Leyendas urbanas
miércoles 10.abr.2013 por Ignacio Pérez Lorenz 1 Comentarios
Música, alegría y fino. En esa combinación se encuentran algunas de las claves de la grandeza de la Feria de Abril. Aunque no son pocos los que prefieren renunciar a una parte y disfrazar esa obra de arte, el fino, con bebidas carbonatadas y otros aditamentos. Comprensible en un país de calores en el que siempre existió la sangría aunque nunca se preparara para mejorar el Vega Sicilia.
Dice una leyenda urbana, anterior a que se inventara ese nombre para aquellas historias increíbles que somos capaces de asumir con la fe del converso, que el fino de la feria está rebajado; que tiene menos alcohol. No es así. Ese vino, interminable sucesión de soleras y criaderas, es siempre igual. Solo cambia en función de la época del año en que se ha efectuado la saca y del tiempo que lleva en la botella. Ese tiempo, el que ha pasado en la botella, es su enemigo y no como dice otra leyenda urbana el desfiladero de Despeñaperros que pasa sin pestañear. El fino viaja, como el resto de los vinos, de maravilla. Y tomado en Londres o en Dublín es un placer único.
Cada vez es un poco más fácil, aunque no tanto como sería deseable, comprar finos recién embotellados ya que algunas marcas incluyen fecha de consumo preferente. Una fecha que algunas bodegas limitan a un año mientras que otras extienden a un periodo más largo, quizás año y medio. El consumidor al que nunca se lo ponen fácil, no vaya a ser que se aficione, lo tiene todavía un poco más complicado si lo que desea no son botellas de 3/4 de litro sino botellas pequeñas, las de 3/8.
La mejor oportunidad para conseguirlas es ahora cuando algunos elaboradores preparan una partida inconfundible para la Feria de Abril. Así lo ha hecho una vez más Osborne con su Fino Quinta de la mano del diseñador Juan Duyos. El resultado precioso por fuera e igual de interesante que siempre por dentro. Un rencuentro añorado con ese carácter especial, marcado de notas a frutos secos, que tienen los finos de El Puerto de Santa María. Una delicia que te obliga a lanzar vivas al fino, a El Puerto y a la Feria de Abril. Y si puedes, a salir corriendo hacia allí.
Autóctona dijo
Cuantas leyendas urbanas hay con respecto al consumo?. Que tomamos realmente?. El desfiladero de Despeñaperros es la puerta natural entre Andalucia y la llanura de La Mancha. He pasado y parado por el muchas veces, tirado fotografías, impresiona las aristas de la roca..., y sí, es un cambio en el paisaje..., según dice la leyenda por allí se despeñaban con o sin ayuda los perros, con lo que siempre me e imaginado debe tener sus gargantas llenas de esqueletos.