía o Moldavia tendrán votos de Lisboa.
Pero también es cierto que nos apena no poder escuchar sus canciones, como aquella magnífica “Senhora Do Mar (Negras Águas)” de Vània Fernandes, en 2008, tan injustamente tratada en la final (no así en la semifinal, donde el público exigía enfervorecido su clasificación).
El tercero del que hablamos es Bosnia y Herzegovina, que no se perdía una final desde 2006, y que acabó sexta en 2011, pero que como Portugal ha cedido a la crisis y con su ausencia deja un poco cojo (solo un poco) al bloque balcánico, que va a dejar de recibir sus votos, lo que influirá en el resultado final, claro, pero no tanto como Turquía.
La ausencia turca va a trastocar las votaciones, sobre todo las de la final. Ya ocurrió en 2011, cuando no pasó de la semifinal. Pero ese año sí repartió puntos que ahora no dejará.
¿Y a quién no votará? Azerbaiyán puede despedirse de los 12 puntos turcos. Y Armenia de un puñado. El otro gran beneficiado era Bosnia y Herzegovina, pero como no está... Ahora, la 'gravedad' de la ausencia de Turquía va más allá.
La cuestión es... ¿quién recibirá los votos que presumiblemente irían a parar al país en la final? ¿Quién será el mayor beneficiado? Pues aquí podrían ponerse alegres precisamente Azerbaiyán, Armenia o Grecia. Veremos.
Eurovisión 2013 - Farid Mammadov representa a Azerbaiyán en Eurovisión 2013 con la canción "Hold Me"
Y veremos porque a todo lo anterior se une un nuevo sistema para recontar los votos que puede dar sorpresas y que puede dejar en papel mojado todas las previsiones de favoritos y demás. Estamos a punto de descubrirlo.
¿Cuál es la diferencia? Hasta ahora la media entre jurado y público se hacía con los diez países más votados por cada uno. De ahí salían el 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 10 y el codiciado 12.
Explicado de otra forma: la puntuación que otorgue España ya no va a ser la suma del top ten del televoto más el top ten del jurado.
Ahora la puntuación de España o de cualquier otro país será el resultado de sumar la lista de los 25 países que elabore el jurado (que otorgará 25 puntos al mejor, 24 al segundo, 23 al tercero, y así hasta 1 al último) a la lista que salga del televoto (que otorgará 25 al más votado, 24 al segundo, 23 al tercero...)
El que sume más entre ambas escuchará en la final el twelve points; el que se quede segundo, los 10; el quinto tendrá 6 puntos; y el décimo, pues 1 punto.
El sistema se usará también en las semifinales, claro.
¿Con esto qué se consigue? En teoría que no se note tanto el efecto “vecino”, que no pese tanto el efecto “diáspora” y que todos los votos telefónicos cuenten: antes para un país daba igual quedar en el televoto el undécimo que el último. Ahora no, ahora cada llamada es importantísima, cada SMS es fundamental.
También, en teoría, se logrará que los países que reciban mucho apoyo solo de jurado o solo de televoto sean ‘penalizados’. De esta forma saldrá algo más equilibrado.
Así que ahora será un poco más difícil adivinar las votaciones... ¿o no?
Esta es la secuencia de ganadores del Festival de Eurovisión desde 1999. En el año 2000, en Suecia, ganó Dinamarca con los Olsen Brothers. Y, si los sondeos no se equivocan y las casas de apuestas no fallan, este año se puede repetir la historia.
Pero vamos muy rápido. Frenemos. Lo que está claro es que Dinamarca lo ha hecho muy bien en las tres últimas ediciones. Es verdad que el año pasado pinchó con la gran Soluna (yo todavía no lo entiendo, a mi que me expliquen su 23º puesto en la final).
Dinamarca tiene muchas, pero muchas opciones de llevarse el gato al agua este año con Emmelie de Forest y “Only Teardrops”. La apuesta es potente: percusión (que este año vuelve a estar de moda), ritmos celtas (como ESDM), y una buena voz femenina.
No son elementos novedosos, pero el resultado es diferente. Diferente, al menos, al resto de participantes de esta edición.
Eurovisión 2013 - Emmelie de Forest representa a Dinamarca en Eurovisión 2013 con la canción "Only teardrops"
Pero ser favoritos en las casas de apuestas no te garantiza la victoria, solo pondremos como por ejemplo a Amaury Vassili (Francia 2011) y Safura (Azerbaiyán 2010), por no hablar de los fracasos de Turquía y Armenia en 2011, que ni siquiera pasaron a la final.
