De la cornicabra y otras especies…
sábado 21.dic.2013 por Ignacio Pérez Lorenz 0 Comentarios
Es uno de los protagonistas de Masterchef, mantiene abierto un interesante restaurante por el que desfilan más clientes que nunca para ver de cerca al nuevo famoso y aún encuentra tiempo para apostar por su tierra. Pepe Rodríguez, uno de los renovadores de la cocina toledana, ha ejercido de anfitrión para presentar, en El Bohío (Illescas), la última cosecha de los aceites de la Denominación de Origen Montes de Toledo.
El frío de esas tierras y las características de la variedad cornicabra, mayoritaria en La Mancha y presente también en Extremadura y algunas zonas de Aragón, se alían para ofrecer un producto sorprendente y no desconocido aunque a veces lo parezca. En esta ocasión un aceite ya maduro que conserva también algunas notas a piel de aceituna y sobre todo a hojas verdes. Sus iniciales tonos dulces dan paso a un amargo muy ligero y a un casi inapreciable picante que lo convierten en una de las elaboraciones más equilibradas que puedan encontrarse.
Una bendición para quienes aman el aceite intenso pero no demasiado. Un allegro ma non troppo, una singular cuadratura del círculo envuelta en recuerdos fragantes. Para freír, dicen por sus indudables cualidades, quienes quieran dedicarlo a esos menesteres, aunque resulte mucho más justo destino para esa fragancia recrearse en sus aromas o bebérsela a tragos.