A por setas
lunes 29.oct.2012 por Ignacio Pérez Lorenz 1 Comentarios
Como el metro en hora punta. Así está el campo cuando las setas hacen su aparición. Hasta hace unas décadas solo unos cuantos sabían de qué iba la cosa. El resto conocían los níscalos y poco más.
La presión sobre las especies más conocidas disminuyó al extenderse el conocimiento entendido como aproximación a una ciencia y no como manual de buenas costumbres. A eso ni hemos llegado ni parece que vayamos a hacerlo.
En cualquier monte o prado hay restos no degradables en abundancia, buscadores con bolsas y cestas de plástico y, en general, depredadores e infanticidas que se lanzan sobre cualquier ejemplar sin esperar a que alcance la edad adulta. En esto de las setas el tamaño importa.
Y no hay temporada sin que aparezcan los que utilizan el rastrillo hasta que los agentes del Seprona, el Servicio de Protección de la Naturaleza, creado por la Guardia Civil ponen fin a sus destrozos. Estas y otras fechorías hacen un poco más difícil disfrutar de lo mejor del otoño. Esas setas cogidas o refrendadas por un experto y cocinadas por alguien que no sea partidario de arrasarlas en el fuego. Una bendición.
Olga la apache dijo
Hola!
Las setas todo un mundo de cuento y de gastronomia.Peligroso el seleccionarlas.Exquisito guisarlas.
Pero por favor recolección cuando son grandes, chiquitinas no.