En cualquier caso, tener un favorito un poco más favorito siempre está bien: gusta apostar por alguien, aunque se falle. Como rivales los daneses van a tener a algunos pesos pesados: Rusia, Ucrania, el Big Five y sus vecinos nórdicos.
Además, este año no es como en 2009 y 2012, donde ya sabíamos 'todos' quiénes iban a ganar, por no hablar de que hay cambios en las votaciones y notables ausencias -de las que ya hablaremos en otro post- que pueden hacer que todo cambie.
Dicho de otro modo: a pesar de ir descalza también en el escenario, Emmelie de Forest no es Loreen, artista que, por cierto, va camino de marcar un antes y un después en Eurovisión.
¿Y quiénes luchan por ganar en el año I d. L. (después de Loreen)? ¿Quiénes son otros de los favoritos? Pues, una de ellas es, precisamente, una paisana de Alexander Rybak.
Hay un cierto consenso en señalar a Noruega como uno de los países que puede plantarle cara. Margaret Berger, tercera en las casas de apuestas -aunque ha estado segunda-, defiende una balada con base electrónica que gusta mucho. Y además va a tener el apoyo de los vecinos. ¡Ay los vecinos!
Pero como no hay dos sin tres, y los anfitriones no quieren quedar mal bajo ningún concepto, este año han roto moldes (es la primera vez que gana un repescado el Melodifestivalen) y mandan a Robin Stjernberg con una canción muy pegadiza: recordaremos el “Yooouuuuuuuuu” durante un tiempo.
Y actúan los 16º, que ya lo han sorteado (por cierto que no veo claro ese sistema de elección/sorteo de puesto que hacen los propios realizadores en base al estilo de la canción). Y es Suecia. Punto.
El frente nórdico, bien arropado por la transgresora Finlandia (vestida de novia a lo Katy Perry y prometiendo beso lésbico al final de la actuación, como no hicieron t.A.T.u. en 2003), se bate en duelo una vez más con el este de Europa.
Porque, otra vez, Ucrania y Rusia se postulan como favoritas.
Lo de Ucrania es para analizarlo más tranquilamente: en sus diez participaciones (esta será la undécima) ha logrado estar en la final. Y solo en cuatro ocasiones no ha conseguido un top ten. En fin, que por ya solo por su (reciente) historia y sus vecinos (ah, otra vez los vecinos) merece ser tenida en cuenta.
Pero es que además la canción que llevan este año no esta mal. Nada mal. Zlata Ognevich -segunda en las casas de apuestas- tiene una gran voz y “Gravity”, una balada con un toque de canción de película de dibujos animados, va de menos a más, aunque le falla el final.
Eurovisión 2013 - Zlata Ognevich representa a Ucrania en Eurovisión 2013 con la canción "Gravity"
Por cierto, que Zlata nació en Rusia. Y Rusia, como Ucrania, lleva una balada. Un baladón de estos tiernos en los que acaban todos juntos cogidos de la mano en un mundo feliz y todo eso que gusta tanto. Dina Garipova, que ganó La Voz, lo hace muy bien. Y es cuarta en las casas de apuestas. ¿Cómo no vamos a tener en cuenta a Rusia?
Tampoco podemos olvidarnos de Azerbaiyán, que también lleva una balada (cómo se llevan este año las baladas, oiga, ¡nos las quitan de las manos!). La canta Farid Mammadov con mucho sentimiento: es muy romántica y su puesta en escena es original y teatral.
Y está por ver qué harán dos artistas muy reconocidas: Anouk, que representa a los Países Bajos con su bonita “Birds”; y la voz rasgada y el genio de la británica Bonnie Tyler, que no necesita presentación.
Eurovisión 2013 - Bonnie Tyler representa a Reino Unido en Eurovisión 2013 con la canción "Believe in me"
Eso sin hablar del resto del Big Five: que ni Francia, ni Italia, ni Alemania son flojos. Y mucho menos España. Nada de complejos, que siempre estamos con las mismas.
Aunque debería reconocer que siempre pienso que vamos a ganar Eurovisión. Y que este año no es una excepción: creo que El Sueño de Morfeo van a conseguir el triunfo. Y creo que es de las mejores canciones.
Admito también que sigo el festival desde 1985 y que casi siempre se me queda una cara de tonto... unas veces por lo cerca que lo ví y la mayoría por la decepción que viví.
